Descubre Lisboa con niños. Una ciudad que respira tranquila y sosegada, abierta al visitante. Con multitud de rincones inolvidables que explorar a nuestro propio ritmo. Fundada por los lusos, descendientes del dios Baco, según se describe en la obra maestra portuguesa Las Lusiadas, de Luís Camöes, Lisboa se levanta imponente en el estuario del Tajo. Bañada por las aguas del Atlántico, la capital de Portugal es un destino perfecto para el turismo familiar.
Si te apetece disfrutar de la capital portuguesa y descansar unos días en familia, reserva ya aquí.
1. La Baixa y Praça do Comércio
Comenzamos nuestro recorrido en la Praça do Comércio, una hermosa plaza aportalada con bellas vistas al Tajo. Es un punto de partida perfecto para cualquier paseo por Lisboa con niños, comenzar por el casco antiguo. Se ubica en La Baixa, el barrio más céntrico de la ciudad, construido sobre las ruinas de la antigua Lisboa que fue arrasada por el gran terremoto de 1755.
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2. Subida en tranvía
En Lisboa existen cinco líneas de tranvías. De estas, cuatro utilizan vehículos que mantienen una estética antigua, por lo que se han convertido en uno de los iconos de la ciudad. El más famoso es el mítico Tranvía 28, siendo una de las postales más habituales de Lisboa. Sin embargo, puede resultar un recorrido demasiado ajetreado y concurrido. Por ello, nuestra propuesta es ascender en tranvía hasta el antiguo Castillo de San Jorge, iniciando nuestro recorrido en Praça da Figueira.
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3. Catedral y Convento do Carmo
En nuestro ascenso por el centro de la ciudad, encontraremos la catedral de Santa Maria Maior o Sé de Lisboa, la iglesia más antigua de la ciudad. También nos encontraremos con el Convento do Carmo, cuyas ruinas albergan actualmente el Museo Arqueológico do Carmo.
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4. Barrio de Alfama
De camino hacia el Castillo de San Jorge, el barrio de Alfama es una opción perfecta para un paseo relajado en familia. Colorido y pintoresco. Lisboa con niños se disfruta mucho recorriendo las estrechas calles de este barrio de espíritu alternativo.
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5. Castillo de San Jorge
Las imponentes ruinas de este castillo revelan una de las vistas más hermosas de Lisboa y el estuario del Tajo. También se le conoce como Castelo dos Mouros, ya que se trata de una fortificación musulmana, reconquistada en 1147 por Alfonso I de Portugal con la ayuda de cruzados europeos que se dirigían a Jerusalén. En la actualidad, este castillo se conoce como San Jorge debido a la devoción de muchos de estos cruzados por el santo.
Sus murallas, patios y jardines representan, además, un agradable alto en el camino si hemos organizado una jornada intensa. Allí podremos descansar y saborear el paisaje antes de proseguir nuestro viaje recorriendo Lisboa con niños.
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6. Elevadores y funiculares
En la ciudad existen tres funiculares y dos elevadores. El elevador de Santa Justa o Elevador do Carmo, diseñado por un estudiante de Gustave Eiffel, conecta los barrios de la Baixa Pombalina y el Chiado. Y el elevador do Lavra, el más antiguo de Lisboa, con 120 años de historia, une la Cámara Pestana y el Largo da Anunciada.
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7. Acuario Oceanográfico
Se trata del segundo mayor acuario de Europa, con más de 8.000 especies que dejarán a tus hijos con la boca abierta. Y por qué no, ¡también a ti!
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8. Torre de Belém y Monasterio de los Jerónimos
Vigilante eterno de la desembocadura del Tajo, esta estructura fortificada supone un parapeto incomparable desde el que contemplar la magnificencia del río. Su característica arquitectura manuelina, para muchos trae a la memoria los castillos y torreones de los cuentos de infancia.
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Y si miramos hacia el interior, el barrio de Santa Maria de Belém nos recibe con el imponente Monasterio de los Jerónimos. Ambos monumentos han sido declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
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9. Museu Nacional dos Coches
Muy cerca del Monasterio de los Jerónimos, el Museu Nacional dos Coches es otra buena opción para disfrutar de Lisboa con niños. Es uno de los museos más visitados de Lisboa y alberga una amplia exposición de carruajes de los siglos XVII, XVIII y XIX.
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10. Telecabine en Parque de las Naciones
Y para terminar rozando el cielo de Lisboa, un viaje en el Telecabine del Parque de las Naciones, otra de las visitas obligadas para observar esta maravillosa ciudad.
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