La región de Normandía se encuentra
al norte de Francia y bordea el Canal de la Mancha. Impresiona por sus increíbles paisajes, acantilados vertiginosos y sus pueblos marineros con mucho encanto. Además en sus playas ocurrió uno de los acontecimientos históricos más importantes de nuestra historia reciente: el Desembarco de Normandía. Fue un
hecho que cambió el curso de la Segunda Guerra Mundial y del que, afortunadamente, se conservan muchos vestigios.
Para conocer los lugares más imprescindibles es recomendable hacer una
ruta de entre cuatro y siete días aterrizando en el aeropuerto de Beauvais. Para ello, lo más aconsejable es alquilar un coche.
¿Qué visitar en Normandía?
1. Honfleur
Honfleur
se encuentra situada en la parte sur del estuario del río Sena y es una de las ciudades más bonitas de la región de Normandía. En ella destaca el
Vieux Bassin, un muelle interior del año 1681 rodeado de edificios de colores y barcos de vela. Ha sabido conservar su esencia y autenticidad de sus callejuelas, paredes de entramados, monumentos y, entre todo eso,
destaca la riqueza de su patrimonio cultural y artístico.
Ciudad de pintores y de la corriente del impresionismo, inspiró a artistas como Courbert, Monet o Boudin. En Honfleur no os podéis perder la iglesia Sainte Catherine o la capilla Notre Dame de Grace.
El
Museo de la Marina era antiguamente la iglesia Saint Etienne y en él conoceréis la apasionante historia de exploradores como Roberval, en su aventura hacia Canadá en 1541. Por su parte, el
Museo Eugene Boudin presenta una colección de etnografía normanda y numerosas obras de pintores natales de Honfleur de los siglos XIX y XX como Monet, Boudin, Courbet, Dufy o Pecrus.
Encuentra
aquí los mejores alojamientos para familias en Honfleur.
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Honfleu (Francia) | Fuente: Pixabay[/caption]
2. Acantilados de Étretat
Uno de los mejores lugares a los que ir en la región de Normandía son los impresionantes acantilados de Étretat. Es
el paisaje más famoso de la zona, la asombrosa verticalidad de los acantilados de la Costa de Alabastro contrasta con la tranquilidad y paz que transmite su playa.
El arco natural de estos acantilados mide más de 70 metros y es conocido como
ojo de aguja.
Su espectacularidad ha servido de inspiración y reclamo para muchos pintores, los cuales quedaron maravillados por el paisaje. Desde lo alto de los acantilados podréis disfrutar de las magníficas vistas que ofrece esta impresionante formación rocosa.
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Acantilados de Étretat, Étretat (Francia) | Fuente: Pixabay[/caption]
3. Le Havre
La ciudad de Le Havre
sufrió intensos bombardeos durante la Segunda Guerra Mundial pero, entre 1.945 y 1.964, la zona destruida se reconstruyó bajo las órdenes del arquitecto Augustu Perret y, en el año 2005, fue
declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
La
iglesia de Saint-Joseph destaca por su increíble torre linterna de forma octogonal con más de 100 metros de altura que es, sin duda,
símbolo del resurgir de la ciudad y de la reconstrucción de Europa tras la guerra. Llama la atención su vidriera, obra de Marguerite Huré, con más de 50 matices de colores que van cambiando según la hora del día.
Merece la pena subir al
mirador del Ayuntamiento, entrar en el
centro cultural El Volcán, visitar la
Maison de l'Armateur, museo emblemático de la historia de Le Havre; el
Museo de Historia Natural que alberga colecciones de paleontología y zoología y el
Museo de Arte Moderno.
Encuentra
aquí los mejores alojamientos para familias en Le Havre.
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Iglesia de Saint Joseph, Le Havre (Francia) | Fuente: Pixabay[/caption]
4. Playas del Desembarco de Normandía
La mañana del 6 de junio de 1.944 desembarcaron en las playas de Normandía miles de tropas aliadas que cambiaron la historia y el rumbo de la Segunda Guerra Mundial.
Este hecho sería recordado como el Día D. Los combatientes conquistaron 80 kilómetros de playas tras terribles combates contra la artillería y soldados alemanes.
Este desembarco tenía el nombre en clave de
Operación Overlord. Para
ver los restos de la batalla la playa más recomendable es la de Omaha, donde tuvo lugar una de las contiendas más sangrientas y virulentas entre alemanes y estadounidenses. Cerca de esta playa se encuentra el
Cementerio Americano con casi 10.000 militares estadounidenses.
La siguiente parada más recomendable es
Utah Beach, donde hay un museo al aire libre, y
Pointe du Hoc. Allí encontraréis restos de la artillería alemana, algún búnker y el cementerio alemán de La Cambe. Es una
zona con un paisaje impresionante donde aún se pueden apreciar agujeros que ocasionaron las bombas.
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Cementerio Americano, Playa de Omaha (Francia) | Fuente: Pixabay[/caption]
5. Caen
Caen es el hogar de uno de los museos más importantes dedicados al Desembarco de Normandía: el
Memorial de Caen. En esta ciudad, la liberación de la ocupación alemana duró cerca de un mes y medio. Los combates y bombardeos marcaron Caen, ya que
fue destruida casi por completo. Afortunadamente, muchas de sus joyas medievales y renacentistas siguen en pie.
Destaca el
Castillo de Caen que, con una extensión de cinco hectáreas y trece torres, es
uno de los castillos medievales más grandes de Europa. También merece la pena conocer la
iglesia románico-gótica de San Jorge, que engloba varios estilos arquitectónicos como el gótico flamígero o el renacentista.
La
Abadía de los Hombres y la iglesia de Saint Étienne conforman una de las construcciones románicas más bellas de toda Normandía. En ella fue enterrado Guillermo el Conquistador pero la tumba fue destruida tras la Revolución Francesa, se conserva un epitafio moderno en su memoria y uno de sus fémures. La Abadía sirvió como hospital y
acogió a muchos ciudadanos de Caen durante la Segunda Guerra Mundial y, en la actualidad, hay una exposición sobre ello.
Pero, si queréis saber más sobre el Desembarco de Normandía y la batalla en la ciudad, una visita imprescindible es el
Museo del Memorial de Caen. Conoceréis las distintas etapas de la guerra, los bombardeos, la resistencia y, finalmente, el desembarco gracias a
archivos, documentales y testimonios reales. Sin duda es una actividad imprescindibles para aprender historia y conocer la importancia de la paz y el respeto hacia los derechos humanos.
Encuentra
aquí los mejores alojamientos para familias en Caen.
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Abadía de los Hombres, Caen (Francia) | Fuente: Turismo de Normandía[/caption]
6. Giverny
Visitar Giverny es entrar en
el mundo de Monet. Situado entre Normandía y la Isla de Francia, en este pequeño y bucólico pueblo vivió el pintor durante más de 40 años y, por ello,
es una de las localidades francesas más famosas.
Aquí
podréis visitar la vivienda señorial del pintor, amueblada tal cual estaba cuando él residía en ella, lo que ofrece una oportunidad única para ver de primera mano cómo vivía junto con sus ocho hijos. Pero, sin duda,
lo más famoso son los jardines que rodean la casa (una explosión de color y de luz)
, que fueron creados y
diseñados por el propio Monet y, además, aparecen representados en muchos de sus cuadros. Destaca también el
Jardín de Agua, una
obra maestra que el artista diseñó cuidadosamente escogiendo cada plata, cada árbol y cada flor.
Encuentra
aquí los mejores alojamientos para familias en Giverny.
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Giverny (Francia) | Fuente: Turismo de Normandía[/caption]
7. Rouen
Rouen es una pequeña ciudad con mucho encanto en la que destacan sus largos puentes y sus decenas de campanarios. Sus principales atractivos se encuentran en el casco antiguo. Destaca la
Catedral de Notre-Dame de Rouen, construida en el año 1.200 en estilo gótico. Su interior es de grandes dimensiones y su elemento más bello es la escalera gótica de piedra, además de
albergar el corazón del famoso rey Ricardo I Corazón de León.
La
iglesia Saint-Maclou es una obra maestra del gótico flamígero, construida en el siglo XV. Está dedicada a San Maclou, uno de los siete santos fundadores de Bretaña.
Destaca su pórtico con cinco porches adosados todo ello con una ostentosa decoración.
También es recomendable una visita a la impresionante
Abadía Saint-Ouen. Construida entre los siglos XIV y XVI, es un edificio majestuoso y
uno de los monasterios benedictinos más importantes de Normandía. Otros lugares importantes son el
Palacio de la Justicia, el
cementerio Aitre Saint-Maclou, el
reloj Gros-Horloge y el
Museo de Bellas Artes.
De gran importancia histórica son la
plaza del Mercado Viejo y la Torre Jeanne d'Arc, lugares donde se celebró el juicio y se quemó en 1431 a Juana de Arco.
Encuentra
aquí los mejores alojamientos para familias en Rouen.
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Catedral de de Notre-Dame de Rouen, Rouen (Francia) | Fuente: Pixabay[/caption]
8. Deauville
Deavullie es uno de los destinos imprescindibles en un viaje a Normandía. Es una ciudad famosa por su hipódromo, casino, campos de golf e internacionales subastas. Su playa,
Claude Lelouch, es conocida por sus sombrillas de rayas y sus cabinas de playa bautizadas con los nombres de estrellas de cine americanas en homenaje al
Festival de Cine Americano.
Pero, sin duda, lo más destacable es su famoso
paseo Les Planches. Este largo camino de madera es el punto de encuentro de turistas y locales.
Encuentra
aquí los mejores alojamientos para familias en Deauville.
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Playa Claude Lelouch, Deauville (Francia) | Fuente: Pixabay[/caption]
9. Bayeux
Bayeux es un pequeño y apacible pueblo conocido por su principal atractivo turístico: el
Tapiz de Bayeux. Por fortuna, el lugar no fue gravemente dañado durante los bombardeos de la Batalla de Normandía, por lo que su patrimonio se mantiene en buen estado.
También conocido como Tapiz de la Reina Matilde, el Tapiz de Bayeux está inscrito en el Registro de la Memoria del Mundo de la Unesco.
Bordado a mano, es uno de los más antiguos que se conservan, ya que fue hecho en el siglo XI. En el tapiz se narra con todo lujo de detalles la conquista normanda de Inglaterra que llevó a cabo Guillermo I, el Conquistador.
Otro lugar imprescindible es la
Catedral de Notre-Dame de Bayeux. Fue el supuesto primer hogar del tapiz y se construyó por orden del hermanastro de Guillermo I en 1077. Es
de estilo gótico y conserva gran belleza tanto en el exterior como en el interior.
Una visita imprescindible es el
Museo Memorial de la Batalla de Normandía. Es uno de los mejores y más completos museos acerca de esta batalla y es ideal para
conocer a fondo la historia del Desembarco en sus diferentes etapas. La colección cuenta con objetos personales de los soldados, fotografías, vehículos, armas, mapas y piezas documentales.
Encuentra
aquí los mejores alojamientos para familias en Bayeux.
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Catedral de Notre-Dame, Bayeux (Francia) | Fuente: Pixabay[/caption]
10. Mont Saint-Michel
Declarado
Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1978, es uno de los sitios más visitados de Francia. Este espacio es, ante todo, un punto sagrado y lleno de historia.
El elemento central y principal es su
abadía benedictina, construida en 966 a la que poco a poco se le fueron añadiendo los demás elementos que la componen.
La iglesia abacial románica y los edificios del convento son de los siglos XI al XII; mientras que los del claustro y refectorio entre el XIII y el XVI. Los
edificios de protección militares son del siglo XIV, que preservaron el Monte durante la Guerra de los Cien Años.
Para recorrer la abadía
os recomendamos que contratéis un guía. Aventurarse solo, además de estar prohibido, es muy peligroso. Las mareas que rodean este maravilloso enclave, son las
más fuertes de toda Europa, por ello vale la pena informarse de los horarios de subida y de bajada. No hay que olvidar que cuando el agua se retira, quedan al descubierto más de 250.000 hectáreas de heno, hierba, arena y ríos. Esto forma las
temidas arenas movedizas, por lo que hay que extremar la precaución.
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Mont Saint-Michel (Francia) | Fuente: Pixabay[/caption]
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