Las
redes sociales son parte de nuestra rutina y, por supuesto, de la de nuestra familia. Y nuestros hijos cada vez viven más pendientes de ellas. Además, desde hace unos años es fácil encontrarse a jóvenes y
niños youtubers a los que otros siguen y que tienen gran influencia. De hecho, nuestros hijos también pueden ser uno de ellos. Sean seguidores o seguidos, existe una
sobreexposición de los menores en internet (muchas veces permitida y promovida por los propios padres) y esto implica una serie de consecuencias a nivel emocional. De ello va a hablarnos la
psicóloga y pedagoga Nuria Llorente.
Niños youtubers: potenciales efectos psicológicos
1. Distorsión de la realidad
La relación de los niños con el mundo debe ser lo más real posible. Si su contacto con el entorno se efectúa a través de las redes, es probable que se produzca en ellos una
distorsión de la realidad. Su percepción puede desvirtuarse o malinterpretarse, incluso es posible que se den las circunstancias propicias para que entiendan como reales los vínculos afectivos que se generen en internet.
Este hecho supone un riesgo de que, una vez se expongan al mundo no virtual, se produzca una
falta de comprensión de las reglas de las relaciones cotidianas. Es decir, entender el mundo de YouTube no implica saber cómo gestionar las amistades en el colegio o en el barrio, por ejemplo.
2. Alteración de su personalidad
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En las redes tienden a magnificarse las cosas, y eso tiene sus riesgos | Fuente: Canva[/caption]
Como sabemos, los mensajes recibidos a través de los medios digitales a veces son dañinos o exagerados, lo que hace que el menor se exalte de manera desproporcionada. Cuando se magnifican o menosprecian aspectos del niño, existe un elevado riesgo de que repercuta en su imagen, su autoconocimiento y su
personalidad, y que, por tanto, influya negativamente en su desarrollo como persona.
3. Intolerancia a la frustración
En el caso de que, a raíz de su actividad en las redes, se produzca un éxito económico, los padres deben ser muy cuidadosos con que sus hijos no pierdan la
capacidad de tolerar la frustración. Para lograrlo, lo más aconsejable es que el niño o la niña no consiga todo lo que desee a través del dinero, a pesar de tener la posibilidad de hacerlo.
4. Depresión o ansiedad
Es cierto que los efectos negativos de la sobreexposición a las redes se manifestarán de diversas formas dependiendo de
las características personales del menor, así como de otros factores mediadores como la familia. Sin embargo, no hay que descartar la posibilidad de que, ante todas las circunstancias mencionadas anteriormente, se enfrente a problemas de
ansiedad y de conducta, incluso a una depresión infantil. Una de las posibles causas es la imposibilidad de gestionar los conflictos que surjan, como, por ejemplo, los insultos constantes de seguidores maleducados.
Cómo gestionar la sobreexposición de los niños youtubers a las redes
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Necesitan prepararse tanto para el éxito como para el fracaso | Fuente: Canva[/caption]
1. No proyectarnos en ellos
En primer lugar, conviene hacer una reflexión sobre el motivo por el que los niños van a dedicar tiempo y esfuerzo a crear vídeos para subirlos a alguna plataforma. Los padres tenemos que intentar
no proyectar en los hijos nuestros anhelos y deseos a costa de su bienestar. Valoremos si, con la fama de los niños en YouTube, pretendemos conseguir un triunfo personal que en otros ámbitos no logramos como adultos. Tienen que ser lo que ellos quieran ser de acuerdo con sus posibilidades, fundamentalmente emocionales.
2. Educación emocional
Para
evitar el impacto negativo de la sobreexposición de los niños
youtubers a las redes, resulta imprescindible ofrecerles una adecuada
educación emocional y ética. La gestión adecuada del éxito, el fracaso, las burlas y los halagos será fundamental para un sano desarrollo.
No se trata, por tanto, de evitar que nuestro hijo tenga un canal en YouTube, que es una opción de cada familia, sino de
velar por su correcto progreso afectivo. Somos los responsables de su proceso educativo. La afectividad en todo lo que hagamos juntos les ayudará a tener serenidad,
seguridad en sí mismos y confianza en el mundo que les rodea. Todo ello reforzará su capacidad para
aceptar situaciones adversas como las que se puede encontrar en el mundo virtual, y por descontado, también en la vida real.