Fuente: Depósito de aguas de Pronillo. El Diario Montañes[/caption]
Las visitas son guiadas para conocer y recorrer sus instalaciones de una manera más efectiva e interactiva con la ayuda de paneles y material audiovisual. Durante la visita un experto os explicará la historia y el proceso que se sigue para captar el agua desde el interior de Cantabria, tratarla y distribuirla hasta los hogares de Santander. Una parte de la muestra expone el Ciclo Integral del Agua y las desigualdades en cuanto al reparto del agua que se producen en diferentes países.
Con esta actividad podréis mostrar a vuestros hijos el trabajo y los recursos necesarios para que cada día tengamos agua en nuestros hogares, y concienciarles de la necesidad de realizar un consumo responsable del agua y de un reparto justo del agua en el mundo.
La entrada es totalmente gratuita para todo el público. Para realizar su visita es necesario concertar cita previa por teléfono.
Más en Santander
Además del Museo del Agua, la ciudad de Santander cuenta con numerosos museos donde poder disfrutar en familia de una visita entretenida e informativa de las vivencias que recorrió la ciudad en épocas anteriores. Algunos de estos museos son el Museo Marítimo del Cantábrico que ofrece más de tres mil metros dedicados a la mar y a los hombres que trabajaron en ella, así como cuatro secciones de las vivencias cántabras. Uno de los sitios más destacados de la ciudad es el Refugio Antiaéreo de Santander, convertido en museo donde se conservan más de 114 refugios recuperados tras el bombardeo durante la Guerra Civil. Cuenta con cien metros cuadrados donde podréis experimentar como fueron los bombardeos y dónde se refugiaban los soldados. Otro museo que recoge la historio de la región es el Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantábrica. Un espacio de dos mil metros dedicados a la importancia de la humanidad a lo largo de la historia y divididos en las diferentes etapas de la evolución en los estilos de vida de sus habitantes. Las exposiciones cuentan con piezas procedentes de los ricos yacimientos arqueológicos de las Cuevas de Altamira.
Tras la visita de los museo degustar la gastronomía de la región es una de las mejores opciones para continuar el día. Alguno de los platos más típicos de cuchara es el cocido montañés, un plato contundente que combina alubias blancas con carne de cerdo. Como postre destacar el sobao pasiego, un bizcocho dulce tradicional de la zona norte de España.
Disfrutar del mar en la ciudad es una de las ventajas a la hora de disfrutar numerosos productos frescos como pescados y mariscos y deseas de productos de huerta.
