Las plantas suelen ser un elemento destacado en los ambientes Montessori. Los pequeños arreglos florales nos ofrecen una conexión con la naturaleza que, aunque estén en un jarrón o un cesto, ayudarán a los niños y niñas a percibir mejor el medioambiente y la necesidad de cuidarlo y protegerlo.
La educadora que creó este modelo educativo decía que el amor por la naturaleza, como cualquier otro hábito, crece y mejora con el ejercicio y, por ello, te proponemos unos sencillos arreglos florales Montessori para que los niños experimenten con sus propias manos la fuerza y la belleza de la naturaleza.
Beneficios de esta práctica
Además, esta actividad hace que los niños trabajen algunas habilidades básicas, como cortar los tallos, verter el agua o poner las flores en un recipiente. También que aprendan a cuidarse a sí mismos y a su entorno. Otro beneficio que tiene realizar adornos florales Montessori es que los más pequeños pueden estar en contacto con la belleza y desarrollar los sentidos del olfato, la vista y el tacto.
Indirectamente, participar de esta actividad hará que mejoren su concepción estética, empiecen a tomar decisiones e, incluso, que trabajen los colores, las formas y la simetría.
Demostración
Es importante que la primera vez que los niños intenten hacer arreglos florales aprendan de ti gracias a la imitación. Por eso puedes tomar uno de los cuencos y hacer una demostración, siendo metódico en los pasos y realizándolos de forma pausada mientras cuentas lo que haces, para que ellos lo copien.
Materiales
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- Bandeja, lo mejor sería que fuese de madera para adaptarse a los materiales naturales que prefiere la filosofía Montessori
- Jarras, tarros y vasos de cristal, cerámica o barro de diferentes tamaños
- Esponja
- Trapo de algodón
- Tijeras
- Embudo, preferiblemente de metal
- 1 jarra con agua
- Delantal
- Flores
Pasos
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- Empieza por hacer que los niños se coloquen el mandil. Conviene que lo hagan ellos solos metiéndoselo por la cabeza e intentando, este paso es el más difícil, anudarlo a la espalda. Con que hagan un pequeño nudo bastará.
- Colocad los materiales en la bandeja. Si resulta muy pesada, pon en ella los objetos más livianos, llevad el resto, de uno en uno, hasta el área de trabajo y ponedlos en la bandeja.
- Introduce el embudo en la boca de uno de los jarrones y, con cuidado, deja que el niño vierta, poco a poco, el agua. En un segundo o tercer intento podéis hacerlo sin utilizar el embudo. Es importante que manipulen el agua dentro de la bandeja y que, si se derrama algo, lo recojan con la esponja o el trapo.
- Pon cada flor cerca del jarrón para que los pequeños se hagan una idea de la parte de tallo que tienen que cortar. Es el momento de proceder a quitar la zona sobrante. Es mejor si se les enseña a hacer los cortes en diagonal.
- Deja que hagan sus composiciones con un mismo tipo de flor o mezclando varios en los diferentes recipientes.
- Anima a los niños a que dejen sus arreglos florales Montessori en sus rincones favoritos de casa o el aula para que puedan disfrutar de ellos.
- Antes de dar por terminada esta actividad, toca recoger. Retira el agua que se haya derramado, tira los recortes de las plantas a la basura orgánica o déjalos en el contenedor para hacer compostaje. Limpia y guarda en su lugar todos los materiales empleados.
- Para terminar, haz que el niño se quite el delantal y lo cuelgue en el sitio que tenéis reservado para él.
Objetivos
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Al cortar los tallos de diferentes tipos de flores, los niños mejorarán sus habilidades con la fuerza y su destreza con el uso de las tijeras. Aprenderán a que hay algunas más duras, como las rosas (recuerda quitar las espinas antes), con las que tendrán que hacer más fuerza, y otras con las que la presión será menor.
Además, trabajarán sus habilidades de discriminación visual, ya que tienen que cortar los tallos tratando de que sean del mismo tamaño y que tengan una altura adecuada al jarrón donde las coloquéis.
Mejorarán la precisión cuando vierten líquidos en otros recipientes. Pueden empezar por usar el embudo y comprobar cómo tienen que echar el agua, poco a poco, para que no rebose. Cuando hayan hecho algunos arreglos, echarla directamente sobre los recipientes.
Esta actividad para hacer arreglos florales Montessori también supone que los niños trabajen la paciencia y la precisión en los movimientos, ya que tendrán que meter los tallos, de uno en uno, en el jarrón y trasladar las decoraciones a los distintos puntos en los que se quieran ponerlos sin que se derrame nada.
Con los arreglos florales Montessori se fomenta, junto a las habilidades mencionadas, un mayor conocimiento de los diferentes tipos de flores, observando las formas y colores, y aprendiendo sus nombres.
