La frase "me siento solo en clase" puede parecer una simple queja o una llamada de atención; sin embargo, esconde
un mundo de emociones y pensamientos que afectan profundamente a los niños.
Pilar Pavón, psicóloga especializada en atención infantojuvenil, nos explica que la soledad en la infancia y la adolescencia en el entorno escolar no solo impacta en el bienestar emocional y en la autoestima, sino que también llega a influir en el
rendimiento académico y el desarrollo social de quienes la experimentan.
Esta sensación a menudo pasa inadvertida en casa, ya que los menores tienden a ocultarla por miedo, vergüenza o simplemente porque no saben cómo expresarla. En este artículo exploraremos
cómo reconocer este problema y qué podemos hacer desde la familia y la escuela para ayudar a quienes lo sufren.
Lo que se esconde detrás de la soledad en el aula
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En esta sensación hay mucho daño emocional | Fuente: Canva[/caption]
Cuando un niño o adolescente se siente solo en clase, experimenta emociones como
tristeza, ansiedad e inseguridad. En algunos casos, este hecho deriva en apatía o conductas de evitación, como faltar a clase.
Los niños más pequeños pueden volverse
retraídos y mostrar menor interés en jugar con sus compañeros. En la adolescencia, una etapa en la que la pertenencia al grupo es clave, lleva fácilmente a generar
sentimientos de inferioridad y ansiedad social.
Pensamientos y conductas asociadas a la soledad en el colegio
La soledad en el aula suele estar acompañada de pensamientos negativos como "nadie quiere estar conmigo", "no le importo a nadie" o "si intento acercarme, me van a rechazar". Estas ideas hacen que el niño o adolescente
evite el contacto social y adopte conductas de aislamiento que, simultáneamente, refuerzan la sensación de soledad.
Estas son algunas
señales de alerta:
- Preferir estar solo en el recreo o la hora del almuerzo.
- No hablar en casa de amigos o de cómo ha ido su día en la escuela.
- Mostrar rechazo o desinterés por asistir a clase.
- Cambios de humor, irritabilidad o tristeza sin motivo aparente.
- Bajo rendimiento académico sin una causa clara.
El silencio en casa: cuando la soledad pasa inadvertida
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La tristeza de sentirse excluido puede afectar a su autoestima | Fuente: Canva[/caption]
Muchos niños y adolescentes no comparten en casa que se sienten solos
por vergüenza o miedo a preocupar a sus padres. Esta falta de comunicación facilita que el problema pase inadvertido.
Es fundamental que los padres generen
un espacio seguro y libre de juicios para el diálogo. Preguntas como "¿con quién jugaste hoy?" o "¿cómo te sientes en clase?" ayudarán a abrir la conversación. Siempre sin presionarles.
Cómo pueden los padres identificar este sentimiento en sus hijos
Para detectar si un niño o adolescente se siente solo en clase, los padres pueden:
- Observar su lenguaje corporal y sus actitudes después del cole.
- Estar atentos a cambios en su estado de ánimo.
- Hablar con los profesores para conocer su comportamiento en el aula.
- Animarlo a que invite amigos a casa, que juegue en el parque con compañeros o participe en actividades extracurriculares en las que tenga ocasiones de desarrollar nuevas relaciones sociales.
- También es importante enseñar a los hijos a identificar a compañeros que puedan sentirse solos y promover en ellos la empatía.
El impacto psicológico y emocional
La soledad en la infancia y la adolescencia, cuando es persistente, puede afectar no solo a corto, sino también a largo plazo, a la autoestima y la capacidad de establecer relaciones saludables en la adultez. Además, aumenta el riesgo de sufrir
ansiedad y depresión, y la posibilidad de que repercuta en la
motivación académica o laboral.
Estrategias para abordar el problema en casa y en la escuela
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Busquemos señales y abramos el diálogo en casa | Fuente: Canva[/caption]
1. Desde el hogar
- Escuchar activamente. Hacerles sentir que sus emociones son válidas y que son libres de hablar abiertamente sin miedo a ser juzgados.
- Fomentar la socialización. Animarlos a participar en actividades que les permitan conocer a otros niños con intereses similares.
- Trabajar en la autoestima. Ayudarles a reconocer sus cualidades y fortalecer su autoconfianza.
- Favorecer el desarrollo de habilidades sociales. Practicar en casa estas aptitudes con conversaciones y situaciones que exijan la resolución de conflictos.
2. Desde la escuela
- Favorecer la inclusión en el aula. Diseñar dinámicas grupales para facilitar la interacción entre compañeros.
- Observar a los alumnos. Detectar a quienes suelen estar solos y buscar estrategias para integrarlos en el grupo.
- Promover la empatía entre compañeros. Enseñarles la importancia de lo que implica incluir a los demás para unos y para otros.
- Facilitar espacios seguros. Contar con entornos donde los estudiantes puedan expresar sus emociones y recibir apoyo.
Abordar la soledad en clase es una responsabilidad que va más allá de la comunidad educativa. Como sociedad, debemos promover valores como
la empatía, la inclusión y el respeto, para que ningún niño o adolescente se sienta aislado. Desde la familia hasta los medios de comunicación y las políticas públicas, todos tenemos un papel en la construcción de un entorno donde cada persona se sienta tenida en cuenta, valorada y acompañada.