El Museo Arqueológico Nacional
El Museo Arqueológico Nacional fue fundado en 1867 por Isabel II, siguiendo la tendencia europea de crear grandes museos nacionales destinados a mostrar los testimonios del pasado de cada país. El Museo custodia objetos que tienen un gran valor artístico, histórico o cultural para nuestra sociedad y su misión es protegerlos, conservarlos, estudiarlos y exponerlos. Desde su creación su sede fue el Palacio de Biblioteca y Museos Nacionales situado en el Prado de Recoletos de Madrid. Entre los años 2008 y 2014 el museo sufrió una completa reforma que ha hecho que su importancia haya aumentado de forma muy significativa, puesto que se ha convertido en uno de los museos más visitados de la capital. La colección del Museo Arqueológico Nacional se compone en su mayoría de objetos encontrados en la Península Ibérica a lo largo de la historia. Además de éstos, también hay importantes colecciones de Egipto, Oriente Próximo, Grecia y Roma.Áreas del museo
El Museo Arqueológico Nacional cuenta con multitud de salas distribuidas en cuatro plantas. En su exposición permanente el espacio mantiene el orden cronológico, desde el inicio de la humanidad y los primeros rastros de su presencia en España, hasta llegar al siglo XIX. La exposición se estructura en tres grandes áreas con extensión y contenidos muy diferentes: Arqueología y patrimonio, que presenta algunos conceptos básicos de la materia; España, lugar de encuentros culturales, que abarca toda la narración cronológica y cultural del país; y De gabinete a museo que nos habla de la propia institución. Arqueología y Patrimonio es una introducción audiovisual a los rasgos básicos de la evolución cultural y las teorías y metodología de la arqueología. Cuando accedemos al área España, lugar de encuentros culturales, encontraremos los primeros módulos cronológicos, dedicados a la Prehistoria y orígenes de la Humanidad. El módulo Paisajes y sociedades de la Prehistoria Reciente describe las primeras etapas culturales con actividades económicas productivas de los seres humanos en los períodos Neolítico, Edad del Cobre y Edad del Bronce. Es decir, la agricultura, la ganadería, el uso de los metales y la organización social. Tras este periodo entraremos a conocer la Protohistoria, momento de grandes contactos con otros pueblos que supondrán una auténtica revolución cultural. En la Península Ibérica se produce a comienzos del primer milenio a. C. con la llegada de los Fenicios y Tartessos. En la sección Hispania Romana, se presentan los recursos que Roma utilizó para favorecer la romanización, ejercer su dominio y explotar el territorio. El resto de la exposición se articula en torno a la ciudad, los espacios urbanos y las actividades que tenían lugar en ellos. Otra de las áreas es Antigüedad tardía, corresponde a la época en que los visigodos constituyeron un extenso reino en la península, pero acaba en el siglo VIII. Siglo en que los árabes llegan a España en el año 711, constituyendo un Mundo medieval en el que durante ocho siglos musulmanes y cristianos compartirán territorio, economía y cultura. De la cultura al-Ándalus se muestran sus aportaciones técnicas y científicas, sus creaciones arquitectónicas, decorativas y artesanales y su influencia en el mundo cristiano.La etapa más cercana en el tiempo a nosotros es la Edad Moderna, donde destaca la unificación política de la actual España, a través de las dinastías de Austrias y Borbones. Aquí es donde termina la exposición cronológica, puesto que es el momento de la creación del museo.
A partir de este punto, descubriremos la Historia del museo y una exposición clave para entender el origen de la historia de la humanidad en Oriente próximo antiguo. De forma particular en las milenarias culturas de El Nilo, Egipto, Nubia y Grecia. Para finalizar la visita conoceremos La moneda, algo más que el dinero desde un punto de vista social y genérico.