Materiales
- Harina de arroz integral
- Almidón de patata que puedes comprar en herbolarios
- Agua
- 1 tazón pequeño
- 1 cuchara
- 3 platos
- 1 bandeja apta para microondas
- Film de cocina
- Microondas
- Sal (opcional)
- Bolígrafo de tinta comestible (opcional)
Pasos
- Echa en el tazón dos cucharadas de harina de arroz y una y media de agua. Puedes añadir una pizca de sal al gusto para que la receta no quede muy sosa. Otra forma de hacerlo es con una cucharada de harina de arroz, una de almidón de patata y una y media de agua. Aquí también puedes añadir una pizca de sal. La tercera opción es hacer el papel casero con dos cucharadas de almidón y la misma medida de agua. En este caso no ponemos harina de arroz.
- Mezcla los ingredientes hasta que consigas una pasta suave como de cola blanca. Si te parece demasiado espesa puedes añadir un poco más de agua.
- Cubre de plástico de cocina una bandeja apta para utilizar en el microondas.
- Coloca encima la pasta de papel. Extiendo con ayuda de la cuchara hasta conseguir una capa fina.
- Mete en el microondas a temperatura alta durante 45 segundos. Con este horneado conseguirás secar la pasta de papel casero. Si todavía guarda humedad puedes ponerlo unos segundos más.
- Deja enfriar teniendo en cuenta que los bordes pueden levantarse ligeramente.
- Retira el plástico del papel. Puedes ayudarte colocando la bandeja sobre la que lo has colocado.
- Es el momento de probar y, además, comprobar si las tres recetas cumplen las características que asociamos al papel.
Explicación
Como verás en cada una de las recetas hemos variado la cantidad de ingredientes que utilizamos. En la primera solo hay harina de arroz, que contiene celulosa. En este caso conseguirás papel flexible, fuerte pero no elástico. La superficie es más rugosa y más grumosa al comerla. En la tercera solo utilizamos almidón de patata. Esta será la que más te cueste hacer y la que menos se parecerá al papel tal y como lo solemos utilizar. La receta que más se asemeja a las hojas de papel, y qué más rica estará, es la segunda, en la que mezclamos celulosa y almidones. Esta es la fórmula perfecta para crear hojas que se pueden masticar. Además de estas ideas para hacer de papel casero, también te pueden interesar algunas de las recetas científicas que puedes hacer con elementos que tienes en la nevera o estas propuestas para hacer experimentos comestibles.
Prueba
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