Aunque en el futuro no todos los trabajos necesitarán programación, sí necesitarán manejar el ‘Pensamiento Computacional’. Este tipo de pensamiento es una forma de procesar. Se basa en formular o resolver problemas haciendo uso de instrucciones ordenadas (algoritmos) para llegar a la solución. Su proceso enseña cómo abordar grandes problemas, dividiéndolos en una secuencia de problemas más pequeños y manejables. Así, se abstraen modelos del mundo real para centrarse en los aspectos más relevantes y pasar de soluciones específicas a generales.
Como el inglés fue para nuestra generación, el software lo será para la suya. El código es el nuevo lenguaje universal.
De ahí la importancia del uso de este enfoque, ya que va más allá de la programación. Campos tan diversos como la economía, la ingeniería, la física, la medicina, la arqueología, y la música están aplicando el pensamiento computacional. Esta habilidad ayuda a comprender y dominar la tecnología y resolver problemas en casi cualquier disciplina.
Para ello debemos enseñar a nuestros hijos a pensar con este enfoque. A cómo identificar y comprender las necesidades, así como también a expresar la lógica visualmente. Enseñarles cómo funciona la tecnología, para que puedan comprender todas sus posibilidades y luego que usen su imaginación para innovar y así hacer de este mundo un lugar mejor.