Los paisajes de nuestro país son tan variados que cada familia será capaz de encontrar sitios para todos los gustos. Los aventureros podrán viajar a lo largo y ancho de España en busca de
rutas increíbles, y las familias que desean desconectar de la ciudad darán con la
escapada rural de sus sueños. Tanto si perteneces a un grupo u a otro, y lo que anhelas son
postales tan bellas como vertiginosas, apúntate una visita a estos pueblos de España con vistas al abismo.
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1. Liétor, Albacete
Ubicado en la
Sierra del Segura, Liétor se asienta sobre el
valle del río Mundo, aproximadamente a 60 kilómetros al sur de la capital de
Albacete. Este encantador pueblito fue merecedor del título de 'El pueblo más bonito de Castilla-La Mancha' en 2017 y sabemos exactamente por qué.
Una de sus paradas ineludibles es el
Convento de San Juan de la Cruz, construido en el
siglo XVII. Este antiguo convento de Carmelitas Descalzos albergó a los monjes hasta la desamortización de Mendizábal. En su interior se encuentra un tesoro oculto:
una cripta con momias. Además, es el santuario de la patrona local, Nuestra Señora del Carmen, cuya escultura fue creada por el famoso Salzillo Alcaraz. No te pierdas el hermoso órgano construido en 1994 por Alain Faye y el museo parroquial.
Mientras te pierdes por sus calles estrechas y empinadas, admira las casas que se asoman sobre terrazas escalonadas y agrestes que conforman
la hoz del río Mundo. La imponente garganta del río rodea
Liétor, creando un paisaje impresionante. Asómate a los riscos y disfruta las panorámicas en este rincón manchego.
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Descubre Liétor, uno de los pueblos con vistas al abismo | Fuente: Turismo de Castilla-La Mancha[/caption]
2. Jorquera, Albacete
A poco menos de dos horas de Liétor,
Jorquera —conocida hasta 1857 como Jorguera— es una villa medieval que se alza sobre un cerro junto al
río Júcar. Lo primero que llama la atención es su posición. Se asienta en lo alto de un meandro, y las casas parecen fundirse con la roca. Se diría que la
atalaya natural está hecha a medida para el pueblo. A sus pies, el
cañón del Júcar talla la piedra, creando un paisaje impresionante.
Su fortaleza cuenta con varios recintos defensivos. El castillo es hoy el principal atractivo y, a su vez, el cementerio del pueblo. Desde allí, podrás contemplar la
torre de Doña Blanca. Además, la zona superior del castillo, de forma ovalada, data de la época almohade, lo que añade un plus histórico a la visita.
Otras paradas ineludibles son la
parroquia de la Asunción, una iglesia del siglo XVI que combina
elementos góticos y renacentistas; la
casa del Corregidor, un edificio barroco del siglo XVIII, ubicado cerca del ayuntamiento. ¿Por qué no tomar una bonita foto de las labras heráldicas en su fachada?
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Las murallas cubren el abismo detrás de Jorquera | Fuente: Canva[/caption]
3. Tajo de Ronda, Málaga
Es una impresionante garganta de gran profundidad que divide la localidad en dos partes. Declarado
Monumento Natural en abril de 2019, este magnífico escenario se formó a lo largo de milenios debido a la acción erosiva del
río Guadalevín. Situado en pleno casco urbano de
Ronda, mide 500 metros de longitud y 100 de profundidad, con una anchura de 50 metros. Desde sus riscos, es posible contemplar vistas panorámicas de los
famosos acantilados que se alzan sobre el río.
Este lugar es perfecto para los amantes de la naturaleza, la fotografía y la historia. En sus paredes habita una importante
colonia de cernícalo primilla, junto con otras especies como la
chova, el halcón peregrino, el búho real y el vencejo. Para explorar uno de los pueblos más bonitos con vistas al abismo, puedes recorrerlo a pie, en bicicleta o incluso en coche.
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Las vistas de Ronda, en Málaga, son fantásticas | Fuente: Canva[/caption]
4. Castellfollit de la Roca, Girona
En la
Comarca de La Garrocha, en
Cataluña, se encuentra un pequeñísimo pueblo que cautiva y quita el aliento a los visitantes:
Castellfollit de la Roca. Ubicado en el
Riscal de Castellfollit, en la entrada del Parque Natural de la Zona Volcánica, este lugar ofrece uno de los mejores paisajes de la península.
Situado sobre un
acantilado estrecho de roca volcánica, este pueblo se divisa desde lejos. Con solo dos calles, sus casas antiguas lucen paredes de piedra negra y tejas. La tranquilidad y el silencio se entrelazan armoniosamente con sus pocos habitantes.
Si deseas visitarlo, no dejes de ir a
la iglesia de San Salvador, un edificio medieval reconstruido en diversos momentos de la historia desde el
siglo XII. Hoy alberga el
Centro Cultural de la comunidad. Su elevado campanario parece tocar el cielo y las nubes.
El
mirador y plaza Joseph Pla, al borde del espectacular farallón, ofrecen vistas panorámicas al Parque Volcánico y los alrededores del pueblo más pequeño de Girona.
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La pared de basalto mide 50 m de alto | Fuente: Canva[/caption]
5. Albarracín, Teruel
En lo alto de un peñón, al sur de
Teruel, se encuentra
Albarracín, uno de los pueblos más hermosos del país. Sus casas de color rojizo, construidas con rodeno, contrastan con el verde intenso de los árboles que rodean la localidad. Habitado por romanos, celtas y árabes a lo largo de su historia, ha dejado un legado impresionante. Albarracín fue declarado
Monumento Nacional desde 1961, está propuesto para ser
Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Comienza tu ruta en la
calle de Santiago, donde encontrarás la icónica
casa de la Julianeta. La
catedral del Salvador, construida sobre restos de un antiguo templo románico, ofrece una cúpula de vivos colores. La
Biblioteca de Albarracín, con su fachada de madera tallada, también merece una visita. La
plaza Mayor, rodeada de casas y bares, es ideal para disfrutar de la gastronomía local mientras tomas un descanso, pero no dejes de ver la
casa Azagra, con su fachada de tonos vibrantes: es otro rincón perfecto para fotos.
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Albarracín te espera en Teruel | Fuente: Canva[/caption]
6. Frías, Burgos
Este diminuto pueblo medieval de la provincia de Burgos ingresa en la lista con un encanto descomunal, a pesar de su tamaño. Su ubicación estratégica en una colina rocosa le otorga una gran belleza. Forma parte de la
Asociación de los Pueblos más Bonitos de España y su conjunto urbano está protegido como
Conjunto Histórico Artístico.
Camina por sus estrechas calles empedradas y admira las casas colgadas que parecen desafiar a la gravedad. El
puente medieval sobre el
río Ebro te transportará a otra época en un bonito paseo. La
iglesia de San Vicente, de estilo gótico, con su gran torre, encantará a los amantes de la arquitectura y la historia. En lo alto de la colina se alza el
castillo. ¿Por qué no exploras sus murallas y disfrutas de unas vistas panorámicas impresionantes? Eso sí, ¡no te pierdas sus miradores!
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Deslúmbrate con las vistas de Frías | Fuente: Canva[/caption]
7. Alquézar, Huesca
Alquézar, ubicado en
Huesca, en las estribaciones del
Pirineo, está colmado de belleza natural y se alza sobre un promontorio rocoso con vistas al
río Vero. Se encuentra dentro del
Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guara. Este pueblo es ideal para aventureros, ya que podrán disfrutar de actividades como el
descenso de cañones, senderismo, rutas a caballo y ciclismo de montaña, además, claro está, para obtener maravillosas y panorámicas de vértigo.
En el
Parque Cultural del Río Vero se encuentran pinturas rupestres declaradas
Patrimonio de la Humanidad, Por otro lado, también es famoso por su
colegiata de Santa María, un impresionante edificio románico que data del siglo IX.
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La villa tiene vistas al cañón del río Vero | Fuente: Canva[/caption]
8. Masca, Tenerife
Ubicado en el municipio de
Buenavista del Norte, en el oeste de la isla de
Tenerife. Este rincón remoto rodeado de montañas es uno de los pueblos con vistas al abismo más bonitos de la lista; y los miradores de la carretera TF-436 lo probarán. El
mirador de Cherfe ofrece una panorámica de los paisajes montañosos con el mar de fondo, ¡incluso se puede ver
La Gomera en días despejados!
La ruta de senderismo por el
Barranco de Masca es su atractivo principal. Desciende por este impresionante cañón, rodeado de acantilados y vegetación exuberante. La caminata es un desafío, pero perfecta para los amantes del aire libre.
Los más tranquilos pueden pasear por sus calles empedradas y acudir al
Centro de Visitantes. ¿Demasiado calor? No te preocupes y relájate en la pequeña playa, rodeada de acantilados y aguas cristalinas. Y si os gustan los animales marinos, considerad un
tour de avistamiento de cetáceos.
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Visita los miradores de la ruta para dar con maravillosas panorámicas | Fuente: Canva[/caption]
9. Siurana, Tarragona
Este bello pueblo medieval se encuentra ubicado en la
comarca del Priorat, y te cautivará a través de sus paisajes rocosos y maravillosas panorámicas, que se entrelazan con la arquitectura árabe y las bodegas de vino.
El
castillo árabe y su Conjunto Histórico son el corazón de la villa. Desde los miradores, como el de la Creu, podrás admirar el embalse y las montañas. El contraste entre el azul del agua y el verde de la vegetación es simplemente hipnotizante.
La
iglesia de Santa María, con su campanario de estilo lombardo, es una joya arquitectónica. Su interior alberga frescos y detalles románicos dignos de una visita. Los
acantilados de Arbolí atraen a escaladores de todos lados, mientras que las rutas de senderismo te llevarán a través de paisajes impresionantes. No olvides visitar la
peña gemela de la Siuranella y el Salto de la Reina Mora.
Finalmente,
el Priorat es famoso por sus vinos. Explora bodegas y degusta vinos locales. ¿Por qué no hacer una cata y descubrir los sabores únicos de la región?
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Disfruta de un atardecer en Siurana | Fuente: Canva[/caption]
10. Arcos de la Frontera, Cádiz
Situada en la provincia de
Cádiz, este pueblo blanco promete fotos de vértigo únicas. Allí te espera la
basílica de Santa María de la Asunción, que combina los estilos
gótico y barroco. Su retablo mayor es magnífico y merece una visita detenida. Por otra parte, el
castillo Ducal también posee vistas espectaculares. ¿Por qué no das un paseo y exploras sus murallas?
La
plaza del Cabildo es un lugar perfecto para relajarse, pero para obtener las mejores vistas, acércate a los miradores que te permitirán ver el río Guadalete y los campos.
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Los pueblos blancos también esconden secretos con vistas al abismo | Fuente: Canva[/caption]