"Un día sin sonreír es un día perdido", decía el gran Charlie Chaplin. Pues no malgastes ni un minuto más y celebra el Día de la Sonrisa con estas ideas fáciles de hacer y que, inmediatamente, te pondrán de buen humor. Porque el mejor regalo que puedes ofrecer a los niños es fomentar la positividad en tu entorno y esta es una manera estupenda de contribuir a ello.
1. Cara-barbilla
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Aprovecha el Día de la Sonrisa para jugar con la cara de los niños. Ya verás cómo esta idea tan fácil resultará divertidísima a todos los que la vean.
Materiales
- Pintalabios
- Pompones, lana de colores o pintura para la cara
- Celo de doble cara
- Ojos saltones
- Toalla o sábana
Pasos
- Para hacer esta cara-barbilla solo tienes que pegar algunos elementos, como los pompones o la lana, en el mentón del niño para que haga de pelo. Utiliza para ello celo de doble cara.
- También puedes optar por pintar el cabello con ceras aptas para maquillar.
- Sitúa los ojos en el centro de la barbilla.
- Pinta los labios para darles mayor protagonismo.
- Tapa la parte superior de la cara, justo hasta los labios con una sábana o una prenda que le cubra por completo.
- Tumba al niño para que sobresalga la barbilla y graba para que pueda verse y le vean los demás.
2. Macetas sonrientes
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Las plantas dan alegría a nuestras casas, pero estos tiestos también te arrancarán una sonrisa. Aquí tienes una original propuesta para decorar tus macetas con pasta de colores.
Materiales
- Pasta corta de distintos tipos y grosores: macarrones, lazos, conchas, coditos o espirales
- Pinceles
- Papel de periódico o revista
- Pintura
- Pegamento caliente
Pasos
- Coloca el papel sobre la superficie de trabajo para no ensuciarla.
- Elige la pasta corta que tengas a mano en casa y píntala de distintos colores. Deja secar.
- Juega con los diferentes tipos y formas que has decorado para crear tus caras sonrientes.
- Cuando tengas las que más te gustan, pégalas sobre la maceta.
3. Tarjeta feliz
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Felicita el Día de la Sonrisa con una tarjeta. El secreto está al abrirla, cuando aparece tu mensaje dentro de la boca del personaje.
Materiales
- Cartulina negra
- Rotulador dorado
Pasos
- Coloca la cartulina en vertical sobre una superficie.
- Dobla a la mitad.
- Pliega la parte superior hasta el doblez que habías hecho, de forma que una porción del papel quede oculta.
- Comprueba que al extender la tarjeta se abre bien.
- Vuelve a doblar y dibuja una cara. Decora con ojos, nariz y pelo.
- Por último, pinta una gran sonrisa con las comisuras de los labios situadas en el pliegue de la tarjeta.
- Despliega y une las partes de la cara de las solapas superior e inferior de la tarjeta, continuando el trazo.
- Haz lo mismo con la boca. Quedará una cara muy larga y una gran boca de alegría.
- Escribe un mensaje dentro de la amplia sonrisa.
4. Platos sonrientes
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Qué mejor forma que empezar el día contento. Estos platos decorados te lo ponen fácil y hacen más divertida cualquier comida.
Materiales
- Plato liso
- Rotuladores para cerámica
- Frutas y verduras variadas
Pasos
- Dibuja o copia la cara de un niño, con ojos, nariz y boca, sobre la parte central del plato.
- Deja secar según las indicaciones del fabricante de los rotuladores para cerámica.
- Una vez pasado el tiempo de fijación, lava a mano y seca con cuidado.
- Coloca varios trozos de frutas y verduras al alcance de los niños para que hagan su propia composición de la cara.
- Puedes utilizar muchos alimentos para crear la sonrisa, desde un gajo de mandarina a media rodaja de manzana.
5. Todas distintas, todas divertidas
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Esta manualidad es lo que necesitas para cuando amanece un mal día. En esos momentos que no sale más que una mueca, poneos una careta de sonrisa y veréis cómo vuestra jornada cambia. Aquí os enseñamos a hacerlas.
Materiales
- Brocheta de madera
- Celo
- Cartulina
- Pinturas
- Tijeras
- Impresora o lápiz
Pasos
- Busca algunas sonrisas divertidas en Internet e imprímelas sobre cartulina blanca.
- Otra opción es que te lances a dibujarlas para que no haya dos iguales.
- Colorea a tu gusto con las pinturas.
- Recorta.
- Pega sobre el palito de brocheta con un poco de celo, con la parte puntiaguda en el papel.
