El nuevo curso escolar empieza pronto y volvemos a la lucha de cada día por llegar a tiempo al cole. Seguro que hay quien tiene una dinámica establecida y no le resulta demasiado complicado, pero también es cierto que hay
muchos otros padres y madres que ya empiezan a temer esas primeras horas de prisas y enfados desde que los niños se levantan hasta que los dejan en la puerta del centro. Estos hábitos y rutinas para las mañanas harán que todo sea más fácil y que las cosas vayan rodadas.
¿Por qué año tras año pasamos ese momento incómodo de tensión y prisas? Una de las razones es que
durante el verano la familia ha cambiado de costumbres y a los niños y niñas
les cuesta adaptarse los primeros días. En algunos casos, esta situación se revierte en poco tiempo y retoman el ritmo de la normalidad sin muchos problemas. Pero en otros, sigue siendo difícil durante todo el curso. Cuanto antes empecemos a cambiar el sistema, antes disfrutaremos de los beneficios de implantar unas rutinas para las mañanas basadas en la lógica y la eficacia.
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"Durante los primeros años de vida, los padres juegan un papel fundamental en la transmisión a sus hijos de valores, normas, hábitos, rutinas y costumbres. Este conjunto de actitudes y aptitudes serán cruciales para su desarrollo personal y social y en muchas ocasiones, tendrán un carácter persistente en el tiempo", explica el estudio
La importancia de la transmisión de hábitos y rutinas en Educación Infantil.
Hábitos y rutinas para las mañanas: haz que tu vida sea más fácil
Es importante establecer una serie de rutinas antes del primer día de colegio. Aunque al principio resulte muy complicado,
si se mantienen durante el curso escolar, seguro que terminan por funcionar.
1. Despertarlos media hora antes
Todos los padres intentamos que nuestros hijos tengan el máximo descanso posible y por eso tendemos a dejarles dormir hasta el último minuto. Pero si durante el curso anterior les hemos levantado a la misma hora y llegábamos tarde muy a menudo, no habrá más remedio que cambiar la hora establecida.
No merece la pena ir con prisas si podemos despertarlos media hora antes. Un consejo sencillo que funciona y evitará esos momentos de prisas y lloros.
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Un buen desayuno es imprescindible | Fuente: Canva[/caption]
2. Cambia las costumbres en el desayuno
Otra buena idea, y que está ligada a la anterior, es cambiar la hora del desayuno y convertirlo en una prioridad. Si se levantan con tiempo, podrán alimentarse bien. Porque lo cierto es que
esta comida es fundamental para mantener una alimentación saludable y un buen rendimiento académico. "Es parte clave de la alimentación del niño y debe cubrir
el 25 % de las necesidades calóricas diarias. Uno completo
debe incluir lácteos, cereales y fruta", señalan desde la Asociación Española de Pediatría (AEP).
Así que
el desayuno es sagrado, y no puede haber distracciones: ni tele, ni
tablet ni móvil. Seguro que comen más rápido y mejor si los dispositivos están apagados.
3. La ropa y la mochila, por la noche
Otra regla crucial es que
dejen la ropa que se van a poner (sea uniforme o no) y la mochila preparada por la noche. Puede que se les olvide un cuaderno o un lápiz y que tengan que ir a buscarlo en el último momento, pero será la excepción, no la norma. Lo importante tiene que estar guardado antes de acostarse para que no suponga una pérdida de tiempo innecesaria por la mañana.
Necesitan aprender a organizar sus cosas y a no incluir más de lo necesario. Es indispensable que no supere nunca
el 10 o 15 % del peso corporal del niño. Si, por el motivo que sea, el peso es superior, lo mejor es que lleven una con ruedas para que no suponga una sobrecarga para su espalda.
4. Nada de gritos y enfados
Tenemos que cambiar el
chip y dejar de gritarles para que se levanten o vayan más rápido. Ellos esperan estas señales para empezar a moverse y no lo sienten como una obligación. Explícales con suficiente antelación que en 60 minutos tienen que estar aseados y vestidos, haber tomado el desayuno y lavado sus dientes, o llegarán tarde al colegio.
Si todos empezamos la mañana con nervios, peleas y estrés, pasaremos el resto del día agobiados.
Mejor comenzar la jornada con tranquilidad y buenas palabras.
5. Acostarse antes
El descanso es también una variable con la que es imprescindible contar.
Deben dormir lo suficiente para poder funcionar bien al día siguiente. Así, que, si hace falta, tendrán que irse a la cama treinta minutos antes. Incluso una medida que seguro que resulta persuasiva es decirles que cada mañana que tarden más de lo necesario, sabrán que por la noche se tendrán que acostar media hora antes. Seguro que al día siguiente intentarán mejorar para no verse obligados a irse a dormir tan temprano.
Estas cinco sencillas rutinas funcionarán si comenzamos a aplicarlas desde el primer día del curso e incluso antes, en el caso de los horarios, para que se vayan adaptando con antelación.
Comenzar bien la jornada es un objetivo fundamental y posible para este curso escolar. Y el esfuerzo extra que puedan suponer estas rutinas para las mañanas merece la pena.
Prueba
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