El próximo curso escolar llegará a la Comunidad de Madrid con una novedosa medida. Denominada 'patios abiertos', se traducirá en que los centros educativos de la región no cerrarán sus puertas tras las horas lectivas. Concretamente, se permitirá hacer uso de determinados espacios, en los que los niños podrán jugar, hacer deporte, leer, estudiar o, sencillamente, socializar. Una alternativa a otras actividades poco deseables como la exposición a las pantallas o a aquellas desarrolladas fuera de la vigilancia de los adultos.

El colegio, una extensión vigilada del entorno urbano

En esencia, se trata de una propuesta que convertirá los recintos en una parte más del barrio o la localidad en cuestión. Con la diferencia de que los alumnos estarán más controlados y permanecerán alejados de posibles amenazas que, en cambio, sí estarían muy presentes en la vía pública. Y es que los propios colegios e institutos ejercerán una supervisión continua que minimice la irrupción de inconvenientes. El personal encargado de hacerlo podrá contratarse gracias a las ayudas económicas que el ejecutivo regional entregará a los municipios. Estos monitores velarán, en todo momento, por el bienestar y la seguridad de los menores; también vigilarán que el uso que den a las instalaciones sea el adecuado y no conlleve ningún peligro. [caption id="attachment_265304" align="aligncenter" width="1200"] Patios abiertos, una extensión controlada del espacio urbano | Fuente: Canva[/caption]

Qué partes de los centros estarán disponibles

Serán los ayuntamientos los que determinen los detalles que terminarán de dar forma a cada iniciativa específica. Además de gestionar la apertura de las instalaciones por las tardes y de garantizar su buen funcionamiento, decidirán qué partes estarán disponibles. El patio, las pistas deportivas y las bibliotecas son, de entrada, las más previsibles. No obstante, cada localidad podría optar por restringir alguna de las mencionadas zonas. O incluso por ampliar la propuesta a otros espacios que consideren oportunos. Tras valorar las necesidades específicas de su población, cada consistorio diseñará un proyecto con los pormenores que considere más oportunos.

Quiénes podrán acceder a los entornos habilitados

Una de las grandes novedades es que no solo quienes estén matriculados en el centro tendrán la ocasión de beneficiarse de esta medida. También podrán acceder a los espacios asignados otros niños, siempre y cuando su edad se encuentre dentro del rango de la del alumnado. De esa manera, se incentiva la convivencia entre estudiantes de diferentes instituciones, que dispondrán de un lugar común para encontrarse al finalizar las clases.

Una apuesta por el tiempo libre de calidad

Por otra parte, una de las principales intenciones de la Comunidad de Madrid pasa por fomentar alternativas de calidad para el ocio infantil. Un tiempo libre que también puede albergar propuestas provechosas, dentro de un contexto en el que nuestros hijos e hijas puedan relacionarse, jugar, moverse, leer o estudiar con tranquilidad después de su jornada escolar. [caption id="attachment_265291" align="aligncenter" width="1200"] Los patios abiertos fomentan la socialización de los niños | Fuente: Freepik[/caption] Al tener la posibilidad de hacerlo, se resta protagonismo a otras opciones mucho menos favorables como:

1. La exposición excesiva a las pantallas

El uso abusivo de los dispositivos electrónicos es una práctica cada vez más extendida entre los menores de nuestro país. Permanecer en entornos que fomentan la lectura, el deporte y la socialización, a diferencia de encontrarse aislados en los domicilios, contribuye a quitar espacio a la exposición a las pantallas.

2. La sobrecarga de actividades extraescolares

Las actividades escolares tienen diferentes beneficios para los niños, tanto a nivel físico como intelectual. Sin embargo, la sobrecarga de estas propuestas invade el necesario espacio del que deben gozar otras de carácter no estructurado. Un escenario que les priva del aprendizaje resultante de ser ellos mismos quienes las organizan y las gestionan.

3. Los entornos sin el control de los adultos

Los periodos no lectivos pueden constituir una puerta de acceso a determinados entornos poco saludables, especialmente a partir de la adolescencia. Los patios abiertos también llegan para combatir dicha posibilidad. Al contar con la supervisión de monitores cualificados, se ejercerá un control constante para prevenir conductas perjudiciales.

Ayuda para la conciliación de los padres

Muchos padres y madres se encuentran con severas complicaciones a la hora de conciliar su vida laboral con la personal. Para que los niños no se queden solos, a veces resulta inevitable recurrir a la ayuda de familiares o a la contratación de profesionales del cuidado infantil. Sin embargo, gracias a esta medida se abre ante ellos una nueva opción. Y es que, además de abrir en horario vespertino, se contempla que los centros educativos también puedan hacerlo durante periodos no lectivos. Como, por ejemplo, los previos al comienzo del curso, cuando los adultos normalmente ya se han incorporado al trabajo. O durante las vacaciones de Navidad y Semana Santa, en las que las jornadas sin clase se extienden mucho más allá de las festivas.