La provincia de Burgos ha sido cuna de reconocidos impresores desde los inicios de la imprenta, allá por el siglo XV. Uno de los primeros y más importantes impresores de aquella época fue Fadrique de Basilea, un impresor alemán que instaló su imprenta en Burgos, cuyo nombre toma hoy en día el
Museo del Libro en
Burgos.
Se trata de un museo de gestión privada que os ofrece un espacio singular para descubrir en familia la
historia de la escritura y de los libros.

La exposición permanente del Museo propone un
recorrido didáctico en orden cronológico para conocer el nacimiento y la evolución de las formas y los diferentes soportes de escritura utilizados para recoger por escrito las ideas, las vivencias y los relatos en los distintos períodos de la Historia.
Todo ello se consigue con los elementos explicativos de la exposición, como las narraciones y los paneles audiovisuales, pero sobre todo con las
perfectas reproducciones a escala real de las principales piezas en la historia de la escritura y del libro.
Comenzaremos conociendo las primeras manifestaciones escritas conocidas de la Antigüedad hasta las grandes civilizaciones clásicas de Grecia y Roma. Con los niños, podéis jugar a descifrar el código utilizado en la
Piedra Roseta egipcia, o los sellos jeroglíficos del
Disco de Festos encontrado en Creta, cuyo origen es aún un misterio, entre otras asombrosas reproducciones que podéis ver en este lugar.

Uno de los mayores atractivos del Museo es su colección de facsímiles de las
grandes obras de la Edad Media, con sus bellas encuadernaciones y reproducciones de las miniaturas que los han hecho famosos. Códices, libros de caballería, bestiarios o libros de caza llamarán la atención de vuestros hijos con las ilustraciones de la época.
Se continuará el viaje por la
aparición de la imprenta y los tipos móviles y admirando los grandes libros que recogieron los grandes descubrimientos geográficos del siglo XVI y las joyas literarias del “
Siglo de oro”. Y para finalizar el recorrido, no faltan tampoco los modernos y actuales
libros electrónicos.

Además de la exposición permanente, el Museo del Libro acoge periódicamente otras
exposiciones temporales que nos acercan a un capítulo concreto de la historia del libro y de las artes relacionadas con este preciado objeto a lo largo de la Historia.
No os perdáis la visita a estas cuidadas muestras. Muchas de ellas tienen elementos sensoriales o audiovisuales especialmente pensados para que
los niños interactúen con las piezas expuestas.

El Museo suele organizar
actividades para familias o para los niños, como talleres de caligrafía, encuadernación o talleres de exploradores donde se proponen una serie de pistas para descubrir los secretos de las piezas más destacadas del Museo. Preguntad en recepción las actividades previstas para ese día.
El Museo del Libro de Fadrique de Basilea dispone de todo lo necesario para
facilitar la visita para las personas discapacitadas, como un bucle magnético en la recepción y audiovisuales subtitulados, códigos Bidi para smartphones con audioguías en castellano e inglés, y signoguías, y un ascensor a pie de calle que da acceso a todas las plantas del Museo.
Un lugar muy especial y una ocasión única para dar un paseo por la historia de la escritura y el libro, acompañados de nuestros hijos.