Si tú y tu pareja estáis pensando en ampliar la familia con un segundo hijo, es fundamental reflexionar sobre diversos aspectos clave. Dar el paso de tener otro bebé supone
una decisión importante: ya sabéis lo que implica
la maternidad o la paternidad, y lo que supone en el día a día. Por eso, conviene anticiparse a ciertos retos que irán surgiendo. A continuación, compartimos contigo algunas cuestiones esenciales que no conviene pasar por alto.
1. Preparar al hijo mayor para la llegada del nuevo bebé
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Prepara al mayor para el bebé que pronto nacerá | Fuente: Canva[/caption]
Es fundamental comunicarle al hijo mayor la noticia
con sensibilidad para que, poco a poco, se adapte a la idea de tener un hermanito. En cuanto al momento, lo mejor es no hacerlo demasiado pronto, para que no se le haga muy larga la espera, ni demasiado tarde, para que pueda ir asimilándolo. Es aconsejable hablar con él cuando ya se nota la barriguita.
En cualquier caso, para minimizar
los celos que con mucha probabilidad aparecerán, deberéis
implicaros emocionalmente, brindándole más atención que nunca. El tiempo de calidad con él no solo debe mantenerse, sino incrementarse, ya que se encontrará ante un nuevo papel en la familia, con más responsabilidades que paulatinamente irán surgiendo de forma natural.
Según el Consejo General de la Psicología de España, "la preparación emocional del hermano mayor es clave para evitar
sentimientos de desplazamiento o celos durante el proceso de adaptación".
2. Reorganizar la logística familiar
La llegada de un segundo hijo transformará bastante las rutinas de la casa. Será necesario
reorganizar horarios, actividades y dinámicas cotidianas para adaptarse a la nueva realidad. Si podéis contar con apoyo externo en los primeros meses para gestionar el día a día, seguro que es bienvenido.
Por otra parte, también
conviene que el hijo mayor no perciba demasiado estas alteraciones. Ya sabemos lo importantes que son las rutinas para los niños: así que le vendrá bien que sigáis yendo al parque, que mantengáis
sus rituales de sueño, sus horarios de comida, que vaya al cole con normalidad y le recojan las personas habituales; todo ello contribuirá a su estabilidad emocional.
3. Estar abiertos a lo inesperado
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No dejes de pasar momentos en exclusiva con el mayor | Fuente: Canva[/caption]
Es natural que los padres tengamos sentimientos contradictorios, incluso cierta culpa, al vernos obligados a repartir la atención entre dos hijos. Por eso precisamente resulta vital
reforzar el vínculo con el mayor para que no se sienta desplazado. Priorizar momentos exclusivos con él ayudará a mantener su bienestar.
Asimismo, es probable que surjan situaciones completamente distintas a las vividas con el primer hijo.
Cada niño tiene su propio temperamento y necesidades. Lo que funcionó con uno puede perfectamente no ser útil con el otro, por lo que la flexibilidad y la capacidad de adaptación serán vuestro mejor recurso.
La Asociación Española de Pediatría recuerda que cada etapa del desarrollo infantil requiere respuestas diferentes, ya que los niños no son adultos en pequeño, sino seres en desarrollo con necesidades específicas.
4. Preparar el hogar para el nuevo integrante
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Hazle partícipe de los cuidados al bebé, se sentirá importante | Fuente: Canva[/caption]
Como ya tienes un hijo, lo sabes bien: antes del nacimiento toca
adecuar el entorno familiar para facilitar la adaptación de todos. Y como tu casa es ya un hogar 'a prueba de niños', todo será más fácil. Eso sí, te aconsejamos que incluyas al hermano mayor en la preparación del espacio del bebé —mostrarle dónde estará la cuna o el rincón del pequeño, incluso dejar que elija algunas cosas— puede ayudarle a asumir el cambio de forma natural y le hará sentir que cuenta, que es importante.
Anticipar estos ajustes permitirá una mejor distribución del tiempo y la energía familiar una vez que el recién nacido esté ya en casa. E insistimos, tal y como recomienda la
psicóloga perinatal Rosa Jové en su libro
La crianza feliz: no dudes en “involucrar al hermano mayor en tareas simples relacionadas con el bebé para fortalecer el vínculo fraternal desde el principio”.
5. Reparto del tiempo y energía
La llegada de un segundo hijo implica, inevitablemente, una reorganización de la energía y el tiempo disponible. Tendremos más tareas y menos horas de descanso, y el ritmo será, sin duda, más exigente. Asumir esta nueva situación con realismo contribuirá a una mejor adaptación. Es fundamental que los padres encuentren momentos para descansar y cuidar también de su propio bienestar emocional, aspectos vitales para sostener la armonía en casa.
6. Revisión de la economía familiar
Por supuesto que todos sabemos que criar a un hijo representa un aumento de los gastos, pero ponerlo en cifras nos sirve para hacer mejor nuestras previsiones. Según el informe
El coste de la crianza en 2024 realizado por
Save the Children España, el coste medio mensual de criar a un hijo en nuestro país asciende a
758 euros, lo que supone unos 9.000 euros anules.
Por ello, es recomendable revisar el estado de las finanzas y elaborar un plan que contemple todos los costes adicionales: ropa, alimentación, productos de higiene, educación, etc. Una buena planificación ayudará a garantizar el bienestar de ambos hijos sin comprometer la estabilidad económica del hogar.
7. Aceptar que no todo se puede planificar
Por más que intentemos anticiparnos a todo, no podremos evitar que sea una etapa un poco caótica. Y es normal. Las rutinas cambiarán y los primeros meses serán más desordenados. Pero con el tiempo, la familia encontrará un nuevo equilibrio. Mantener la calma y aceptar que cada proceso requiere un periodo de adaptación será el camino para alcanzar una nueva estabilidad con nuevas formas de hacer las cosas.
https://youtu.be/O7TswgLnNXc?si=dsVajboq8ksV5cpf