¿Para qué nos sirve la tristeza?
Tiene, como las demás manifestaciones anímicas, una importante misión para con nosotros, y es la de recolocarnos por dentro, en un nuevo orden, cuando hemos sentido algo como una pérdida (puede ser una persona, pero también una mascota, un estilo de vida, un objeto u otro hecho transcendental para nosotros). Es una emoción lenta y tranquila que necesita su tiempo para hacer su trabajo: rellenar el vacío que sentimos y salir reforzados y un poquito más sabios. En un mundo con prisas y centrado en estar de cara a la galería, la tristeza no está de moda, así que solemos temer su aparición y pocas veces le abrimos la puerta, hasta que es demasiado tarde. Entonces, cuando hay muchos pequeños vacíos que rellenar, al menor descuido, ¡zasca!, entra de golpe y nos acompaña unos cuantos meses. Es la depresión. Es cierto que a veces nos cuesta entender la tristeza, como cuando un niño pequeño se desespera por perder un objeto. Hay que explicar que no es por el objeto en sí, sino por el vínculo emocional que ha creado con él. Así, perder el osito de peluche puede significar la desaparición de la calma y el consuelo, lo que podría sumirlos en un mar de lágrimas. En estos casos seguramente ayude decirle “¿quieres que busquemos otro muñeco que te consuele?”“He conocido a la señora Tristeza y ya no me asusta” Ana, 13 años
Ana es una preciosa adolescente que estaba muy ocupada en mostrar su belleza y su estilo tanto en las redes como en clase. Pero en unos campamentos, donde las relaciones acostumbran a ser más verdaderas, confesó que por muchos likes que recibiera, no conseguía sentirse bien. La apatía y la desilusión la acechaban con fuerza, decía, y eso la asustaba porque no lo entendía, ya que todo en su vida era “supuestamente perfecto”. Es vital conectar con nuestra alma, pues suele decirnos un montón de cosas, y por supuesto, conocer la importante misión de la señora Tristeza para no temerla ni negarla cuando se nos acerque, porque nos está avisando de que por ahí dentro hay algo que no está en orden. Pero a Ana eso ya no la asusta, y ¡ahí está la clave! La ha conocido y legitimado, le ha adjudicado su lugar y le ha dado permiso para entrar cuando esta señora se dé cuenta de que algo no está bien. Invitemos de vez en cuando a cenar a la señora Tristeza para que haga lo que tenga que hacer, y nos convierta de paso en una mejor versión de esa persona que habita bajo nuestra piel.Recursos para regularla
1. Ser conscientes
El primer paso es el de darnos cuenta, detectar cuándo le está rondando a nuestro hijo o hija. ¿Lleva unos días apático? ¿Le cuesta levantarse? ¿Nada le ilusiona? ¿Encuentra pegas a todo? Pregúntale, del 1 al 10, “¿cuánta tristeza, desilusión o apatía sientes?”. Ponerle nota facilitará que tome consciencia. Y si está más de cuatro o cinco días seguidos por encima del 7 en tristeza, desánimo o desmotivación, busca ayuda, ya que, con esta emoción, no podemos jugar.2. Naturaliza sus lágrimas
Si no soportas verlo llorar, pregúntate “¿Qué me pasa a mí con su aflicción?” ¡Que no nos asuste! Llorar es natural y bueno, no se lo neguemos. Cambia el “no llores” por “llora tranquilo, mi amor, y luego hablamos de tu tristeza”. O abrázalo diciéndole “sea lo que sea lo que te pase, yo estoy aquí”. Recordemos que no siempre podremos solucionar sus problemas, pero no pasa nada porque son mucho más fuertes de lo que creemos.3. Indaga un poco más
Hazle esta otra pregunta también: “¿Qué sientes que has perdido o te falta?” (algún amigo o amiga, una creencia, alguna ilusión, una expectativa). Que te señale, además, en qué parte del cuerpo localiza ese vacío o dolor.4. Aprovecha la alegría
¡La emoción más motivadora que sentimos los humanos, la alegría! Anímalo cambiando su narrativa, ese cuento de derrota que se estará contando, por ejemplo, diciéndole “esto también pasará”, para que conecte con las esperanzas, o “todo está bien, no hacía falta hacerlo perfecto”. En resumen, si conocemos a la señora Tristeza ¡no nos asustará! ¿Quieres crear climas emocionales positivos en casa o en el aula para compensar el desánimo o la tristeza? Descárgate aquí las superfrases de la Dinámica 'Ser un Generador de Estados de Ánimo Positivos'.
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