Uno de los comportamientos que nos desestabiliza como padres son las rabietas de nuestro hijo. Tenemos que aprender a controlar el berrinche de los niños.
En ocasiones, una relación tóxica se puede salvar si ambas personas están dispuestas a mejorar la comunicación y comprometerse al respeto mutuo. Pero si nada funciona, quizá lo mejor sea darla por terminada.
Cuando los niños desafían a los adultos de manera frecuente, pueden sufrir el trastorno negativista desafiante, un trastorno de conducta que se debe tratar.
Hay una serie de ejercicios y trucos muy efectivos que los padres pueden implementar para controlar la agresividad infantil. Te explicamos cómo proceder.
Los niños que sufren un trastorno negativista desafiante se muestran irritables, retadores y vengativos. La detección temprana y el tratamiento son básicos.