1. Reduce la irrupción de gérmenes en el hogar
Para empezar, de lo que no hay duda es de que, en nuestro calzado, los gérmenes están presentes en cantidades mucho mayores de las que podríamos intuir a priori. Una afirmación respaldada por investigaciones como la realizada por el Dr. Charles Gerba, microbiólogo de la Universidad de Arizona. A raíz de este trabajo, se determinó que las suelas pueden albergar millones de bacterias. Para hacernos una idea de la gran concentración de ellas que supone, los asientos de los inodoros suelen acumular en torno a un millar. Por si fuera poco, se calcula que entre el 90 % y el 99 % de estos objetos cotidianos contienen alguna traza de materia fecal. Además, otro estudio, este de la Universidad de Houston, indica que un 40 % de los zapatos presentan la bacteria Clostridioides difficile, caracterizada por su resistencia a los antibióticos y por las fuertes diarreas que provoca. [caption id="attachment_255184" align="aligncenter" width="1200"]
2. Disminuye la entrada en casa de algunas sustancias nocivas
Por otro lado, dejar los zapatos en la puerta puede ser buena idea para impedir la entrada de sustancias nocivas en el hogar. Una de las más comunes es el plomo. Está presente en construcciones antiguas y zonas industriales, y es potencial causante de daños cerebrales, auditivos y digestivos, retraso del crecimiento o problemas en el habla y el aprendizaje. Otro de los riesgos tiene que ver con los pesticidas utilizados en jardines y zonas verdes, así como en cultivos próximos a núcleos de población rurales. Aunque los efectos adversos de mayor gravedad requieren de un contacto estrecho y continuo, la interacción ocasional con estos preparados químicos puede generar irritación cutánea y ocular, tos, mareos, náuseas y diarrea. Si bien estas y otras sustancias nocivas no representan una amenaza urgente para la salud pública, nunca está de más prevenir su entrada en el ámbito doméstico tras haber permanecido en un lugar en el que pudieran estar presentes. Especialmente si, como en el caso anterior, hay niños en edad de gatear o que tienen la costumbre de jugar en el suelo durante periodos prolongados.3. Es bueno para nuestros pies
Aparte de los anteriores, existe otro motivo que justificaría la costumbre de quitarnos el calzado de calle al llegar a casa. Y no es otro que la salud de nuestros pies. Algunos especialistas recomiendan alternar, en el ámbito doméstico, el uso de algún tipo de zapatillas concebidas para tal fin con otros periodos yendo descalzos. [caption id="attachment_255185" align="aligncenter" width="1200"]
- Que proporcionen una sujeción que impida que el pie se mueva en el interior.
- Que dispongan de una suela con amortiguación.
- Que sean transpirables.
- Que no tengan tacón ni cualquier otro tipo de desnivel.
- Que sean reemplazadas cuando los materiales se deterioren con el uso.

Prueba
Lorem ipsum dolor, sit amet consectetur adipisicing elit. Nobis dolorum modi dolores beatae atque eaque. Quia necessitatibus veritatis tempora quibusdam tenetur quas, dignissimos atque id modi eveniet, dolores harum eos!