La llegada del bebé es un acontecimiento para todos y nos llena de felicidad. Pero, también, vemos que nuestra vida se transforma. La unidad familiar cambia y donde más se puede apreciar es en las actividades de nuestros momentos de ocio. De repente, los padres nos encontramos con que hemos “perdido” nuestro espacio, y necesitamos organizarnos de forma diferente. El tiempo deja de ser algo en exclusiva para adultos, para ser un tiempo compartido donde nuestros hijos marcan el ritmo de todos. Incluso, hay veces que nos descubrimos diciendo: “sacrifico mi fin de semana por mis hijos”. Pero, ¿por qué no plantearnos una nueva perspectiva? Día a día descubriremos cómo el bebé va creciendo, aprendiendo y absorbiendo lo que le mostramos. Podríamos también enseñarle lo que nos gusta hacer en nuestro tiempo libre, y así ir enganchándole también a él. Existe un gran abanico de actividades que nos ofrece la ciudad, y seguro que habrá alguna que se ajuste a nuestros gustos y a la edad de nuestro niño. Nuestros bebés crecerán y nosotros podremos estar a su lado, si desde muy pequeños compartimos nuestros mejores momentos, nuestros momentos de ocio, donde ambos nos divertimos. De este modo, desde el inicio, será más fácil comunicarnos con nuestros hijos. Aprovechemos esta oportunidad y disfrutemos nosotros también junto a ellos. Puede parecer un tanto complicado, pero creo que merece la pena y, además, tenemos años por delante para lograrlo.