La
Batalla del Vino de Haro es una de las fiestas más singulares y divertidas de España, donde tradición, humor y buen vino se mezclan en un espectáculo único. Cada
29 de junio, miles de personas vestidas de blanco y pañuelo rojo se reúnen en los Riscos de Bilibio, en La Rioja, para empaparse —literalmente— de vino tinto en una batalla festiva que rinde homenaje a San Pedro. Declarada
Fiesta de Interés Turístico Nacional, esta celebración combina historia, folclore y un ambiente festivo que atrae a visitantes de todas partes, deseosos de vivir una experiencia inolvidable entre risas, música y litros de vino.
Origen de la festividad
La historia de la
Batalla del Vino de Haro se remonta a la muerte de San Felices de Bilibio en el siglo VI, cuando los habitantes comenzaron a peregrinar a la cueva de los Riscos de Bilibio, donde descansaban sus restos. Aunque durante siglos estas visitas fueron desorganizadas, hacia el siglo XV el Concejo de Haro decidió oficializar la romería, que pronto se llenó de festejos, especialmente en las fechas de San Juan y San Pedro.
[caption id="attachment_263080" align="aligncenter" width="1200"]
Fuente: Batalla del vino Haro[/caption]
En el siglo XVIII se construyó la primera ermita en los riscos, y poco antes del siglo XX surgieron los primeros “bautizos de vino”, como llamaban a los remojones entre los asistentes. El vino, convertido en símbolo central de la celebración, unió el espíritu religioso y el festivo, dando forma a la tradición que ha perdurado hasta hoy.
La Batalla del Vino recibió en 1965 el título de Fiesta de Interés Turístico, y en 2011 fue reconocida como
Fiesta de Interés Turístico Nacional, consolidándose como uno de los eventos más singulares y esperados de España.
La Batalla del Vino
La Batalla del Vino de Haro consiste en
empapar con vino tinto a los demás participantes hasta quedar completamente morados. La jornada comienza temprano, con una peregrinación de unos 6 kilómetros que arranca a las 08:00 h de la mañana, seguida de una misa en los Riscos de Bilibio, donde después se celebra la propia batalla. Tras el desenfreno de vino, la fiesta continúa con los tradicionales almuerzos en el paraje, antes de regresar al pueblo para disfrutar de un animado pasacalles por la Plaza de La Paz.
[caption id="attachment_263082" align="aligncenter" width="1200"]
Fuente: Batalla del vino Haro[/caption]
En los últimos años, el evento ha ganado popularidad y atrae cada vez a más turistas, por lo que conviene conocer algunas de las reglas básicas antes de lanzarse a vivirlo en primera persona:
- Aunque el color protagonista acaba siendo el del vino, es obligatorio acudir vestido de blanco, y se anima a llevar el clásico pañuelo rojo al cuello.
- Las únicas armas permitidas son pistolas de agua rellenas de vino, botas de vino, botellas que no sean de vidrio y calderos aptos para transportar y verter líquidos.
- Todo participante que no esté aún manchado pasa a ser objetivo prioritario para los demás.
- El objetivo del día es claro: ¡manchar a cuanta más gente mejor!
Todo este jolgorio se acompaña de charangas, música y muchas risas, y la batalla termina oficialmente cuando los almuerzos empiezan a ocupar las mesas, dando paso a la parte más gastronómica y relajada de la celebración.
