Nuestro continente está lleno de sitios a los que merece la pena ir. Aunque parezca que todos tienen demasiadas cosas que ver, si os planificáis bien y escogéis los puntos clave de cada uno de ellos,
son lugares que podéis recorrer en tres días. Por si queréis llenar los puentes y los días libres de este nuevo año con viajes, os contamos cuáles son las
ciudades de Europa perfectas para una escapada de un fin de semana largo.
https://youtu.be/Io-0vK8tscU
Empezamos nuestro recorrido por la capital de Hungría porque, siendo menos conocida que otras ciudades europeas, es una verdadera joya que, sin duda, merece la pena descubrir. Si viajáis a Budapest, seguramente querréis ir a conocer el
Parlamento, y haréis bien, porque es su edificio más famoso e impresionante. Pero hay muchos más. Al lado tenemos el
monumento Zapatos en el Danubio, un homenaje a los judíos asesinados y lanzados al río. El
puente de las Cadenas, otro de los lugares de visita indispensable, es digno de ver, sobre todo, a la caída del sol.
Para disfrutar de unas vistas inigualables, el mejor sitio es la colina de Buda, donde se está el
castillo de Buda, la
iglesia de Matías y el
Bastión de Pescadores.
En cuanto a zonas históricas, el barrio judío y su
sinagoga Dohány, la segunda más grande del mundo, son imprescindibles. Justo detrás de ella se encuentra el Árbol de la Vida, un sauce de metal con nombres de víctimas del Holocausto.
La
basílica de San Esteban, de estilo neoclásico y la más grande de Budapest, es su monumento religioso más impactante. Cerca de su emplazamiento empieza la
avenida Andrássy, llena de grandes edificios y palacios, entre los que no podemos dejar de mencionar la
Ópera Nacional de Hungría. Al final de esa famosa avenida llegaréis a la emblemática
plaza de los Héroes, donde, además, los amantes del arte tienen una cita ineludible en el imponente
Museo de Bellas Artes.
Seguramente, los aficionados a la fotografía querrán visitar el
Centro de Fotografía Contemporánea Robert Capa, que acogerá una exposición permanente de la obra del mundialmente famoso fotoperiodista húngaro desde principios de junio de 2023.
Otra de las grandes 'tentaciones' que ofrece Budapest está en el célebre
balneario Széchenyi, situado en el
parque de la ciudad.
Y es que la capital húngara
se ha consolidado, además, como un destino clave para las familias por su amplia oferta de actividades de todo tipo. Entre los planes más recomendables están descubrir la
Isla Margarita, un oasis verde en el corazón de la urbe, realizar un
crucero por el Danubio para ver la ciudad desde otra perspectiva o
subir en funicular al castillo de Buda, y contemplar la fantástica panorámica. Aunque, los más valientes obtendrán una vista aún más imponente desde un
globo aerostático que se puede tomar en
City Park. Encuentra
aquí los mejores alojamientos para familias en Budapest. Y si quieres
más información, entra en VisitHungary.com.
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Parlamento de Budapest (Hungría) | Fuente: Canva[/caption]
Historia, vanguardia y mucho arte son cosas que, sin duda, no faltan en ninguna región de Italia. Tampoco aquí, en la flamante capital de Lombardía, un
destino perfecto para pasar un fin de semana. En un viaje al epicentro de la moda no puede faltar una visita a la
piazza del Duomo, la
catedral y la
Galería de Vittorio Emanuele II, a través de la cual se llega al
Teatro La Scala, uno de los más famosos del mundo.
El siguiente alto en el camino es el
Quadrilatero d'Oro, la zona más lujosa de Milán, cuatro calles repletas de tiendas y edificios históricos.
El
castillo Sforzesco, el
Cementerio Monumental, la
iglesia de San Lorenzo y el
barrio de Navigli completarían la lista de zonas imprescindibles. Si queréis ver
La Última Cena de Da Vinci, os recomendamos coger la entrada a la
iglesia de Santa Maria delle Grazie con antelación, ya que es una de las actividades más demandadas. Encuentra
aquí los mejores alojamientos para familias en Milán.
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Catedral de Milán o Catedral del Duomo, Milán (Italia) | Fuente: Pixabay[/caption]
Una de las ventajas más remarcables de Venecia es que su centro histórico es pequeño y
se puede llegar a todos los puntos importantes a pie o en vaporetto, un tipo de embarcación utilizada a modo de transporte público. El mejor lugar para empezar es, como no podía ser de otra manera, la
plaza de San Marcos, donde se levantan, imponentes, la
basílica y el
Palacio Ducal.
Muy cerca de la misma se encuentran el
Campanile, símbolo de Venecia, y el
Puente Rialto, el más antiguo, que conecta con el Mercado Rialto. Por otro lado, las basílicas de
Santa María della Salute,
San Giorgio Maggiore y la de
Santa María Assunta son otros monumentos que merece la pena conocer. En función de la hora a la que cojáis el vuelo de vuelta, podéis decidir entre ir a alguno de los museos de la ciudad, como la
Galería de la Academia, o hacer una excursión a las
islas de Murano y Burano, que tampoco es mal plan. Encuentra
aquí los mejores alojamientos para familias en Venecia.
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Canales de Venecia (Italia) | Fuente: Pixabay[/caption]
Un fin de semana en Berlín da para mucho. Podéis empezar vuestro recorrido en la
Puerta de Branderburgo, junto a la
Pariser Platz y bastante cerca del
edificio del Parlamento alemán, en el que, si queréis entrar, es necesario reservar entrada de manera anticipada. A continuación, sugerimos que os dirijáis al
Monumento al Holocausto y, después, a los restos del famoso
Muro de Berlín.
Frente al jardín
Lustgarden se levanta la
catedral, una visita imprescindible, desde la que además se disfruta de las mejores vistas de la ciudad. Se encuentra dentro de la Isla de los Museos, donde, además, se ubican el
Museo Nuevo y el
de Pérgamo, que aúna una de las colecciones de antigüedades más increíbles del mundo.
Para finalizar, una buena opción es ir a la
Gendarmenmarkt y al
palacio Charlottenburg. Si os da tiempo, es recomendable una excursión al
campo de concentración de Sachsenhausen o a la bonita localidad de Potsdam. Encuentra
aquí los mejores alojamientos para familias en Berlín.
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Puerta de Brandenburgo, Berlín (Alemania) | Fuente: Pixabay[/caption]
Tres días bastan para descubrir una de las urbes más bonitas de Alemania. A pesar de que la capital de Baviera es bastante grande,
el casco antiguo de Múnich se puede recorrer a pie, ya que se encuentra todo bastante cerca. Uno de los primeros sitios a los que hay que ir es la
Marienplatz, su punto neurálgico. En ella está la
Columna de María (Mariensäule), el
Nuevo Ayuntamiento (Neues Rathaus) y
el carrillón (Glockenspiel).
Entre los monumentos más representativos cabe mencionar el
palacio de Nymphenburg, la
catedral, la
Odeonsplatz, la
iglesia de los Teatinos, el
palacio Residenz, la
iglesia Asam y el
palacio de la Justicia. Si queréis disfrutar de un poco de aire limpio, nada como el
Olympiapark. Por otro lado, una salida bastante aconsejable para hacer desde Múnich es el
campo de concentración de Dachau. Encuentra
aquí los mejores alojamientos para familias en Múnich.
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Centro de Múnich (Alemania) | Fuente: Pixabay[/caption]
La capital de Francia tiene mucho que ofrecer y, aunque parezca complicado conocer sus lugares más representativos en un fin de semana, lo cierto es que
no es una tarea imposible. Lo ideal es aterrizar en el aeropuerto de Orly o el de Charles de Gaulle y coger un alojamiento lo más céntrico posible, ya que eso ahorra tiempo en el transporte público.
Os sugerimos empezar vuestro itinerario por los dos edificios religiosos más célebres de París:
Notre Dame y
Sainte-Chapelle (ambos situados en la Île de la Cité). Desde allí podéis partir hacia el
Louvre, uno de los museos más frecuentados del mundo, para continuar por el
jardín de las Tullerías,
Ópera Garnier,
Galerías Lafayette,
Montmartre y el
Sagrado Corazón.
Tampoco pueden faltar el
palacio de Versalles, el
Arco del Triunfo, los
Campos Elíseos, la
Torre Eiffel y, finalmente, la
plaza de la Concordia. Encuentra
aquí los mejores alojamientos para familias en París.
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Torre Eiffel, París (Francia) | Fuente: Canva[/caption]
Bañada por el río Garona, Toulouse es la cuarta localidad más grande de Francia y un destino perfecto para una escapada. El
puente de San Pedro es uno de sus sitios más populares, ya que ofrece unas bonitas vistas a la
chapelle Saint-Joseph de la Grave. La basílica medieval de
San Sernín es también uno de sus edificios más destacables, pero, sin duda, la
plaza del Capitolio es el lugar más famoso, puesto que de ella nace su centro neurálgico.
La
catedral de Toulouse, situada al sur de la ciudad, combina los estilos gótico y románico y posee unas increíbles vidrieras del siglo XV. Son también recomendables el
convento de los Jacobinos, el
Museo de los Agustinos, el
jardín japonés y el
mirador de las Galerías Lafayette. Encuentra
aquí los mejores alojamientos para familias en Toulouse.
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Toulouse (Francia) | Fuente: Pixabay[/caption]
Dublín es un núcleo urbano pequeño y lleno de encanto. Una buena forma de acercarse a su ambiente es tomarse una pinta en
Temple Bar o en
Oliver St. John Gogarty, dos de los
pubs más famosos. Como punto de partida, es una buena opción ir a la
cárcel de Kilmainham o a la
fábrica de Guiness. A continuación, y siguiendo la calle Old Kilmainham, llegaréis a la
catedral Christ Church y a la de
San Patricio, las construcciones religiosas más importantes.
El
Trinity College, uno de los símbolos de la ciudad y una de las universidades más antiguas del mundo, se encuentra muy cerca de
Merrion Square, un animado parque del centro, y de la
Casa Número 29. Otros puntos imprescindibles son el
castillo de Dublín, el
Museo de Historia Natural, la
Galería Nacional de Irlanda, el
Museo Nacional de Arqueología y la
Biblioteca Nacional. Encuentra
aquí los mejores alojamientos para familias en Dublín.
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Temple Bar, Dublín (Irlanda) | Fuente: Pixabay[/caption]
Aunque Ámsterdam tiene mucho que ver y muchas cosas para hacer, si optimizáis bien vuestros días, seréis capaces de
ver la mayoría de sus lugares más turísticos. Pasear por sus cuatro canales es algo a lo que no podéis renunciar. Todos ellos bordean el centro y ofrecen maravillosas vistas.
También aconsejamos ir al
Mercado de las Flores, el
Museo Van Gogh; el
Rijksmuseum;
Vondelpark, el parque más popular;
Begijnhof, un beaterio del siglo XIV; la
plaza Dam; el
Palacio Real; la
iglesia Vieja (Oude Kerk) y la
iglesia Nueva (Nieuwe Kerk).
Por otro lado, visitar la
Casa de Ana Frank os servirá para conocer el sitio donde varias familias se ocultaron huyendo de los nazis y evocar la historia que esta niña dejó escrita en su diario. Encuentra
aquí los mejores alojamientos para familias en Ámsterdam.
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Ámsterdam (Países Bajos) | Fuente: Pixabay[/caption]
El mejor punto de partida para callejear por la capital de Bélgica es la
Grand Place, llena de edificios históricos como el
Ayuntamiento o la
Casa del Rey. Muy cerca están la
iglesia de San Nicolás y el
edificio neoclásico de la Bolsa. Junto con el
Parlamento Europeo, cabe mencionar la
catedral de San Miguel y Santa Gúdula, el
Palacio de la Justicia, el
parque de Bruselas, el
Palacio Real, el
Palacio de la Nación, el
Museo Magritte, la
plaza Real y la
iglesia St-Jacques-sur-Coudenberg.
Cabe mencionar también que desde la
plaza Poelaert obtendréis la mejor panorámica de Bruselas. Tampoco pueden faltar en vuestro viaje el
Manneken Pis, el
Atomium y la
iglesia de Notre Dame du Sablon, una de las más bonitas. Encuentra
aquí los mejores alojamientos para familias en Bruselas.
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Catedral de San Miguel y Santa Gúdula, Bruselas (Bélgica) | Fuente: Pixabay[/caption]
Con un
centro histórico Patrimonio de la Humanidad y barrios ideales para pasear, museos, castillos, miradores y puentes, Praga es perfecta para una escapada. Lo mejor es empezar por la
plaza de la Ciudad Vieja, donde podréis ver el
Reloj Astronómico, el
Antiguo Ayuntamiento y la
iglesia de Nuestra Señora de Týn.
Muy cerca se encuentra
el barrio judío, Josefov, donde están sus seis sinagogas, aunque las más populares son la Europea y la Española. También allí es muy recomendable visitar el
antiguo cementerio judío.
Otro de los lugares más bonitos de Praga es el
puente de Carlos, que ofrece unas vistas impresionantes del
castillo, monumento muy reseñable junto con la
catedral de San Vito y el bohemio barrio de
Mala Strana. La
iglesia de Nuestra Señora de la Victoria es un edificio religioso muy importante para la comunidad cristiana, ya que recibe peregrinos durante todo el año que van allí para ver la imagen del Niño Jesús de Praga. Encuentra
aquí los mejores alojamientos para familias en Praga.
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El castillo de Praga (República Checa) | Fuente: Pixabay[/caption]
Copenhague es una urbe tranquila en la que
es raro ver grandes masificaciones de turistas en comparación con otras capitales europeas. Un fin de semana es tiempo más que suficiente para descubrir sus lugares de interés, porque, por lo general, se puede llegar a ellos a pie.
Nyhavn es un pequeño canal con antiguas casas de pescadores alrededor y, sin duda, uno de los puntos más fotografiados junto con la
Sirenita. Si bien es verdad que hay que tener cuidado con las expectativas que tenemos en cuanto a esta escultura, ya que es bastante pequeña.
Un monumento muy importante es el
castillo de Rosenborg, construido como retiro veraniego en 1606 y residencia real hasta 1710. Otras zonas imperdibles son el
Tivoli, un parque de atracciones con jardines que datan de 1843; la
Ópera de Copenhague; el
castillo de Amalienborg y la
iglesia de Mármol. Encuentra
aquí los mejores alojamientos para familias en Copenhague.
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Nyvhavn, Copenhague (Dinamarca) | Fuente: Pixabay[/caption]
Se trata de uno de esos destinos perfectos para disfrutar de una escapada de pocos días, los suficientes para desconectar y empaparse de su esencia. Un buen punto de partida para empezar a recorrerlo es la
avenida de los Aliados, en pleno centro, entre cuyos edificios destaca el del Ayuntamiento. Muy cerca se localizan la
plaza de la Libertad, coronada por una estatua ecuestre del rey Pedro IV, y la
estación de Sao Bento, uno de los grandes tesoros; su vestíbulo está adornado con más de 20.000 azulejos.
Otro monumento importante es la
iglesia de los Clérigos, en la que se recomienda subir a su torre y disfrutar de las vistas. A escasos metros está la
Librería Lello e Irmao, un espacio de ensueño que sirvió de escenario para algunas películas de
la saga de Harry Potter. Tampoco os podéis perder la
plaza Batalha, la
iglesia de San Ildefonso, la
capilla de las Almas y el
Café Majestic, una elegante cafetería de los años 20.
El
Mercado do Bolhao es otro punto clave, junto con el
Palacio de la Bolsa y la
catedral. Cruzando al otro lado del río os encontraréis con
Vila Nova de Gaia, localidad famosa por sus bodegas de vino de Oporto. Encuentra
aquí los mejores alojamientos para familias en Oporto.
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Oporto (Portugal) | Fuente: Canva[/caption]
Este es otro destino de fin de semana que merece mucho la pena. Entre las visitas imprescindibles están el
castillo de San Jorge, un monumento con unas vistas increíbles; su emblemática
plaza del Comercio y el
elevador de Santa Justa, que lleva al barrio del Chiado. Allí están el
convento do Carmo y el
mirador de Santa Catalina.
Sin lugar a duda, el
monasterio de los Jerónimos y la
torre de Belém son dos de los monumentos más conocidos de Lisboa, por lo que no pueden faltar en vuestro recorrido. Como el barrio de Alfama, donde se encuentra la
Casa dos Bicos, la
catedral de la Sé, el
Panteón Nacional y la
iglesia de San Vicente de Fora. Encuentra
aquí los mejores alojamientos para familias en Lisboa.
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Barrio de Alfama, Lisboa (Portugal) | Fuente: Pixabay[/caption]
Dos días dan para ver muchas de las principales atracciones y monumentos de la capital polaca. Empezar por el
Museo del Alzamiento de Varsovia constituye una buena apuesta. Se trata de un museo interactivo que fue creado para conmemorar este hecho histórico que cambió por completo el aspecto de la localidad. La Ruta Real, por su parte, une las
tres residencias históricas de los reyes de Polonia: el
castillo Real, el parque Real de Lazienki y Wilanóv. A lo largo de este itinerario veréis el Palacio Presidencial, el campus de la Universidad de Varsovia y varias iglesias y casas históricas.
El casco histórico, o
Ciudad Vieja, es Patrimonio de la Humanidad e impresiona por sus coquetas casitas de colores. En la plaza del Mercado está la escultura de la sirenita, símbolo de Varsovia. En el
parque Real de Lazienki podréis visitar la residencia de verano del rey Estanislao Augusto Poniatowski y muy cerca de allí está el
Museo de la Historia de los Judíos Polacos POLIN, que muestra la convivencia milenaria entre los pueblos judío y polaco.
Por último, también recomendamos una visita al
palacio de la Cultura y de la Ciencia, el edificio más reconocible y alto de Varsovia. Encuentra
aquí los mejores alojamientos para familias en Varsovia.
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Centro histórico de Varsovia (Polonia) | Fuente: Pixabay[/caption]
Londres es una ciudad inmensa, con mucho que ver, pero si no habéis ido nunca a la capital británica
hay que hacer una buena selección. Será un viaje intenso, pero valdrá la pena el esfuerzo. Comenzamos por la
Torre de Londres, uno de los edificios más importantes. Desdeallí, podéis dirigiros luego hacia la
catedral de San Pablo, un monumento religioso espectacular que ofrece unas vistas increíbles desde lo alto de su cúpula. De camino, os cruzaréis con el
Tate Modern,
Borough Market y
Covent Garden, un pintoresco barrio con una oferta gastronómica interminable.
No puede faltar en un viaje a Londres ir a ver el
Buckingham Palace, el
Big Ben, el
Parlamento británico, la
abadía de Westminster o el
London Eye. En la zona más céntrica cabe destacar
Piccadilly Circus,
Regents Street,
Oxford Circus,
Trafalgar Square, la
National Gallery y el mítico
barrio del Soho. Encuentra
aquí los mejores alojamientos para familias en Londres.
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Palacio de Westminster, Londres (Reino Unido) | Fuente: Canva[/caption]
Famosa por sus diamantes, Amberes fue
uno de los centros comerciales más destacados a partir del siglo XVI y ello se ve reflejado en sus grandes e imponentes edificios. La
catedral de Nuestra Señora, una de sus construcciones más emblemáticas, es la más grande de Bélgica y en ella se encuentran
cuatro obras de Rubens. Aunque la
iglesia de San Carlos Borromeo es considerada como la más bonita.
También es aconsejable descubrir otros sitios de gran interés, como la
Grote Markt, en cuyo interior están el
Ayuntamiento y la
fuente del Brabo; el
Castillo de Steen, o la
estación de Amberes, que es conocida como 'la catedral de las estaciones' gracias a su
cúpula acristalada, su escalera de mármol y su fachada de estilo barroco. Encuentra
aquí los mejores alojamientos para familias en Amberes.
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Catedral de Nuestra Señora, Amberes (Bélgica) | Fuente: Pixabay[/caption]
La capital de Estonia posee un
precioso y pequeño casco antiguo declarado Patrimonio de la Humanidad y, además, es perfecta para un fin de semana. La
Raekoja plats (plaza del Ayuntamiento) es el corazón de Tallín y una de sus zonas más bonitas. En ella tendremos ocasión de ver el
Ayuntamiento, de estilo gótico y con una torre de más de 60 metros, y la
farmacia Burchart, una de las más antiguas del mundo.
Las mejores vistas al centro histórico se tienen desde los miradores de la
colina de Toompea, donde también se halla la
catedral de Alexander Nevski, Patrimonio de la Humanidad y construida entre 1894 y 1900.
El
pasaje de Santa Catalina es uno de los rincones de Tallín que parecen sacados de un cuento medieval. Es una calle abovedada que comunica con la
plaza de los Maestros, otro punto que conviene marcar en el mapa junto con el de la
iglesia de San Olaf. Para finalizar el viaje no estaría mal acercarse al
palacio y el parque de Kadriorg. Encuentra
aquí los mejores alojamientos para familias en Tallín.
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Catedral de Alexander Nevsky, Tallin (Estonia) | Fuente: Visit Estonia[/caption]
Florencia es uno de esos destinos a los que hay que viajar, al menos, una vez en la vida. La
piazza del Duomo es el centro civil y religioso y en ella os esperan su imponente
catedral, el
campanile de Giotto y el
Battistero di San Giovanni. E
l famosísimo Ponte Vecchio, uno de los pocos habitados del mundo, es, probablemente, uno de los lugares más románticos.
La
Galería de la Academia constituye una de las actividades más recomendables, ya que en su interior está el impresionante
David de Miguel Ángel. Tampoco podéis olvidaros de la
Galería de los Uffizi, una de las pinacotecas más importantes del mundo. El
palazzo Vechio, la
piazzale Michelangelo y la
iglesia de Santa María Novella completarían, a grandes rasgos, los sitios imprescindibles de Florencia. Encuentra
aquí los mejores alojamientos para familias en Florencia.
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Catedral Santa María del Fiore (Florencia, Italia) | Fuente: Guía de turismo de La Toscana[/caption]
El mejor punto de partida para andar por la capital austríaca es desde la parada de metro Stephansplatz, en pleno corazón de la ciudad. Desde allí llegaréis a la
catedral de San Esteban y a la
Ópera de Viena. Por otro lado, el
palacio Hofburg, residencia de los Habsburgo, es una de las mejores maneras de aprender acerca de la historia de esta ciudad. Muy cerca de allí se encuentra la
Biblioteca Nacional Austriaca.
En la
avenida Ringstrasse se ubican la mayoría de los edificios más importantes, como el
Ayuntamiento, la
Bolsa, el
Parlamento, el
Burgtheater, la
iglesia Votiva y la
Universidad. El
palacio Schönbrunn, el
mercado Naschmarkt, el
palacio de Belvedere y la
iglesia de los Capuchinos y su Cripta Imperial completarían el viaje. Encuentra
aquí los mejores alojamientos para familias en Viena.
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Palacio de Belvedere, Viena (Austria) | Fuente: Pixabay[/caption]