El
coaching para niños es la labor que realiza un profesional
para acompañarlos y ayudarles a impulsar su desarrollo personal. El propósito es que exploten al máximo su potencial mientras aprenden a
autoconocerse. Para ello, les descubren, a través de un lenguaje adaptado a su edad, los muchos mecanismos de que disponen, aunque no lo sepan. Porque incluso los errores pueden ser una oportunidad para aprender. Así lo piensa
Gabriela González García, educadora y experta en desarrollo personal integral para mujeres y niños, que nos explica con detalle en qué consiste trabajo.
Empezaremos por describirlo de manera sencilla: se trata de
un proceso de transformación en el que el
coach (entrenador) y el
coachee (quien recibe el
coaching) trabajan para mejorar los resultados de este último en diferentes áreas de su vida. Estas son las bases del procedimiento y lo que se pretende alcanzar.
Qué trata de conseguir
En el desempeño de su función,
el profesional buscará liberar los talentos innatos del menor. Y también capacitarlo para descubrir sus propios recursos e incrementarlos. El hecho de cumplir estos objetivos tendrá un efecto muy positivo a lo largo de toda su existencia. Porque este conjunto de habilidades es crucial para establecer y mantener relaciones interpersonales satisfactorias, así como para llevar una vida interior feliz y saludable.
Es conocida la repercusión que tienen las experiencias y los aprendizajes de la infancia en el individuo adulto. Las extensas
investigaciones realizadas por la Universidad de Harvard destacan
la importancia de enfocarnos en fomentar el desarrollo integral del niño desde temprana edad. Asimismo, subrayan la trascendencia de concienciar a los padres para que se impliquen en él.
Una colaboración de gran valor
Y es que, aunque la prioridad para el
coach es el menor, debe también trabajar mano a mano con los progenitores.
Ellos son espejos en los que un hijo se mira. Y en el contexto familiar constituyen el eje fundamental. Son personas en las que confía, con las que necesita vincularse afectivamente y cuya actuación se configura como modelo.
A través de ellos, los niños aprenden contenidos, valores, comportamientos y actitudes, así como el funcionamiento de los sistemas de la sociedad.
Por eso, es tan necesario que los adultos sepan cómo actuar. Para hacerlo de la mejor manera y poner en marcha toda esa información que deben trasmitir, pueden recurrir a la guía y la ayuda de un
coach especializado.
¿Qué ofrece el 'coaching' para niños?
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Brindan acompañamiento y recursos para su desarrollo | Fuente: Canva[/caption]
1. Herramientas para la fortaleza
Hay personas conocedoras, desde temprana edad, de los valores, habilidades y recursos necesarios para caerse y volverse a levantar.
Otras, en cambio, poseen unos cimientos más frágiles e ignoran que disponen de mecanismos internos para valerse por sí mismas. Y suelen encontrar mayores dificultades a la hora de superar los obstáculos que se les presentan en la vida.
Cuando se produce este tipo de carencia, la labor del
coach puede constituir un gran apoyo.
Su misión es ofrecer un conjunto coordinado de acciones orientadas a mejorar su desenvolvimiento en el día a día, de modo que llegue a alcanzar su pleno potencial.
2. Acompañamiento integral
El
coaching para niños permite a estos disfrutar de una existencia más plena, con significado, coherente y feliz. Además, es un medio para conocerse mejor y aprender a valorarse. Muchas familias buscan su ayuda para que acompañe a sus hijos de una forma integral.
El objetivo es tratar todas las áreas de la vida para desarrollarlas de manera equilibrada y con mayor bienestar.
Cumplir estas metas no solo aporta una gran seguridad a los hijos. También a los padres. Porque a medida que la nueva situación de vivir acompañados de un
coach se va integrando en el entorno familiar, se desvanece esa pregunta tan habitual de ‘¿lo estaremos haciendo bien como padres?’.
Objetivos y planos de trabajo para alcanzarlos
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Crecer con confianza y autoestima marca la diferencia | Fuente: Canva[/caption]
El proceso de aprendizaje interno les permitirá vivir de una forma más alineada con sus necesidades profundas.
Para conseguirlo se tratan diferentes aspectos emocionales, psicológicos y técnicos. El resultado será alcanzar las siguientes metas en diversos planos:
1. Impulsar su autoestima
- Amarse más a sí mismos.
- Comprenderse mejor.
- Fortalecer su autoconfianza.
2. Estimular su inteligencia emocional
- Identificar y entender sus propios sentimientos.
- Comprender mejor sus estados emocionales.
- Gestionar estos de una manera constructiva.
- Regular el comportamiento propio.
3. Enseñarles a valorar sus capacidades
- Descubrir su verdadera esencia.
- Reconocer, potenciar y expandir sus talentos únicos.
- Conocer sus pasiones y habilidades innatas.
4. Fomentar su independencia
- Averiguar con claridad qué es lo que quieren para su vida.
- Afianzar su sentido de la responsabilidad.
- Ser más independientes y resolver sus problemas por sí mismos.
- Sentirse más seguros y actuar con mayor confianza.
5. Potenciar sus competencias sociales
- Interpretar mejor el estado emocional de los demás.
- Fortalecer el sentimiento de empatía.
- Establecer y conservar las relaciones con los otros.
- Comunicarse de un modo más efectivo.
Queda un último un aspecto del
coaching infantil de suma importancia. Que, gracias a él,
una de las grandes herramientas que encuentran los niños, además de las enumeradas anteriormente,
es la de desarrollar la resiliencia. Una habilidad esencial que les ayudará a adaptarse a los cambios y trascender situaciones de forma más amable y efectiva.