En esta
segunda entrega del gran éxito de Pixar de 2015, Riley es ya una adolescente de 13 años que, de repente, empieza a experimentar múltiples cambios y, con ellos,
una desregulación emocional. Han aparecido nuevas reacciones en su interior que no sabe muy bien qué función tienen y cómo van a ayudarla en esta nueva etapa vital. Pero lo harán, y lo veremos en este artículo, en el que analizaremos
Del Revés 2 como herramienta de gestión emocional en
la adolescencia.
Se presentan nuevos personajes en la mente de Riley:
Envidia, Ansiedad, Vergüenza y Aburrimiento. Sentimientos que, aunque puedan ser desagradables como otros de la primera película, poco a poco van a ir siendo importantes para nuestra protagonista.
Las emociones, al contrario de lo que se suele pensar,
no son negativas o positivas, sino desagradables o agradables, ya que todas son válidas y cumplen una función para nosotros. No obstante, muchas veces, no sabemos gestionarlas, sobre todo las que no son placenteras.
Demonización de las emociones desagradables
La sociedad a menudo demoniza las que no ve con buenos ojos, como la envidia, la ansiedad, el enfado, el miedo o la vergüenza, considerándolas indeseables o impropias. Esto se ve reflejado en cómo las normas sociales promueven su represión, etiquetándolas como negativas y
asociándolas a debilidad e inmadurez. Sin embargo, esta demonización tiene implicaciones significativamente dañinas en la regulación emocional y en la salud mental en general.
Rechazar sentimientos que nos resultan desagradables puede llevar a reprimirlos, lo que suele suponer una acumulación de tensión emocional y la aparición de problemas como
depresión o
ansiedad prolongada. Además, negarlas impide el aprendizaje y el crecimiento personal al no afrontarlas y comprender su origen y función.
Emociones desagradables y sus funciones
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Nunca hay que ignorar las emociones, por desagradables que sean | Fuente: IMDb[/caption]
Para entender el poder de
Del Revés 2 como herramienta de gestión emocional durante la adolescencia, debemos analizar esos nuevos sentimientos que surgen en la protagonista. Vamos a ello:
1. Envidia
La envidia es una emoción compleja tras la que
subyacen deseos y carencias al compararnos con los demás o con nosotros mismos tiempo atrás. Y, aunque nos hace sentir pequeñitos, tal como vemos representado al personaje de la película, e idealicemos a otras personas injustamente, también
es adaptativa. Nos enseña a valorar lo que es realmente importante para nosotros y nos impulsa hacia nuestro crecimiento.
2. Ansiedad
Está diseñada para auxiliarnos en situaciones complicadas y que suponen un desafío. Su función principal es
identificar posibles peligros, y preparar nuestro cuerpo para reaccionar de manera rápida y efectiva. De este modo, nos permite anticiparnos a posibles futuros, y nos impulsa a actuar y tomar decisiones que nos acerquen a un futuro mejor. No obstante, cuando la ansiedad nos domina por completo,
se vuelve desadaptativa, en los casos en los que nos lleva a la paralización y a sufrir ataques de ansiedad. Es fundamental recordar que la mayoría de nuestras preocupaciones no se materializan en la realidad.
3. Enfado
Gracias al enfado podemos conocer lo que no nos gusta y no queremos permitir, ya que puede haber algo que esté invadiendo nuestra intimidad, y a expresarlo de forma asertiva para protegernos. En la película la llama de Enfado se enciende con mucha frecuencia:
es una emoción con mucha energía que pretende proteger a Riley, sus valores y su integridad, y prepararla para afrontar distintos desafíos.
4. Miedo
El miedo actúa como una alerta, su función es protegernos, ya que nos ayuda a identificar posibles peligros y amenazas, ya sean reales o imaginarios, y nos prepara para enfrentarnos a ellos de manera adecuada. Si nos fijamos en la película,
Miedo y Ansiedad pueden coexistir, ya que el primero nos avisa de un peligro presente, mientras que la segunda nos alerta de uno posible y futuro. Además, el miedo
nos sirve para reconocer nuestras áreas de vulnerabilidad, impulsándonos a fortalecerlas y a hacer frente a las adversidades con mayor resiliencia.
5. Vergüenza
La vergüenza
nos impulsa a reevaluar y ajustar nuestras conductas en función de las normas sociales, con el objetivo de ser aceptados por los demás. Aunque parezca una emoción sin poder, en la película se muestra cómo Vergüenza ayuda a Tristeza y a los demás personajes a gestionar la ansiedad de manera adecuada. Esta emoción es esencial para manejar situaciones sociales:
nos enseña a regular nuestro comportamiento, fomentar la empatía y asumir la responsabilidad de nuestras acciones. Además, nos motiva a mejorar y fortalecer las relaciones sociales.
La importancia de comprender y aceptar nuestras emociones
La importancia de comprender y aceptar lo que sentimos en un momento dado radica en
reconocer que cada emoción, ya sea placentera o no, cumple una función crucial en nuestra vida. Ninguna es aleatoria, sino que todas ellas son adaptaciones evolutivas y personales diseñadas para nuestra supervivencia y bienestar.
Al
aceptarlas y comprenderlas, en lugar de juzgarlas negativamente,
podemos establecer una relación más saludable con nosotros mismos. Por ejemplo, entender que la tristeza nos sirve para procesar pérdidas importantes nos permite abordarla con compasión y evolucionar sobre ella de manera constructiva. En lugar de suprimir o ignorar nuestras emociones,
aprender a interpretarlas nos brinda recursos para trabajarlas de manera equilibrada y efectiva.
Así, la película
Del Revés 2, al representar una amplia variedad de emociones y las situaciones que las desencadenan, es
una poderosa herramienta educativa. Identificándonos con los personajes y sus experiencias en este terreno, podemos reflexionar sobre lo que nosotros mismos experimentamos con lo que sentimos. Y, de este modo, buscar
estrategias de afrontamiento que fomenten la comprensión,
la empatía y el autoconocimiento para conseguir una mejor gestión emocional y calidad de vida.