¿Qué son exactamente las situaciones de aprendizaje?
Nuestra legislación actual, la LOMLOE (Ley Orgánica 3/2020, de 29 de diciembre, por la que se modifica la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación) define las SdA como “el conjunto de situaciones y actividades que implican el despliegue, por parte del alumnado, de actuaciones asociadas a competencias clave y competencias específicas, y que contribuyen a la adquisición y desarrollo de las mismas”. Además, nos indica que son “una herramienta eficaz para integrar los elementos curriculares de las distintas materias o ámbitos mediante tareas y actividades significativas y relevantes para resolver problemas de manera creativa y cooperativa, reforzando la autoestima, la autonomía, la reflexión crítica y la responsabilidad”. Estas particularidades nos llevan tanto a los elementos curriculares que hemos de tener en cuenta en nuestra práctica docente como a otros factores que van a influir en ella.Alumnos involucrados e instrucciones estructuradas
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- Durante la fase de pretarea, debemos preparar a los niños y niñas activando sus conocimientos previos, motivación e input significativo.
- En el momento de la tarea propiamente dicha, el objetivo es, en este caso, que los estudiantes usen la lengua extranjera de manera activa.
- En la fase posterior, buscaremos sistematizar y analizar los aprendizajes. El alumnado actúa aquí como protagonista, utilizando estrategias como presentaciones orales, trabajo en grupo y análisis lingüístico para mejorar sus competencias.
La utilidad de estructurarlas
Un aspecto fundamental que nos ayuda a los docentes a llenar esa caja de herramientas de la que hablábamos al principio de este artículo es utilizar checklists y plantillas para estructurar las situaciones de aprendizaje. Estas incluyen elementos clave como objetivos claros, competencias que se quieren trabajar, criterios de evaluación y actividades significativas. Por ejemplo, una buena SdA debe partir de un reto motivador, estar contextualizada y ser accesible para todos los alumnos, siguiendo los principios del Diseño Universal para el Aprendizaje (DUA). Y diseñar una plantilla base a partir de la cual se pueda ir perfilando cada una de ellas facilitará mucho el trabajo docente.Grandes proyectos
Y, ¿cómo ponemos todo esto en práctica? A través de situaciones de aprendizaje entendidas como grandes proyectos. Un ejemplo puede ser un ‘NutriPodcast’, es decir, un podcast sobre hábitos nutricionales. O la creación de un museo sobre un país en concreto (en nuestro caso, en el curso pasado fue Australia) con folletos que los estudiantes realizan sobre él y visitas guiadas a alumnos de cursos inferiores. En cualquier caso, la idea de partir de un producto final que queremos que desarrollen nos ayudará a diseñar la SdA. Un consejo es que ese producto, en el caso de la enseñanza de idiomas, tenga dos vertientes, una oral y otra escrita. Si vamos un poquito más allá, podemos enriquecer estas situaciones de aprendizaje y convertirlas en experiencias educativas que realmente impacten en los estudiantes. Es decir, no solamente nos centraremos en los contenidos, sino que serán proyectos que inspiren y motiven a los alumnos, ayudándoles a desarrollar competencias clave para su futuro. Y así seremos catalizadores de todo su potencial, e influiremos no solamente en la educación del presente, sino también en la sociedad del futuro.
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