Nuestros hijos no solo deben dar las gracias de una manera mecánica. La gratitud debe nacer de su corazón. Tenemos que incentivar a nuestros hijos a que sean agradecidos desde pequeños con sus abuelos, hermanos y amigos.
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Psicología y salud mental
5 Consejos para lograr que nuestros hijos sean agradecidos y conseguirlo

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- Sapos y Princesas Psicología y salud mental
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Publicado: 02/12/2017 ·07:00
A los padres no nos gusta que nuestros hijos sean desagradecidos. La gratitud es un sentimiento que deben desarrollar desde pequeños y que se puede motivar desde la familia. No se trata solo de que digan “muchas gracias” sino que sean agradecidos de corazón siempre con los demás.
“Agradecer no es compararse con otros que están en una situación más difícil, sino que requiere apreciar los aspectos positivos de la situación que tiene actualmente”, señala el experto en neurociencia Alex Korb en The Grateful Brain. Ser agradecido nos lleva una espiral de actitud positiva y energía en la que incluso nos podemos encontrar físicamente mejor.
Los adolescentes agradecidos son más felices y están más satisfechos con sus vidas, amigos, familia y consigo mismos. Además, son jóvenes más comprometidos y responsables. Estar agradecidos aumenta su bienestar y les hace tener una visión más objetiva del mundo que les rodea.
Si queremos que nuestro hijo sea agradecido, tenemos que dar ejemplo con nuestro comportamiento. Si ven que nosotros nos sentimos agradecidos con nuestra vida, nuestra familia y nuestro trabajo, lo verán como algo positivo y nos imitarán. La gratitud como cualquier otro sentimiento se puede potenciar y fomentar desde la familia. Al principio dependerá de los resultados. Nuestros hijos se sentirán agradecidos cuando las cosas les salgan bien o cuando nosotros reforcemos de forma positiva sus actitudes. Pero si potenciamos la gratitud todos los días, este sentimiento se irá asentando en su personalidad y formará parte de su carácter. Tenemos que enseñar a nuestros hijos a dar las gracias por las pequeñas cosas. Por la comida de cada día, por su familia o por los detalles diarios que tienen con ellos, los profesores, los amigos o los abuelos con ellos.
Nuestros hijos no solo deben dar las gracias de una manera mecánica. La gratitud debe nacer de su corazón. Tenemos que incentivar a nuestros hijos a que sean agradecidos desde pequeños con sus abuelos, hermanos y amigos. Os vamos a dar varias pautas para fomentar la gratitud en los niños y conseguirlo poco a poco.
Si somos agradecidos con los que nos rodean, nuestros hijos copiarán nuestro ejemplo. No solo tienen que ver que damos las gracias a los profesores, a los amigos y a los familiares, sino que tenemos que manifestar detalles de agradecimiento. Además, debemos construir y rodearnos de relaciones positivas. La gratitud no se puede imponer a los niños y mucho menos a los adolescentes. No les podemos obligar a ser agradecidos. Tiene que ser una actitud natural en nuestra vida cotidiana. Otra buena idea contarles todo lo bueno que nos ha ocurrido en nuestro día. Podemos expresar nuestro agradecimiento por cada momento positivo de la jornada.
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