¿Qué puede provocar una experiencia traumática en niños y adolescentes?
Según un estudio sobre el estrés postraumático en la infancia publicado en el portal científico ResearchGate, muchos niños y adolescentes experimentan al menos un evento potencialmente traumático antes de llegar a los 18 años. Las causas son diversas; entre otras, se incluyen las siguientes:- Sufrir abusos físicos, emocionales y sexuales.
- Experimentar negligencia en los cuidados por parte de los padres o figuras principales.
- Presenciar o sufrir violencia doméstica, familiar o social (por ejemplo, bullying).
- Vivir un abandono, separación dolorosa o pérdida de un ser querido.
- Enfermedades graves.
- Sufrir o presenciar un accidente, desastre natural o cualquier otro suceso sobrecogedor.
- Ser víctima de guerra o terrorismo.

4 Señales de alerta que podrían indicar daño emocional
Algunos de los síntomas comunes de traumas en menores incluyen:1. Revivir continuamente lo ocurrido
Un estudio publicado en la revista científica Nature Neuroscience asegura que las experiencias dolorosas se procesan de forma diferente que el resto de los recuerdos, por lo que es común revivirlas una y otra vez a través de pesadillas, flashbacks o pensamientos intrusivos que provocan un gran malestar y descontrol emocional.2. Evitación y retraimiento
Cualquier situación, lugar o persona que evoque lo ocurrido tenderá a ser eludido. También es frecuente mostrar una actitud evitativa o retraída, así como falta de interés en actividades que antes se disfrutaban. [caption id="attachment_624330" align="aligncenter" width="700"]
3. Estado de alerta constante
La hipervigilancia o el estado de alerta constante es otra de las señales comunes tras sufrir un daño psicológico. Anticipar las amenazas o el peligro provoca ansiedad, irritabilidad y dificultad para concentrarse o conciliar el sueño, además de síntomas físicos como dolores de cabeza o problemas gastrointestinales.4. Cambios de comportamiento
A menudo, se presentan cambios drásticos en el comportamiento, como impulsividad, agresividad o regresiones en el desarrollo (por ejemplo, mojar la cama, chuparse el dedo, comportarse como un bebé, hablar menos...).Cómo actuar y prevenir los traumas infantiles
Si sospechas que tu hijo ha experimentado una vivencia dolorosa, es crucial buscar ayuda profesional de inmediato, pues si la situación no se valora ni se trata adecuadamente, los efectos en salud mental podrían ser duraderos. Y aunque no siempre es posible prevenirlos, hay una serie de medidas que los padres y cuidadores pueden adoptar para asegurar el bienestar emocional de los menores:1. Educar con amor y respeto
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2. Fomentar la resiliencia
Los padres deben enseñar a sus hijos desde muy pequeños a desarrollar habilidades de afrontamiento, para que sean capaces de resolver de forma práctica y positiva los contratiempos que se les puedan presentar a lo largo de la vida. Esto pasará por educarles en la correcta identificación y expresión de las emociones, la resolución de problemas de una forma constructiva, y el establecimiento de relaciones saludables.3. Estar atentos a las señales de alerta
Por último, es esencial estar siempre atentos a cualquier cambio en el comportamiento o estado de ánimo de los hijos, pues podría indicar la presencia de un problema. Ante cualquier duda o sospecha, hay que consultar con su pediatra.
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