Establecer comunicación y límites para prevenir los riesgos en Internet
Junto a la comunicación y el diálogo, el adecuado establecimiento de normas y límites y el fomento del uso saludable de los distintos 'cacharritos' electrónicos, otro elemento básico para la prevención de riesgos en Internet es el ocio en familia. Los más pequeños prefieren entre todas las cosas pasar tiempo con sus padres (el llamado tiempo de calidad), jugar con ellos, hacer manualidades, cocinar, viajar, leer juntos, hacer excursiones al campo o visitar museos, practicar deporte, entre muchas otras propuestas. Es preciso satisfacer esta necesidad en vez de dejarle sentado frente al televisor o con una tablet entre las manos, porque cuando crezca posiblemente preferirá estar conectado en vez de hacer actividades al aire libre o divertirse. Y ahí está el peligro.
Promover un consumo responsable de las nuevas tecnologías
Por este motivo, es importante enseñar un uso responsable de las TIC desde la más tierna infancia. Algunos expertos recomiendan no ponerles en contacto con la tecnología hasta el instituto, y eso se puede aplicar en el caso de los móviles, pero la realidad es otra. Estamos rodeados de pantallas y la educación recurre cada vez más a lo digital en su día a día, por lo que apartarles completamente de ello es imposible, de ahí la obligación que tenemos de no soltar las riendas. Los videojuegos tienen un potente carácter adictivo, por eso es necesario trabajar la autorregulación. Aunque muchas veces se imponen las normas desde fuera, y puede ser un fastidio para nuestros hijos, lo ideal es tratar de hacerles responsables para que aprendan a gestionarlas por sí mismos. La educación emocional también es muy importante. Cuando se limita el tiempo de exposición a las TIC, los menores pueden volverse irritables o incluso agresivos; es necesario trabajar la gestión de la frustración desde el hogar, puesto que el cerebro de niños y adolescentes aún está en desarrollo, lo que les hace más vulnerables a las adicciones.Ser su mayor ejemplo
No debemos olvidar que el ejemplo que damos es fundamental para nuestros hijos. Si nos ven todo el día enganchados al smartphone o devorando series en la tablet, probablemente reproducirán estas conductas en cuanto tengan la oportunidad. Nos hace gracia cuando los niños imitan a mamá poniéndose el móvil en la oreja, pero esto puede llegar a ser, en el futuro, un motivo de preocupación. En caso de tener en la familia un problema grave con las redes sociales e Internet, es aconsejable acudir a un profesional que nos ayude a resolver las situaciones más difíciles.Sonia Martín Autora de Familias EnREDadas
[amazon_textlink asin='8471128934' text='Familias EnREDadas' template='ProductLink' store='saposyprinces-21' marketplace='ES' link_id='347247c8-bdba-464d-a201-51956187e0d9']

