La motricidad gruesa es la capacidad que tenemos las personas para mover los músculos de nuestro cuerpo de manera coordinada y de mantener el equilibrio, así como de proporcionar la agilidad, la velocidad y la fuerza necesarias en cada momento. Nos permite realizar acciones tan aparentemente sencillas como estar pie, caminar o saltar. En bebés, por ejemplo, el desarrollo motor es el que posibilitará que comiencen a gatear.
Cómo mejorar la motricidad gruesa de los niños de forma divertida
En casa, podemos hacer que los niños potencien sus capacidades con divertidas iniciativas. Entretenimientos con los que ellos entrenarán sus destrezas casi sin darse cuenta. Con estas actividades, no solo trabajarán sus movimientos, su equilibrio, su agilidad y su fuerza. También adquirirán de forma divertida nuevos conocimientos y experiencias. Por ello, toma nota de estos sencillos juegos para mejorar su motricidad gruesa.
1. Coordinación y equilibrio
El juego de las huellas es una opción con la que los niños estimularán su equilibrio. Para crearlo, simplemente necesitas unas
cartulinas de colores con las que hacer las huellas o pisadas. De esta forma, aprenderán conceptos espaciales como la izquierda y la derecha, al tiempo que mejoran su coordinación y equilibrio. Puedes incluir, asimismo, la silueta de las manos para que sea un ejercicio más completo y trabajen más músculos.
Una vez hechas las plantillas, pégalas al suelo con un poco de cinta adhesiva. Empieza por un circuito de poca dificultad; por ejemplo, deja en algunas zonas un mayor espacio entre huella y huella a fin de que tengan que saltar o dar pasos grandes. Cuando el niño o la niña supere esta prueba, puedes combinar en una misma línea pies izquierdos y derechos para obligarlos a cruzar las piernas. Como verás, es posible
crear tantas combinaciones como tu hijo y tú queráis, por ejemplo, con
letras para aprender el abecedario.
[caption id="attachment_425977" align="aligncenter" width="700"]

El juego de las huellas | Fuente: Kid Engage[/caption]
2. La carretilla
Hacer la carretilla es un juego sencillo con el que consiguen fortalecer los brazos y una de las
actividades para el desarrollo motor más divertidas.
Aún puede ser más práctico y divertido si a la carretilla le unimos hacer un pequeño puzle con piezas que se puedan coger fácilmente. El niño tendrá que tomar una pieza desde un lado de la casa y desplazarse, haciendo la carretilla, hasta donde se encuentra la disposición del puzle. Una vez allí, colocará la pieza en su lugar adecuado.
[caption id="attachment_231182" align="aligncenter" width="700"]

La carretilla ayuda a fortalecer los brazos | Fuente: Canva[/caption]
3. Los bolos
Con este juego popular, los niños trabajan los brazos y las piernas en el lanzamiento. Asimismo, aprenden a coordinar los movimientos con la intención de tirar el mayor número de bolos posible.
Puedes crear tus propios bolos caseros con botellas de plástico, así pesarán menos. Pero también podemos complicarlo poniendo en su lugar botellas con arena para que tengan que esforzarse más. ¡Lo dominarán a la perfección y sabrán controlar su cuerpo!
[caption id="attachment_425979" align="aligncenter" width="700"]

Los bolos | Fuente: U-createcrafts[/caption]
4. Equilibrios sobre un tronco
Esta actividad se puede hacer de muchas maneras. En el exterior, sobre un tronco de árbol, por ejemplo, o en casa, en un banco corrido. En cualquier caso, los niños ejercitarán las piernas, la coordinación y el equilibrio, si caminan encima sin caerse, como si fueran funambulistas.
De no tener un banco, también puedes crear líneas en el suelo con cinta adhesiva de colores y pedir a los niños que las sigan sin salirse. ¡Una forma muy divertida de desarrollar la motricidad gruesa!
[caption id="attachment_231184" align="aligncenter" width="700"]

Se puede hacer sobre un tronco de árbol o en un banco corrido | Fuente: Canva[/caption]
5. Imitar animales
Un juego de imitación puede constituir un buen modo de trabajar la motricidad gruesa con los niños pequeños. Se trata de copiar los movimientos de algunos animales. ¡A ver quién lo hace mejor!
Anima a tu hijo o hija a que se convierta en una pequeña oruga. Tendrá que tumbarse en el suelo y, con el apoyo de brazos y piernas, hacer fuerza para elevar el pecho mientras avanza.
Otro animal que también pueden imitar es el gorila. Tienen que caminar en cuclillas mientras se golpean el pecho con las manos. Un buen ejercicio para, además, trabajar el equilibrio.
Una tercera idea que te traemos es caminar como un canguro, con pequeños saltitos.
[caption id="attachment_425987" align="aligncenter" width="700"]

Imitación de una oruga | Fuente: Wildflower ramblings[/caption]
Prueba
Lorem ipsum dolor, sit amet consectetur adipisicing elit. Nobis dolorum modi dolores beatae atque eaque. Quia necessitatibus veritatis tempora quibusdam tenetur quas, dignissimos atque id modi eveniet, dolores harum eos!
¿Te ha resultado útil este artículo?