Sapos y Princesas: ¿Qué es la enfermedad celíaca y en qué consiste?
María Jesús Pascual: La Enfermedad Celíaca es una intolerancia permanente al gluten que se da en individuos genéticamente predispuestos que provoca una lesión de la mucosa intestinal, que cursa con un cuadro de mala absorción.
Para ser celíaco, tiene que darse siempre una predisposición genética. Tener un familiar que lo es, aumenta entre veinte y treinta veces el riesgo de padecerla. Sin embargo, una vez diagnosticada e instaurado su tratamiento sin gluten de por vida, los celíacos son personas sanas que comen diferente. La retirada del gluten de la dieta consigue, no solo la normalización del estado de salud, sino también la recuperación de la calidad de vida de los pacientes. SyP: ¿Cómo y cuándo se detecta esta intolerancia al gluten? ¿Existe alguna edad en la que sea más fácil su detección? M.J.P.: Se puede detectar a cualquier edad. Y dado que la sintomatología es muy heterogénea, sobre todo en los niños mayores y en adultos, se debe tener un alto índice de sospecha. En los niños pequeños y cuando el cuadro de mala absorción es muy evidente, el diagnóstico resulta más fácil. SyP: ¿Qué precauciones deben tomar los padres una vez que saben que su hijo es intolerante al gluten? M.J.P.: Deben excluirlo de manera rigurosa y permanente de la dieta. SyP: ¿Cuáles son los errores más comunes en los padres frente a este tipo de intolerancia? M.J.P.: La verdad es que los padres, una vez que son adecuadamente informados de la trascendencia de la misma, suelen hacer muy bien la dieta.
- En el niño pequeño, los más frecuentes son aquellos que afectan al aparato digestivo, la alteración del crecimiento o trastornos del comportamiento. La diarrea crónica, distensión abdominal, vómitos, falta de apetito, irritabilidad, estancamiento ponderal y retraso en el crecimiento son algunos que deben alertar a los padres.
- En el niño mayor y en el adolescente, no suelen ser tan manifiestos. Puede no haber síntomas digestivos o ser muy inespecíficos (dolor abdominal y estreñimiento), anemia ferropénica, retraso en el crecimiento o desarrollo, así como alteraciones neurológicas.
- En el adulto, la enfermedad se puede manifestar con anemia ferropénica refractaria al tratamiento, osteoporosis, síntomas vagos intestinales (dispepsia, síntomas de colon irritable) o diarrea, dolores óseos y articulares, parestesia, infertilidad, abortos recurrentes y depresión.