El Ponte Vecchio es el puente medieval símbolo de la ciudad | Fuente: Canva[/caption]
Día 1
Comenzamos nuestro recorrido por la mañana en pleno corazón de la ciudad, la piazza del Duomo. Aquí podréis admirar la majestuosa catedral de Santa María del Fiore, una de las obras maestras de la primera arquitectura renacentista, con su famosa cúpula diseñada por Brunelleschi. No podéis perderos la oportunidad de subir los 463 escalones hasta la cima para disfrutar de una vista panorámica. Descuida, si a los pequeños no les apetece, siempre podéis visitar el Museo dei Ragazzi, ubicado en el Palazzo Vecchio. Este museo para niños posee alternativas divertidas, talleres interactivos y actividades diseñadas específicamente para ellos —abarca todas las edades—, donde pueden aprender sobre la historia y empaparse de ella con diversos juegos. [caption id="attachment_250145" align="aligncenter" width="1200"]
La catedral Santa Maria Del Fiore sobresale majestuosa | Fuente: Canva[/caption]
¿Qué tal probar una auténtica pizza italiana? Justo al lado de la piazza del Duomo, encontraréis numerosas pizzerías que ofrecen una variedad de opciones deliciosas hechas por auténticos pizzaioli. Si prefieres algo dulce, prueba un gelato en una de las muchas heladerías cercanas. La Gelateria dei Neri es particularmente famosa por sus sabores artesanales.
Si quieres pasar de la pizza y sumergirte en algo aún más local, a solo 15 minutos a pie, podrás dar un paseo por el Mercato Centrale. Aquí tendréis ocasión de degustar platos típicos de la cocina toscana, desde pasta fresca hasta los más deliciosos embutidos y quesos.
Después de una buena comilona —y de comprobar por qué la cocina italiana está entre las mejores del mundo—, se puede emprender el camino al Ponte Vecchio. Este puente medieval (símbolo de la bella Firenze) es un espectáculo en sí mismo, y los niños disfrutarán viendo las coloridas tiendas que parecen colgar sobre el río. Después, relajaos con un paseo en barco por el río Arno, desde donde podréis admirar la ciudad desde una perspectiva totalmente diferente.
¿Una idea para la tarde? La Piazza Santo Spirito te espera para que escojas un encantador café al aire libre. Es menos turística y un poco más relajada, por lo que los niños tendrán la posibilidad de jugar mientras los mayores disfrutan de un café o una copa de vino. Ya emprendiendo una nueva caminata, no os perdáis la basílica, una obra maestra de la arquitectura renacentista.
Pronto caerá la noche y habrá que parar para cenar; será fácil, porque Florencia tiene un ristorante único para cada uno de vosotros. En los restaurantes típicos tendréis la posibilidad de disfrutar de platos tradicionales como la ribollita o el bistec a la florentina. Muchos ofrecen menús adaptados para niños, e Il Latini es una de las opciones favoritas a la hora de buscar comidas toscanas caseras y vivir la experiencia local. ¿Y ahora? ¡A dormir!
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El David de Miguel Ángel se encuentra en la Galería de la Academia | Fuente: Canva[/caption]
Día 2
Un nuevo día se asoma y hay que estimular a los niños curiosos. ¿Dónde? En el Museo Leonardo da Vinci, donde las exposiciones interactivas les permitirán experimentar y aprender sobre sus inventos. Luego, a pocos pasos, encontraréis el Museo Galileo, con exhibiciones prácticas sobre ciencia y astronomía. ¿Que aún no has visto el icónico David? Se encuentra en la Galería de la Academia, muy cerca de la piazza del Duomo. En 1910, el David, que se encontraba a la intemperie en piazza della Signoria, fue trasladado para evitar su deterioro, así que ya sabes dónde encontrar el original. ¡Apúntate la visita! Después del almuerzo, los más inquietos adorarán pasar la tarde en el Parco Avventura Il Gigante, un parque de aventuras a 30 minutos de la ciudad. Ofrece circuitos de cuerdas, tirolinas y otras actividades al aire libre que son perfectas para niños de todas las edades. Después de la experiencia y ya nuevamente en el centro, visita en familia la Gelateria Vivoli, una de las heladerías más antiguas y famosas. Disfrutad de un delicioso helado mientras paseáis por el Lungarno, la ribera del río, observando las vistas al atardecer. Para cerrar la noche, lleva a los pequeños a un espectáculo de marionetas en el Teatro di Pinocchio, o empápate en las leyendas locales. Hay tours nocturnos que te llevan a descubrir los secretos más interesantes. En cuanto tengáis hambre, tened en cuenta que La Prosciutteria Firenze posee tablas de quesos, embutidos y encurtidos. Es una opción más informal pero deliciosa para despedir esta maravillosa ciudad.
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