El
Museo Ángel Orensanz y de Artes de Serrablo se encuentra situado en el
Puente de Sabiñánigo y cuenta con una
colección del artista Ángel Orensanz y otra
etnológica. A través de sus salas podrás captar la esencia de la
sociedad tradicional. Es un museo imprescindible para conocer el viejo
mundo pirenaico.
El Museo Ángel Orensanz y de Artes de Serrablo
El
Museo Ángel Orensanz y Artes de Serrablo se inauguró en
1979 gracias a la labor desarrollada por la asociación
Amigos de Serrablo, quienes se dedicaron a recopilar enseres de la vida cotidiana procedentes de los pueblos deshabitados de la comarca. Su intención era la de
salvaguardar una cultura que estaba agonizando con la llegada de la sociedad industrial.
En la colección podemos
conocer la esencia de la sociedad tradicional, las creencias que la sustentan,
la economía de montaña, la música popular y la indumentaria.
Junto con la colección etnológica, una de las más completas de todo el ámbito pirenaico, también se pueden contemplar
obras del escultor oscense Ángel Orensanz, sus barros, esculturas y dibujos. Todas las piezas que aquí puedes conocer guardan una historia forjada por los esfuerzos de quienes vivieron en Serrablo.
El Museo Ángel Orensanz y Artes de Serrablo está formado por
dos casas con tres plantas cada una, unidas por un voladizo. La primera,
Casa Batanero, data del siglo XIX y es una espléndida muestra de la arquitectura típica de la zona; la segunda se construyó en 1998 para ampliar el espacio expositivo.
La visita
La visita al Museo Ángel Orensanz y Artes de Serrablo
comienza en el patio, donde podremos contemplar una
herrería, una
prensa de vino, otra de miel y un
roscadero destinado al lavado. Dentro del jardín también se encuentra la
sala de Medicina Popular, que es recomendable visitar al final del recorrido.
Desde este punto accederemos a la
planta baja que cuenta con la
masadería y su horno abovedado donde se hacía el pan. La sala contigua está dedicada a los
oficios de carpintero y herrero, y también a la
caza y a la pesca. Esta planta está rematada con la
bodega y el espacio reservado a las
cuadras. La
arquitectura popular está ilustrada en este museo a través de las técnicas, materiales y elementos constructivos con los que cuenta la exposición.
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Alcoba del museo | Fuente: Facebook Museo Ángel Orensanz[/caption]
Subiendo a la
primera planta, entramos en la parte más importante de la casa,
la cocina, con una espectacular chimenea. A través de un recibidor, decorado con fotografías de etnólogos del siglo XX, llegamos a una de las alcobas. En este espacio, el resto de salas están dedicadas al
mundo pastoril y la
artesanía textil característica de la sociedad pirenaica. En esta planta se encuentra una de las salas que más sorprende a los niños, un
espacio dedicado a los juegos y juguetes infantiles, mediante los cuales los niños de épocas pasadas iban asimilando los roles de la edad adulta. En la zona ampliada de esta planta está el
espacio dedicado a la religiosidad
centrado en las romerías de la zona.
En la
segunda planta del edificio está el palomar donde podremos descubrir un rincón muy especial,
El cuarto de Pedrón, se trata del
diablo del museo y que en la actualidad encarna el ideario solidario del museo. Esta figura, Pedrón, era un personaje de ficción que en los años de malas cosechas incordiaba a las gentes. Además, desde esta planta, conoceremos el
baile de la romería de Santa Orosia y la sala de música tradicional.
Por último se encuentra la
exposición de Ángel Orensanz con obras representadas por los típicos tubos de hierro horadados, varios
guaches y una pequeña colección de barros; y también, las
obras ganadoras del
Premio Internacional de Escultura.
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Exposición Ángel Orensanz | Fuente: Facebook Museo Ángel Orensanz[/caption]
El museo con niños
Si se visita el Museo Ángel Orensanz y Artes de Serrablo con niños, además de
conocer a Pedrón, el diablillo del museo, podrán conocer un
espacio dedicado a los
juegos infantiles de aquella época. Desde el museo tienen en cuenta el aprendizaje de los niños y poseen
fichas didácticas para niños de 3 a 6 años y de 7 a 12 años para resolver
Los secretos del Museo. Al finalizar esta tarea se entrega un
diploma de buen detective.
Existe una amplia programación de
actividades dirigidas al público infantil y también adulto
de forma temporal. Se trata principalmente de presentaciones de libros, talleres infantiles, proyecciones o grupos de lectura.
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Visita al museo | Fuente: Facebook Museo Ángel Orensanz[/caption]