Los niños, desde que nacen, comienzan a poner en marcha una serie de habilidades que irán marcando su crecimiento. Nos referimos al lenguaje y la comunicación, la motricidad fina y el desarrollo motor. A través del juego y de la exposición a nuevas situaciones, avanzarán en su evolución física, cognitiva y emocional. Por eso es tan importante estimularlos con propuestas adecuadas a cada edad. Aquí nos centraremos en la estimulación temprana en niños de 1 a 2 años, aunque también hay otras actividades específicas para hacer antes —durante su primer año de vida— y después, de los 2 a los 3.
Actividades y ejercicios de estimulación temprana para bebés de 1 a 2 años
Los niños de esta edad están ansiosos por descubrir lo que les ofrece el mundo a su alrededor. El juego es el motor del crecimiento y hay muchos elementos y ejercicios que potencian su disfrute y les ayudan a desarrollarse.
1. Juego y pesca con bandeja flotante
Se necesita una bandeja con agua, un colador, animales de goma, flores y corchos. Se coloca todo en la bandeja, con el agua, y se les deja jugar e interactuar con los objetos. Más tarde, se les indicará que deben sacar todo lo que está flotando con un colador.
2. Torres con cajas
Hay que apilar varias cajas de cartón pintadas de diferentes colores, meter unas dentro de otras y hacer estructuras. También, pueden meterse ellos mismos dentro. Podéis jugar a juegos de colores y que los vayan identificando; les servirá para activar el desarrollo racional.
3. Cesto y cajas de los colores para clasificar
En una bolsa se meten objetos de diferentes colores, por ejemplo, rojo, azul y amarillo. Fuera, se colocarán tres cajas, una pintada de rojo, otra de amarillo y otra de azul. Los niños sacarán los objetos del cesto y los irán colocando en sus cajas correspondientes.
Otra opción es hacer esto mismo con hueveras y con papeles de colores, pintando el fondo de las cavidades con los colores primarios.
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4. Botellas sensoriales
Se necesitan botellas de plástico, legumbres y agua. Cada niño tendrá que rellenar las botellas con lentejas y garbanzos (practicarán así la pinza con sus dedos). Una vez tengan una cantidad suficiente (aproximadamente la mitad), habrá que cerrarlas, poniendo cinta adhesiva alrededor del tapón. También, se pueden rellenar con arroz, agua y objetos flotando dentro.
5. Plastilina casera fácil de hacer
Para elaborarla se necesitan tres tazas de harina, una de sal fina y otra de agua, de dos a cinco cucharadas de aceite (de girasol u oliva) y colorante alimentario (opcional).
Lo mejor es animar a los pequeños a que sean ellos mimos quienes mezclen los ingredientes en el cuenco para ejercitar la motricidad fina. Una vez hecha la masa, podrán manipularla con las manos y con moldes (que pueden hacerse con tubos de papel higiénico) y hacer figuras.
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6. Bolsa para despertar los sentidos
Para esta actividad de experimentación se necesita una bolsa con cierre hermético, espuma de afeitar y témperas de colores.
En la bolsa debemos meter un poco de espuma de afeitar y unas gotas de pintura. Los niños tendrán que hacer una mezcla de colores tocando y apretando la bolsa.
7. Estampar con sellos caseros y témperas
Para la realización de este taller de estimulación temprana para niños de 1 a 2 años solo se necesita papel, pintura, corchos y rotuladores.
En un papel se dibujará algo que el niño reconozca y, con corchos mojados en pinturas, que previamente se habrán colocado en un recipiente amplio, irán coloreándolos. Las figuras pintadas se pueden recortar y pegarles una pajita por detrás para crear marionetas, que se utilizarán, más tarde, para contarles cuentos.
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8. Circuitos de motricidad
Hay que colocar obstáculos (cojines, alfombras, cajas o sillas) para que el niño los tenga que sortear, pasando por encima, por debajo o rodeándolos. El objetivo es que consiga el tesoro que está al final del circuito. Será un paquete envuelto que contenga cualquier cosa que le guste, como un juguete, unas galletas o una pieza de fruta.
9. Carretera con curvas
Un masaje es la forma perfecta para conseguir que los niños se relajen. La idea es pasar un coche de juguete pequeño por sus piernas, espalda y brazos como si fuera una carretera.
10. Collage al gusto
En un papel de tamaño suficientemente grande, deja que los niños peguen libremente pegatinas de diferentes colores y formas. Se puede hacer lo mismo con pequeños trocitos de papel de colores recortados previamente.
11. Pasarela de disfraces
Terminamos con una propuesta ideal para pasar una divertida tarde en familia: sacar las prendas del baúl de los disfraces para convertirse en un personaje de cuento y favorecer la comunicación simbólica y la representación.
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Joana Gomariz
Escuela Infantil Sus Pequeños Pasos
