Pasear en bicicleta es una actividad muy divertida para hacer en familia y además, aporta grandes
beneficios al desarrollo de los niños, como la mejora de la coordinación, el sentido del equilibrio o la orientación espacial, entre otros. Pero además de enseñarles a montar, es fundamental que los padres
velemos por la seguridad infantil en bici a través de un buen ejemplo y la correcta educación en las normas de seguridad vial.
Si a tu hijo o hija le gusta montar en bicicleta, o
compartís con frecuencia esta afición, estos
consejos son claves para hacerlo de forma adecuada y segura.
1. Ponerse casco siempre
Hacer uso del casco es un
aspecto imprescindible para garantizar la seguridad infantil en bici. Con independencia de la edad o el tipo de vías que se vayan a recorrer, este elemento es esencial, pues nos protege de heridas y traumatismos en caso de caída.
Debe estar
homologado y hay que asegurarse de que la talla es la adecuada según el perímetro de la cabeza. No obstante, una vez puesto, debemos ajustarlo y enseñar a los niños a hacerlo cada vez que se lo pongan. El casco puede adquirirse en tiendas especializadas o en la sección de deportes de grandes almacenes.
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El casco es un elemento esencial para garantizar la seguridad infantil en bici | Fuente: Canva[/caption]
2. Usar la ropa y calzado apropiados
Vestir ropa cómoda y que no limite los movimientos contribuye a que los niños puedan pedalear y maniobrar mejor cuando se desplacen sobre dos ruedas. También es imprescindible utilizar un
calzado adecuado que sujete bien el pie y lo cubra por completo, para garantizar estabilidad a la hora de pedalear. Debemos evitar elementos sueltos que puedan engancharse, y si el calzado lleva cordones, asegurarse de que están bien atados antes de montar.
3. Tamaño adecuado de la bici
Es esencial que
el tamaño de la bicicleta se ajuste correctamente a tu altura y que mantengas una postura apropiada al montar. Para ello, posiciónate en el marco y verifica que puedas tocar el suelo con los pies. Después de ajustar el sillín, asegúrate de que el manillar esté a la misma altura y a una distancia aproximada de un brazo.
En el caso de los niños, la bici debe ser lo suficientemente pequeña como para que lleguen al suelo con los pies cuando estén sentados, pero lo suficientemente grande para crecer con ella durante algún tiempo. En este sentido, es muy útil optar por modelos que tengan varias opciones de ajustes para que puedan
adaptarse mejor a las necesidades de crecimiento.
4. Disponer de un sistema de iluminación válido
Cuando la iluminación solar sea baja, la visibilidad limitada o se circule por algún túnel, resulta esencial emplear un chaleco u otras
prendas reflectantes y luces homologadas. Según leemos en la web del
RACC, la bici debe llevar una luz delantera de color blanca, otra trasera de color rojo y un catadrióptico. Los expertos recomiendan comprar un
set de luces con batería recargable mediante USB, para tenerlas siempre a punto.
5. Llevar una señal acústica homologada
De acuerdo con la normativa de la DGT, para poder transitar por cualquier vía, ya sea urbana o interurbana,
las bicicletas tienen que disponer de un timbre, y queda fuera de la reglamentación el uso de cualquier otro medio acústico diferente.
6. Accesorios útiles
Además de una
botella de agua, que podemos colocar en un portabidones en nuestra bici,
la DGT recomienda utilizar
guantes de ciclista para proteger las manos en caso de caída, aunque también son útiles para absorber el sudor y garantizar un mayor confort y agarre del manillar. Asimismo, las
gafas de sol resultan fundamentales para preservar los ojos del polvo, insectos y deslumbramientos, y es recomendable
utilizarlas incluso en los niños más pequeños.
En el caso de los adultos e incluso de los adolescentes, puede ser buena idea tener ciertas nociones de mecánica y
llevar una pequeña mochila con un kit básico de herramientas por si sufrimos algún percance. En ella debemos incluir una o dos cámaras de repuesto, herramientas multiuso, parches y bomba de aire. Y, por último, no hay que olvidarse del móvil para poder avisar en caso de emergencia.
7. Usar el carril bici y no ir nunca por la acera
Siempre que exista un carril para ciclistas, es recomendable circular por él. Estará indicado con la señal correspondiente.
- Si circulamos por la ciudad y no hay carril bici, debemos hacerlo por la derecha de la vía, dejando una separación de seguridad con el bordillo o los vehículos estacionados.
- Si circulamos por vía interurbana sin carril bici, tendremos que circular por el arcén de la derecha si fuera transitable y suficiente, y si no lo fuera, utilizaremos la parte imprescindible de la calzada.
Recuerda que está prohibido circular por aceras y zonas peatonales, salvo que esté señalizado como carril-bici de uso compartido con peatones. Por otro lado,
al cruzar los pasos de cebra, hay que abandonar el sillín y hacerlo a pie, de lo contrario estaremos poniendo en peligro nuestra seguridad y la de otros, además de correr el riesgo de ser multados.
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Si existe un carril para ciclistas, debemos circular por él | Fuente: Canva[/caption]
8. Respetar las normas y señalizar las maniobras
Una de las mejores formas de garantizar la seguridad infantil en bici es
desplazarse a una velocidad prudencial, permanecer atentos a las señales de tráfico y hacer gala de una gran precaución en todo momento. Aunque circulemos a dos ruedas, no hay que olvidarse de respetar los semáforos, ceder el paso a los peatones en los cruces (ellos tienen la prioridad) y nunca adelantar entre carriles al resto de los conductores. También es importante aparcar la bici en las zonas reservadas para ello
Por último, debemos acostumbrarnos siempre a indicar las maniobras antes de ejecutarlas. La DGT explica en
este artículo cuáles son las maniobras básicas que estamos obligados a conocer y cómo ejecutarlas.
9. Extremar las precauciones en caminos y senderos
Circular por senderos o caminos rurales no implica dejar a un lado toda conducta preventiva, sino más bien al contrario. Y es que
pueden darse numerosos imprevistos que no controlamos, como que se cruce un animal, se interponga en la marcha la rama de algún árbol, existan baches o desniveles e incluso que un costado de la vía termine en un precipicio o un barranco.
10. Utilizar los dispositivos adecuados si les llevamos de pasajeros
Es posible llevar a un niño de pasajero siempre que sea
menor de 7 años y el conductor sea mayor de edad.
Para ello
debemos instalar una silla homologada que cuente con reposabrazos, sujeción para los pies, arnés de seguridad y respaldo alto para ofrecer apoyo a la cabeza. Podemos colocarla tanto en la
parte delantera como detrás del conductor, en función de la edad y peso del niño. Así, para bebés y niños pequeños con un peso entre 9 y 15 kilos es aconsejable colocarla delante, pero si vamos a transportar a niños más mayores, utilizaremos una silla trasera.
Recuerda, además, que aunque no conduzca,
el niño también tiene que llevar puesto el casco.
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Cuando los niños vayan de pasajeros en bici, deben ir en una silla adecuada | Fuente: Canva[/caption]
11. Buen mantenimiento
Al igual que hacemos revisiones periódicas de nuestro coche, también tenemos que hacerlo con la bicicleta, pues
un buen mantenimiento puede evitarnos muchos problemas. Es prioritario verificar la
presión de los neumáticos cada vez que vayamos a montar para asegurarnos de que no hay fugas ni pinchazos. También hay que supervisar los frenos, accionando las palancas y comprobando que retornan de inmediato a su posición original.
12. Tener en cuenta diferentes aspectos cuando los niños van al cole en bici
Antes de que nuestros hijos e hijas empiecen a acudir a clase en este medio de transporte de un modo frecuente, sería buena idea asegurarnos de que disponen de una zona adecuada para dejar su vehículo. Al mismo tiempo, es importante
evitar que lleven mucho peso en la mochila, lo cual podría desestabilizar su marcha y provocar caídas.
13. Ser un buen ejemplo para nuestros hijos
Por último, no podemos olvidar que
somos el espejo en el que nuestros hijos se miran, por lo que además de educar con palabras, es fundamental hacerlo con hechos. Montar en bici con ellos nos permitirá
enseñarles las principales normas de obligado cumplimiento y servir de ejemplo para que aprendan a ser respetuosos y responsables mientras circulan.
Prueba
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