Las ventajas de establecer una buena relación entre padres y profesores
Un vínculo sólido y colaborativo entre ambas partes tendrá, sin duda, un impacto positivo en el aprendizaje en todas las etapas educativas, aunque resulta más espontánea y frecuente en Infantil y Primaria. Estas son las ventajas de una buena comunicación entre docentes y familia:1. Una autoestima y una motivación superiores
Los niños y niñas que ven que sus padres y profesores trabajan juntos en su beneficio desarrollan una mayor confianza en sí mismos, lo que hace que crezca su autoestima y se sientan más motivados en su función como alumnos.2. Mejor comportamiento
También se traduce, en general, en un mejor comportamiento en el centro educativo y en menos problemas disciplinarios.3. Un mejor rendimiento académico
Los resultados académicos también mejoran cuando hay una buena comunicación entre docentes y padres, tal y como confirman algunos estudios.4. Mayores habilidades sociales
El ejemplo hará que desarrollen relaciones más fluidas y saludables con otras personas, en el presente y en la edad adulta.Las claves de una buena relación entre padres y profesores
La familia y el colegio son los dos ámbitos de referencia de los niños. En ambos hay unas normas que deben seguirse y lo ideal es que exista la máxima coherencia en lo fundamental y que el fin sea el mismo: la educación. La tarea no es fácil, pero si hablan regularmente y prevalecen el respeto y el afecto, se podrá avanzar. Cuidar los siguientes aspectos será de gran ayuda:1. Establecer una comunicación abierta y fluida
Es fundamental que haya una comunicación bidireccional que sea regular y efectiva entre ambas partes. Básicamente consistirá en compartir información sobre el progreso del niño o la niña, sus necesidades y cualquier otro aspecto que pueda afectar a su bienestar y evolución. No conviene restringir el asunto a las notas, hay muchas otras cosas importantes.2. Escucha activa
Para conseguir el objetivo anterior, en ocasiones basta con algo sencillo pero que a menudo no hacemos: escuchar. Los docentes deben estar dispuestos a escuchar las preocupaciones y sugerencias de las familias con buena predisposición de cambio y sin prejuicios. Y los padres tendrán que hacer lo propio.3. Respeto mutuo
En esos contactos, es básico que muestren respeto mutuo. Es normal tener puntos de vista diferentes respecto a algunas cuestiones, pero siempre deben expresarse con consideración. Y reflejar comprensión y una actitud positiva. Y si los niños viven en casa en un ambiente de respeto, también será más fácil que se comporten en consecuencia en el colegio.4. Confianza mutua
Este es otro de los pilares de una buena relación entre padres y profesores. Confiar en la capacidad y el compromiso del otro para trabajar en beneficio del alumno.5. Esfuerzo conjunto
De la confianza mutua nacerá más fácilmente el trabajo en esquipo en pro del desarrollo del alumno. Así podrán establecer metas comunes y las estrategias necesarias para alcanzarlas. Tal y como explica la psicóloga clínica María Pavón en el portal de servicios sociales Solidaridad intergeneracional: la mejor relación entre padres y profesores se produce cuando «ambos entienden que son pasajeros del mismo barco». Por eso, una de las cosas que nunca debes hacer es hablar mal de un maestro delante de tu hijo. Respetar siempre su autoridad es vital si queremos que el niño haga lo mismo. La experta desaconseja «hacer solo caso a lo que diga el niño, lo cual puede provocar conflictos, y es necesario ser prudente y tener mucha mano izquierda». Considera, además, que siempre, pero de manera muy particular en los casos en los que aparecen dificultades de aprendizaje, «los padres deben aliarse a los profesores y buscar una solución». [caption id="attachment_234717" align="aligncenter" width="700"]
6. Colaboración activa
Hacer en casa un seguimiento del aprendizaje, participar en proyectos escolares y en la organización de actividades o eventos son algunas formas de colaboración que pueden enriquecer este vínculo entre familias y docentes.Cómo empezar y cómo mantener una buena conexión
En un mundo tan acelerado como el actual, con dilatados horarios laborales y compromisos de toda índole que se multiplican, la comunicación con los centros educativos puede resultar bastante complicada. Pero es muy necesario buscar la conexión. Se debe crear un clima de participación fluido y adecuado, y cuidarlo y mejorarlo cada día. Pero, ¿cómo conseguirlo? Existen algunas estrategias que pueden ayudarnos:1. En las reuniones iniciales
La vuelta al cole nos brinda una oportunidad estupenda para un buen comienzo. Es fundamental que los centros educativos programen reuniones entre padres y profesores para conocerse y establecer medios para comunicarse. Empezaremos con buen pie si mostramos una buena disposición en esos primeros encuentros.2. Mantener una comunicación regular
Pero, como en otros ámbitos de la vida, es el contacto regular el que da resultados. No esperemos a las reuniones periódicas programadas, compartamos información a lo largo del curso a través notas a los padres, de correos electrónicos o aplicaciones de mensajería diseñadas específicamente para esta función. Y viceversa, los padres pueden contactar con los profesores en caso de que les surja alguna pregunta o tengan algo que comentar.3. Colaboración en el proceso aprendizaje
Debemos prestar apoyo a nuestros hijos e hijas en casa cuando sea necesario revisando sus tareas, proponiéndoles lecturas (o leyéndoles libros cuando son más pequeños) y ayudándoles con sus estudios. Esto, por supuesto, nunca debe significar hacer las tareas por ellos.4. Participar en actividades del colegio
En la medida de lo posible, interesa que los padres se involucren en la vida escolar de sus hijos. Podrán hacerlo de diversas formas: asistiendo a los actos y eventos que se convoquen, como reuniones de padres, actividades extracurriculares o fiestas.5. Doblar los esfuerzos en los casos especiales
Desde la Fundación Wise recomiendan que, en situaciones de violencia o abandono persistente en algunas familias, se establezcan “medidas específicas para brindar el apoyo necesario. Esto puede ser proporcionado a través de la tutoría o del área de psicología de la escuela. Es fundamental abordar estas situaciones de manera profesional y sensible”, concluyen. En definitiva, una buena relación entre padres y profesores parte del convencimiento inicial de que existe un único objetivo común: el desarrollo integral de los niños, tanto en el plano académico como en el emocional y personal. Por eso debe ser positiva y colaborativa, fluida y respetuosa. Y todo depende de la buena voluntad y del esfuerzo conjunto de ambas partes. Trabajemos en ello.
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