Debemos el bonito nombre de este sendero —Vía Verde Entre Ríos— al hecho de que, en las poblaciones gaditanas que lo separan,
están las desembocaduras de los ríos Guadalete (en el Puerto de Santa María) y
Guadalquivir (
Sanlúcar de Barrameda). Se trata de un
Camino Natural que transcurre por el antiguo trazado de la vía férrea, una de las primeras de España, por cierto, pues data de 1830. Aunque también llevaba a pasajeros, fue construida fundamentalmente para transportar hacia el puerto, en el llamado ‘Tren de la Costa’, el vino jerezano, que luego seguiría viaje por mar hasta Inglaterra.
Tiene una longitud de
16,2 kilómetros y comienza en el pequeño pueblo costero de
Rota, justo en la rotonda de entrada al municipio. Este primer tramo atraviesa
una extensa zona agrícola, con cultivos de regadío y pequeños viñedos, separados del Camino Natural por retamas, falsas acacias, hinojos y algún pequeño bosquete de eucaliptos. Por aquí pueden verse algunas de
las aves más comunes del lugar, como la abubilla, el jilguero, la tarabilla común o el cernícalo vulgar.
La salvadora mancha verde de los pinares
Este Camino Natural ofrece también un ecosistema de
pinares costeros, tan bonitos y necesarios, pues contribuyen a fijar las dunas móviles y a aumentar y mantener los escasos recursos hídricos de estos territorios.
A su
punto de partida se llega tomando un pequeño desvío a la altura del kilómetro 4 de la A-491, justo enfrente de la conocida urbanización
Costa Ballena, un complejo turístico de grandes dimensiones rodeado de campos de golf que pertenece al municipio de Rota. Desde aquí se puede ir hacia Sanlúcar por un carril bici y, a partir de este punto, continuar hasta Chipiona.
Por cierto, que
todos los cruces que hay en el sendero, cuyo firme de gravilla se halla perfectamente acondicionado para la circulación a pie o en bicicleta,
están debidamente señalizados.
[caption id="attachment_607493" align="aligncenter" width="700"]

La Vía Verde Entre Ríos ofrece un recorrido muy cómodo y placentero para bicicletas | Fuente: Andalucía.org[/caption]
Un paraje singular
El más destacable de todos los pinares del recorrido es el de
Peritanda, que unos metros más adelante el viajero puede contemplar en toda su plenitud. Al llegar al cruce con
la Colada de Chapitel, en el puente sobre el Arroyo del Barrancón, os animamos a desviaros unos metros
para contemplar a gusto este maravilloso paraje, en el que
una masa arbolada de pino piñonero convive con un rico sotobosque con multitud de especies típicas del monte mediterráneo.
El
Centro de Interpretación de la Naturaleza y el Litoral ‘El Camaleón’, ubicado en la zona litoral del Plan Parcial de La Laguna de Chipiona, brinda la ocasión a niños y mayores de aprender mucho sobre la especie autóctona de camaleón que habita aquí y sobre su entorno.
La ermita de la Virgen de Regla
Otra parada en el camino que merece la pena es la de la ermita de la Virgen de Regla, centro de los festejos del primer domingo de junio, cuando tiene lugar la popular
Romería del Pinar. Desde 1948, una carreta tirada por bueyes y acompañada de carrozas, caballistas y romeros, devuelve la imagen de la Virgen de Regla del Pinar desde el Santuario de Chipiona, donde ha sido trasladada en peregrinación tres días antes.
Aquí hay
varias zonas de recreo con muchos bancos que invitan a descansar antes de continuar la ruta por el Camino Natural, que a partir de aquí se adentra en un tramo con bastante más presencia humana, con casas y amplias zonas de invernaderos.
Más adelante, los hitos kilométricos de la antigua vía férrea que se han mantenido junto al sendero nos trasladan a los tiempos en los que por este mismo trazado circulaban los trenes cargados con el tesoro jerezano: su vino.
Información útil de la Vía Verde Entre Ríos
- Tipo de firme: Mixto, asfalto y zahorra.
- Infraestructuras: Cuenta con dos pasarelas y dos áreas de descanso.
- Accesibilidad: Se puede recorrer a pie, en bicicleta de montaña y en silla de ruedas.
- Más información: Ayuntamientos de Rota y de Chipiona.