Aunque no es una premisa universal, lo cierto es que muchos padres de adolescentes se quejan a menudo de que sus hijos apenas salen de la habitación y hablan poco durante las cenas, comidas o reuniones familiares. Esta etapa de la vida está plagada de múltiples cambios, tanto a nivel físico y cognitivo, como emocional y social. Esto, sumado a las preocupaciones asociadas a la creciente madurez y a los nuevos retos que van surgiendo, hace que muchos chicos y chicas se encierren en sí mismos y adopten una actitud más distante. ¿Qué pueden hacer los padres para enfocar la situación de una forma positiva? [embed]https://youtu.be/4ed4L5uB55M[/embed]

Lo primero, empatiza con tu hijo y entiende los cambios que está viviendo

Durante la adolescencia, los jóvenes se encuentran en proceso de construcción de la propia identidad, por lo que es completamente normal que se vuelvan más introspectivos y reservados. En la mayoría de los casos, esta actitud tiende a hacerse especialmente plausible durante aquellos momentos diarios en los que la familia al completo comparte tiempo y espacio, como suele suceder con las comidas y cenas. De hecho, son muchos los que prefieren comer solos en su habitación, demandando así su necesidad de espacio, privacidad y autonomía. Pero, si bien es importante respetar la individualidad de los hijos y empatizar con sus deseos y necesidades, también lo es fomentar la conexión y comunicación. Por tanto, el primer paso sería saber encontrar el equilibrio y entender los cambios propios de esta etapa.

Cómo conseguir que el adolescente hable durante la cena

Cenar en familia de una forma relajada y distendida ayuda a fomentar la comunicación entre padres e hijos, estrechar lazos y compartir experiencias tras una agotadora jornada laboral y de estudios. Pero, ¿cómo podemos animar a los adolescentes a interactuar en la mesa, desde la conexión emocional y sin presiones? Estas estrategias que os compartimos pueden resultaros de utilidad:

1. Crea un ambiente acogedor

Es común que, tras un intenso día de estudios o afrentando desafíos personales, tu hijo se sienta abrumado e incluso tenso. Ayúdale a recargar energías fomentando un ambiente relajado, tranquilo y positivo donde no tengan cabida las críticas ni juicios. Haced de vuestras cenas en familia el mejor momento de la jornada para evadirse y disfrutar.

2. ¡Fuera pantallas!

[caption id="attachment_222820" align="alignnone" width="700"] El móvil y la tele en la mesa son enemigos de la comunicación | Fuente: Canva[/caption] Las pantallas son las grandes enemigas de la comunicación. Por eso, si quieres fomentar en la mesa el diálogo libre de distracciones, es fundamental cenar sin televisión y acordar entre todos dejar los móviles a un lado hasta que hayáis terminado.

3. Comienza dando ejemplo

No podemos pretender que nuestros hijos nos cuenten todo acerca de su vida, si nosotros apenas compartimos con ellos nuestras experiencias, pensamientos o preocupaciones. Utiliza el momento de la cena para contar anécdotas divertidas de tu jornada, exponer los desafíos que te han surgido o hacer un balance general de tu día. Al hacerlo estarás sembrando un clima de confianza y animando al resto de la familia a seguir tus pasos.

4. Escoge temas que le gusten

Una excelente forma de fomentar la comunicación con un adolescente es abordando temas relacionados con sus gustos e intereses. Podéis charlar sobre la música que escucha, las últimas tendencias en moda, los videojuegos que le divierten, el deporte que le apasiona o cualquier tema de actualidad con el que se identifique y se sienta comprometido.

5. Muestra interés por lo que te cuenta

[caption id="attachment_223339" align="alignnone" width="700"] Demuestra un interés real por las cosas que te cuenta | Fuente: Canva[/caption] Cuando tu hijo comience a hablar no lo interrumpas, ni juzgues o critiques lo que cuenta. Por el contrario, muestra un interés genuino en sus comentarios, hazle preguntas abiertas y de curiosidad para conocer más detalles, y escucha activamente sus respuestas.

6. Se paciente y comprensivo

Por último, recuerda que todo cambio requiere de un proceso de adaptación, por lo que es importante ser paciente y comprensivo, así como reconocer que tu hijo puede necesitar tiempo y espacio para abrirse a ti y expresarse sin tapujos. Asimismo, es importante que nunca lo compares con otros (ni siquiera con sus hermanos, en caso de que estos sean más comunicativos), pues cada persona tiene un carácter único y unas necesidades diferentes. Poco a poco, con empatía, respeto y la práctica de estos consejos, podrás conseguir que el adolescente hable durante la cena, creando entre vosotros un ambiente positivo en donde prime la comunicación abierta, sincera y saludable.

• Fomentar la comunicación
• Inteligencia emocional
• Psicología positiva