
Un círculo de paz
La palabra ‘mandala’ proviene del sánscrito y, literalmente, significa ‘círculo’. En cuanto a su estructura, es un dibujo inscrito dentro de la forma circular y que tiene un eje central. Dibujarlo o colorearlo despierta la sensación de calma y concentración. Es una meditación activa que hace posible que nuestro estrés o desregulación emocional encuentre sosiego. A medida que vamos visualizando y coloreando sus formas, y resiguiendo sus límites, la turbulencia de pensamientos y sentimientos que tenemos dentro va serenándose, como las ondulaciones en un lago al que hemos lanzado una piedra, y que desaparecen cuando dejamos que pase el tiempo. De algún modo, nuestra mente es como este lago. Su naturaleza es calmada, pura y cristalina. Si aprendemos a quitarle las distorsiones y dejar que estas pasen, entonces se vuelve un lugar de refugio y paz al que poder regresar.El Monstruo de Colores. Mandalas estará disponible en castellano y catalán a partir del 12 de septiembre
Un éxito internacional
Los libros de El Monstruo de Colores se han traducido a cuarenta idiomas, y se han vendido 6 millones de ejemplares en todo el mundo, en todos sus formatos. Tras más de diez años de la publicación de su primer libro de este peculiar personaje, Anna Llenas se ha seguido formando como arte-terapeuta y ha sido madre, hecho que la ha llevado a valorar la importancia de ver, validar y gestionar no solo nuestras propias emociones, sino las de nuestros hijos e hijas. Su obra está pensada para ayudarnos a hacerlo, con recursos que, a través del arte y la creatividad, sirven a los niños y niñas para sentirse mejor con lo que sienten en su interior. Esta última herramienta que presentamos aquí puede ser de gran utilidad para familias y educadores a la hora de ofrecer apoyo a los pequeños a calmarse, concentrarse en el presente y canalizar sus emociones a través de una actividad artística. El libro presenta mandalas de muchos tipos, desde algunos con gran detalle hasta otros más libres y sencillos, por lo que es apto para niños a partir de 3 años y hasta edades más avanzadas. Los mandalas se pueden colorear con rotuladores, lápices de colores, acuarelas u otras pinturas; depende del gusto y la destreza de cada uno. También permiten la incorporación de elementos tridimensionales o collages. La autora nos recomienda ponernos música suave de fondo o hacerlos en silencio, pero es esencial eliminar las distracciones y los ruidos fuertes del entorno. Una vez terminado, está la posibilidad de dejarlo en el libro, o bien recortarlo y colgarlo en la pared. Esta opción es mágica, puesto que verlo nos permitirá revivir y recordar la sensación de paz que nos aportó cuando lo estábamos creando. Recuerda que encontrarás El Monstruo de Colores. Mandalas en tu librería de confianza a partir del 12 de septiembre.El Monstruo de Colores. Mandalas

Ofrecido por Editorial Flamboyant

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