Descansar adecuadamente, clave para el desarrollo de los niños
Cuando dormimos, el organismo se equilibra tanto a nivel físico como mental. Algo especialmente decisivo en los primeros años de nuestra vida, etapa en la que experimentamos un rápido desarrollo. A lo largo de dichos periodos de desconexión, se activa el crecimiento corporal, se consolida el aprendizaje diurno y se favorecen las capacidades de atención y memoria. Por contra, no descansar lo suficiente ni bajo las condiciones óptimas incide negativamente en diferentes ámbitos de la vida de los niños. En esos casos, pueden aparecer alteraciones del comportamiento relacionadas con la irritabilidad, el empeoramiento del estado de ánimo, la somnolencia, la hiperactividad o la pasividad. Paralelamente, existe el riesgo de que padezcan problemas de salud como la tensión arterial o las cefaleas recurrentes. [caption id="attachment_234747" align="aligncenter" width="700"]
Cuánto deben dormir nuestros hijos y bajo qué condiciones han de hacerlo
Las horas de sueño necesarias durante la infancia disminuyen con el paso de los años. Aunque cada caso particular es único, lo recomendable es que nuestros hijos duerman:- Entre 16 y 18 horas desde su nacimiento hasta los 2 años.
- Unas 13 horas de los 2 a los 3 años.
- De 10 a 12 horas entre los 3 y los 5 años.
- Alrededor de 10 horas desde los 6 a los 10 años.
- De 8 a 10 horas a partir de los 10 años y a lo largo de toda la adolescencia.
Cómo elegir los mejores colchones infantiles para nuestros hijos
Y, por supuesto, para gozar de un sueño ideal resulta imprescindible elegir colchones para niños que se adecúen a sus necesidades. No en vano, se trata de elementos clave para que puedan dormir plácidamente y recuperar así las energías pedidas durante el día. Por si fuera poco, sus prestaciones influyen en otro asunto tan importante como el correcto desarrollo físico y mental de su organismo. Por eso, antes de decantarnos por un modelo u otro, es fundamental tener en cuenta diferentes aspectos como:1. La capacidad de adaptarse al cuerpo
En primer lugar, la superficie debe adaptarse a la morfología de nuestros hijos, especialmente en aquellas etapas en las que su cuerpo experimenta cambios debidos al crecimiento. De esta manera, la columna vertebral permanecerá bien alineada, minimizando la aparición de problemas en la misma y de dolores musculares en distintas partes de la espalda.2. Su firmeza y comodidad
También debemos asegurarnos de que la estructura sea firme y evite un hundimiento excesivo que incluso puede resultar peligroso en las primeras etapas del desarrollo. Al mismo tiempo, debe proporcionar comodidad durante las horas de descanso, que representan, al menos, un tercio de la vida de una persona. [caption id="attachment_234745" align="aligncenter" width="700"]
3. Los materiales con los que están fabricados
Para que los colchones infantiles puedan proporcionar un descanso adecuado, deben estar fabricados con componentes de primera calidad. Aunque existen modelos de muelles, tanto de hilo continuo como ensacados, los concebidos para niños suelen ser de espuma técnica o de elementos viscoelásticos. En estos dos últimos casos, se incrementa la adaptabilidad a la anatomía del niño. La distribución del peso se reparte de una manera uniforme, lo que elimina la presión sobre las articulaciones y la espalda. Además, la degradación de ambos materiales se produce con extrema lentitud, lo que les aporta una extensa vida útil que puede llegar a sobrepasar los 10 años.4. La edad del niño
Entre el nacimiento y los dos años, resulta esencial que la superficie sea firme para evitar que se produzca algún tipo de accidente derivado de un hundimiento excesivo. La comodidad es otro requisito esencial a en esta época en la que pasarán gran parte del día en su cuna. Desde los dos años hasta el inicio de la pubertad también es importante la consistencia de los colchones infantiles, especialmente cuando empiecen a crecer y su peso aumente. También resulta imprescindible la adaptabilidad a su organismo, de manera que no se provoquen interferencias en su crecimiento. A partir de los diez o doce años, las necesidades comienzan a asemejarse a las de los adultos. A estas alturas, por tanto, puede ser hora de cambiarlo por uno de mayores dimensiones que resista el mayor volumen corporal de nuestros hijos.5. La transpirabilidad, la impermeabilidad y la protección hipoalergénica
Los mejores colchones para niños deben permitir la transpiración pero, al mismo tiempo, ser impermeables para contener cualquier fuga accidental. Por último, han de estar equipados con una fórmula eficaz, que perdure durante toda su vida útil, contra microorganismos, hongos y bacterias.Ofrecido por Bed's

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