Si criar a nuestros hijos es uno de los roles más importantes que asumiremos a lo largo de nuestras vidas,
¿cómo es que no existe un manual definitivo para ser mejores padres?
Durante décadas, diferentes psicólogos, investigadores, pediatras y expertos en desarrollo han creado libros que buscan ser esa guía única sobre crianza, pero
cada familia es distinta y tienen necesidades y desafíos tan específicos que terminan desacreditando cualquier texto. A pesar de esto, hemos investigado sobre
diferentes estilos de crianza para que podáis crear una guía especial con lo que os conviene de cada uno.
https://youtu.be/4lKGVfpO2-Q
Los estilos de crianza más conocidos y aplicados actualmente
Nació de las memorias de un profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de Yale, en Estados Unidos.
Invita a los padres a ejercer una presión intensa sobre sus hijos para alcanzar logros académicos. Aunque algunos lo implementan, un estudio realizado por
Developmental Psychologist reveló que los padres tigres en realidad tenían un promedio más bajo del que exigen a sus niños, y que su severidad difícilmente los lleva al éxito académico.
Es uno de los más modernos, alcanzando su reconocimiento en 2018, después de que un maestro publicara un ensayo
condenando la intromisión de los padres en el desarrollo de sus hijos. Los padres cortacésped eliminan cualquier obstáculo que pueda interponerse en el camino de los niños y se esfuerzan para que este no se enfrente a las adversidades normales o experimente el fracaso.
Aunque lo hagan con la mejor intención, los psicólogos ven un riesgo clave al criar a los niños sin noción de mecanismos de afrontamiento adecuados, ya que al alcanzar la adultez serán más propensos a sufrir de ansiedad, depresión o adicciones.
Seguro conoces a más de uno así, o eres tú. Los padres helicóptero son esos que rodean a sus hijos todo el tiempo para protegerlos de cualquier daño que puedan percibir. Este tipo de crianza, sin duda, viene de un lugar de amor, pero puede llevar a la pérdida de control de los padres queriendo sobreproteger a los niños.
Los especialistas indican que este tipo de crianza se parece mucho a la cortacésped y tiene las mismas consecuencias, incluso afecta a los padres que se mantienen estresados por no poder proteger a sus hijos.
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Fuente Pixabay[/caption]
La psicóloga Diana Baumrind identifica
tres estilos de crianza generales diferentes: padres autoritarios, estrictos y que exigen obediencia; padres permisivos que ponen pocas reglas para no crear separación con sus hijos, y
padres autorizados que son una mezcla de ambos estilos, y aunque este método es el más beneficioso, la mayoría opta por el primero.
“Durante más de 25 años, la crianza autoritaria se ha relacionado con los aspectos positivos de muchos estudios, este método forma niños lejos de la delincuencia, más sanos mentales y con mejor rendimiento, sin embargo no hay que abusar de él”, explica Baumrind.
5. Los padres faro
El doctor Kenneth Ginsburg registró este término al publicar el libro
Raising Kids to Thrive, para hacer referencia a esos
padres que se mantienen al margen. “Se trata de saber cuándo dejar que los niños monten las olas y cuándo ayudarlos antes de que se estrellen con las olas. (...) Parece ofrecer un equilibrio saludable que lleva al niño a la independencia”.
Aunque la frase fue popularizada por el pediatra William Sears en 1980 cuando publicó
The baby book, la idea detrás de este enfoque fue descubierto por el doctor Benjamin Spock en 1940. Él creía que
los padres, particularmente las madres, estaban creadas para estar en sintonía con su bebé y si lo aprovechaban tendrían una conexión segura.
Actualmente, quienes estudian este estilo de crianza aseguran que dormir con el bebé no genera un apego seguro o un lazo más fuerte, de hecho puede generarles ansiedad.
7. Crianza lenta
Este concepto se ha convertido rápidamente en una tendencia, ya que
busca eliminar todos los estimulantes innecesarios de la vida del niño (
pantallas, dispositivos, compromisos que generen estrés), para que pueda recargarse y perseguir sus intereses más auténticos.
Sin embargo, un estudio publicado en
Journal of School Health, afirma que muchos aspectos de la crianza lenta pueden desmotivar a los niños, pues estos necesitan organización, horarios, actividades y movimiento para desarrollarse y aprender a priorizar.
8. Crianza apacible
Basada en la empatía, el respeto y la compresión,
esta metodología promueve una relación entre padres e hijos basada en las elecciones en lugar de las reglas o demandas. Muchos padres que fueron criados bajo mucha presión prefieren estos estilos de crianza, porque buscan crear autonomía en los niños, pero tienen que asegurarse de poner límites porque si no el niño no entiende hacia dónde debe enfocarse.
9. Paternidad de campo libre
Los padres más libres y seguros apuestan por esta filosofía, que busca a través de la prueba, el error y la toma de riesgos,
que los niños se independicen a medida que van creciendo. ¿Cómo? Por ejemplo que caminen solos a la escuela cuando ya pueden recordar dónde está la casa, que se preparen el desayuno como más les gusta, entre otros.
Prueba
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