Ante todo, mucha calma
Cuando estalla, es una situación estresante, tanto para el adulto como para el niño que lo está sufriendo. Y, precisamente por eso, hay que actuar de una forma pausada, calmada, desde el amor y el respeto. Nunca debes tomarlo como un ataque personal, ya que no lo es. “No lo cojas en brazos, que se va a acostumbrar”. Cuántas veces hemos escuchado esta frase que está totalmente apartada de la realidad. El niño demanda afecto y contacto de sus padres. Cuando llora, necesita que alguien lo acompañe desde el respeto y el amor incondicional; no elevar su nivel de estrés escuchando más gritos.Una manera de avisar de que algo no va bien
Igual que un despertador, una alarma o el timbre de casa tienen un sonido que nos avisa de algo, el niño, con su llanto, te está advirtiendo de que tiene una necesidad. Es el momento de ponerte manos a la obra, agacharte, situarte a su altura, conectar con un tono suave de voz y con la mirada, preguntarle qué le pasa, en qué le puedes ayudar. Nosotros solo escuchamos su llanto, pero en ese instante está cargado de frustraciones, emociones no gestionadas, tensión, sobreestimulación o dificultad para comunicar su problema, que pueden ser cansancio, miedo, inseguridades, hambre, sueño o falta de afecto, entre otras.Qué hacer cuando se produce el desborde emocional
1. Mantén la calma
No le grites ni pierdas el control; de este modo lo único que conseguirás es que esa situación tan estresante para todos se convierta en una lucha de poder. El niño se frustrará más de lo que está, tendrá miedo y no se sentirá comprendido ni escuchado, por lo que aumentará el enfado. Trata de conectar con él. En estas circunstancias no conseguirás argumentos, por lo que no es momento de grandes sermones. Si crees que no puedes estar en la zona de conflicto en calma, sal de ella o delega en otra persona.2. Anticípate
Por ejemplo, si un motivo de enfado puede ser que tenga hambre, asegúrate de llevar siempre algo de comer contigo. O, si siempre te pide el mismo juguete, acuérdate de cogerlo cuando salgáis de casa.3. Baja a su altura
Mírale a los ojos, escucha y háblale con calma. Valida su emoción, dale sentido a lo que ha pasado verbalizando lo ocurrido con empatía y amabilidad.4. Respeta sus emociones
Es importante que el niño entienda que no está mal llorar ni sentirse así. No menosprecies el motivo de su enfado con frases como: “no es para tanto”, “no llores”, “se llora por cosas más importantes” y otras por el estilo. No le compares: “mira, tu amiga no está llorando”. No le ridiculices: “pareces un bebé”. Ni le imites, ya que lo está pasando mal, está sufriendo.5. Dale tu comprensión
El niño en este momento no precisa ser juzgado, sino que demanda comprensión. No le dejes solo, jamás le ignores, no le eches nada en cara. Quédate a su lado, que te vea presente. Manifiesta tu amor incondicional.6. Muéstrate disponible
Cuando tu hijo llora, te necesita. Si, por su nivel de estrés, te dice que te vayas, te puedes apartar un poco sin salirte de su área de visión y decirle: “estoy aquí por si me necesitas”.7. Establece contacto físico
Ofrécele un abrazo u otra forma de contacto físico. Si en ese momento no quiere, espera unos segundos y vuelve a preguntárselo. No se lo des a la fuerza, ni le cojas en brazos o sujetes si no lo desea; así únicamente conseguirás aumentar su frustración y su nerviosismo.8. Ayúdale a gestionar el enfado
Es importante canalizar toda esa frustración. Puede ser con respiraciones, un abrazo o unos mimos, por ejemplo.9. Soluciones, no culpables
Una vez haya bajado el nivel de tensión, hay que empezar a buscar soluciones al problema, no culpables. Proponle alternativas: “Entiendo tu enfado, se te ha roto el juguete, ¿qué te parece si lo arreglamos entre los dos?”10. Expresa tú también tus sentimientos
Comparte tus propias emociones: “Yo también me he enfadado, no me ha gustado que me gritaras”.
Prueba
Lorem ipsum dolor, sit amet consectetur adipisicing elit. Nobis dolorum modi dolores beatae atque eaque. Quia necessitatibus veritatis tempora quibusdam tenetur quas, dignissimos atque id modi eveniet, dolores harum eos!