
Diagosto
Por la mañana, un tamborilero es el encargado de dar el pasacalles. A media mañana, autoridades, mayordomos, cofrades y danzarines, se reúnen en la Plaza Mayor, desde donde parten en comitiva hacia la Iglesia Parroquial. Tras la Misa Mayor, la talla de la Virgen de la Asunción es llevada en procesión por calles adornadas con colchas, paños y flores en una auténtica fiesta del color, y escoltada por autoridades, mayordomos y danzarines llega hasta la Plaza Mayor.
Durante todo el día, cientos de vecinos se atavían con sus trajes tradicionales y grupos folklóricos salen a la calle para danzar sus bailes típicos, en una fiesta repleta de tradición e historia.Colocada la imagen en el flanco sur de la Plaza, da comienzo el Ofertorio. Un ritual con un orden muy estricto y solemne, en el que primero ofrecen autoridades y Mayordomos ataviados con los trajes típicos arrodillándose tres veces, en tres sitios determinados ante la Patrona y nunca dándole la espalda.
Después ofrecen de la misma manera las familias de los Mayordomos; cada familia sale por una de las cuatro esquinas de la Plaza, y en un riguroso orden de parentesco, los familiares del Mayordomo van ofreciendo.
Por último, los danzarines, bailan la cruz, el corro, los paloteos (conmemoraciones de antiguas danzas guerreras), y tejen y destejen el ramo. Es este uno de los días, donde se pueden contemplar con mayor belleza los trajes de La Alberca, y el espectacular Traje de Vistas, que lucen las Mayordomas y las novias el día de la boda.
Ya por la tarde, se celebra el Rosario, y de la misma manera, sale la Virgen en procesión por las calles del pueblo.
[caption id="attachment_275452" align="aligncenter" width="700"]
La Loa
El día 16 de agosto, después del encierro matinal por las calles del pueblo, y de que las campanas de la Iglesia convoquen a los vecinos, se celebra en el Solano un auto sacramental de origen medieval, conocido como La Loa. Es uno de los más antiguos de España.
En él se escenifica la victoria del bien sobre el mal. Destaca por la peculiaridad de sus personajes. El más destacado es la serpiente, un monstruo con cuerpo y cabeza de chivo y con siete cabezas de serpientes, que representan los pecados capitales.
Sobre los lomos de la serpiente, hace su aparición el demonio, y comienza un espectáculo pirotécnico, simulando el fuego del infierno. El demonio tienta a los galanes que van a celebrar la fiesta de la Asunción, pero en esos momentos aparece el Arcángel San Miguel.