Propuestas que funcionan para calmar a los adolescentes
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1. Escribir una historia
Esta propuesta encaja en aquellos a quienes les gusta escribir, así que, si es el caso de tu hijo o hija, proponle que cuente su historia sobre un papel en tercera persona. Referirse a sí mismo como un personaje le hará ver con perspectiva una circunstancia estresante. También es una forma de vislumbrar nuevas soluciones para los hechos narrados a medida que redacta los detalles del suceso o la situación. En el caso de que lo suyo no sea la escritura, seguro que querrá omitir este consejo: lo último que desea un adolescente agobiado es emprender una tarea que lo haga sentirse todavía peor. O quizá el inconveniente sea que no quiera ‘hacer pública’ su historia, en cuyo caso hazle saber que no tiene que compartirla contigo ni con nadie.2. Cambiar el escenario
Cambiar el entorno puede ayudar a que su cerebro se recupere de la tensión, la ansiedad o la frustración. El simple hecho de moverse de adentro hacia afuera, de un lugar frío a otro cálido, o incluso de un entorno tenue a uno brillante, les otorga la oportunidad de obtener unos segundos de valiosa distracción mientras enfocan su mente en algo ajeno a su problema.3. Recuperar la conexión a tierra
Esta técnica es simple, casi siempre funciona y cualquier sitio es bueno para realizarla. La ‘conexión a tierra’ devuelve la atención al momento presente. Un método muy fácil de poner en práctica: pídele a tu hijo que observe tres cosas que puede oír, otras tres que puede ver, tres que puede tocar y tres más que puede oler. También es útil percibir los colores del arco iris a su alrededor: encontrar un objeto rojo, uno naranja, otro amarillo, y así hasta completarlos todos. Esta técnica comprobada ayuda muchísimo a que la mente se enfoque y a suavizar los nervios y la ansiedad.4. Descargar tensiones a través del ejercicio físico
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5. Probar el juego de roles como ensayo
El juego de roles es otra opción para practicar cómo manejar situaciones estresantes. Pero, antes de preguntar, considera cuidadosamente si tu hijo se pudiera sentir mal con este recurso. Hay algunos escenarios en los que esto funciona de maravilla, como prepararse para hablar con un maestro sobre las calificaciones. U otros en los que no encaja muy bien, por ejemplo, tener una conversación delicada con un novio o novia. Plantear estos supuestos y hacerle preguntas difíciles que probablemente le haga la otra persona en la conversación puede darle el impulso de confianza que necesita para relajarse.6. Poner su parte lógica a trabajar
Resolver un acertijo, especialmente uno que involucre números, a menudo hace maravillas para calmar a los adolescentes ansiosos. Centrarse en la lógica les obliga a alejarse de sus emociones, incluso si solo funciona durante unos minutos. Este breve espacio de tiempo en el que no piensa en el problema que le agobia tiene sus efectos. Posibilita que su cerebro comience a relajarse y a liberar la dopamina necesaria para enfrentarse al asunto con una perspectiva renovada.7. Hacer un descanso tecnológico
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8. Un diario para momentos difíciles
Escribir en un diario no es solo una salida valiosa para dejar ir los sentimientos complejos. También funciona como una hoja de ruta para lidiar con circunstancias complicadas. Cuando tu hijo tenga dificultades, anímalo a que primero escriba en su diario y luego vuelva a leer lo que puso. Es una buena forma de encontrar otras ocasiones en las que afrontó problemas similares y logró superarlos. Revisar los momentos en los que tuvo contratiempos y salió victorioso le recordará que es más fuerte y capaz de lo que cree.9. Un trabajo de resiliencia
Cuanto antes aprenda a descubrir su resiliencia y a potenciarla, antes podrá enfrentarse a los desafíos de una forma más inteligente y efectiva. Esto le permitirá seguir avanzando en la vida a pesar de las dificultades que encuentre en su camino.En definitiva, cuando se interactúa con adolescentes, no solo es necesario dejarles su espacio para que no se sientan invadidos, sino que deberán contar con recursos, como los propuestos aquí, para recuperar el control emocional.