¿Te acuerdas de las cosas que te hacían sentirte querido y valorado cuando eras pequeño? Seguro que si te paras un minuto a pensar recuerdas aquel regalo que te hicieron tus padres o esas vacaciones en la playa en la que hiciste un castillo enorme con tu padre y tus hermanos. Los hijos recordamos el tiempo de calidad que pasamos con nuestros padres. Por eso los padres tenemos que hacer pequeñas cosas para intentar que nuestro tiempo con ellos sea siempre especial.
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Un estudio de la Universidad de Washington ha demostrado que tener unos padres cariñosos favorece el desarrollo de un área concreta del cerebro llamada hipocampo, que es una estructura cerebral crucial en el aprendizaje, la memoria y la respuesta emocional al estrés de los niños.
Para nuestros hijos las pequeñas cosas son las que marcan su día a día y su vida en general. La sonrisa de su profesora, el gesto cariñoso de un compañero o la palabra de ánimo de su madre les recuerda que son queridos y que cuentan con apoyo constante. Nuestros hijos valoran los pequeños gestos y detalles que tenemos con ellos todos los días.
Un universo de pequeñas cosas
Para nuestros hijos las pequeñas cosas son las que marcan su día a día y su vida en general. La sonrisa de su profesora, el gesto cariñoso de un compañero o la palabra de ánimo de su madre les recuerda que son queridos y que cuentan con apoyo constante. Nuestros hijos valoran los pequeños gestos y detalles que tenemos con ellos todos los días. Aunque no nos demos cuenta, un gesto trivial para nosotros para él puede ser algo inolvidable. Os vamos a hablar de diez pequeños momentos que seguro que harán feliz a nuestros hijos y nunca los olvidarán.
1. Apaga el teléfono cuando lleguen del colegio
Un pequeño gesto pero muy importante para ellos, es que cuando vayamos a recogerles al colegio o cuando lleguen a casa apaguemos el teléfono al menos 30 minutos. Los padres hoy en día estamos siempre pendientes de nuestro smartphone. Nada de llamadas, mensajes ni ruidos molestos. Esa media hora tendremos la misión de prestarles atención, escuchar como les ha ido el día y si han tenido algún problema. ¡Seguro que nos lo agradecerán!
2. Valora sus pequeños regalos
Nuestros hijos nos hacen a lo largo del año muchas manualidades ya sea por el Día de la madre o del padre. Puede ser un collar de macarrones, un broche con piñones o un pasador de ositos de gominola. Nada les hará más felices que nos pongamos esos pequeños regalos para llevarles al colegio y cuando vayamos a trabajar. ¡No se os ocurra quitar su pequeño regalo si no queréis que sufra una decepción!
3. Motiva a tu hijo todos los días
Nuestros hijos necesitan pequeñas píldoras de motivación. No solo podemos darles palabras de ánimo sino que una buena idea es crear un lema familiar. Por ejemplo puede ser un simple ¡No olvides que somos invencibles!, ¡A por ellos! o ¡Nosotros podemos con eso y mucho más! También podemos crear nuestro apretón secreto de manos, único para los miembros de la familia.
4. Comparte sus juegos
Otra buena idea es dedicar todas las semanas un ratito a compartir con él su juego favorito. Le podemos pedir que nos enseñe como juega con la consola, su videojuego favorito o con su app. Seguro que pasaremos un rato divertido y que os enseñarán muchas cosas.
5. Reserva vuestro momento semanal
A nuestros hijos les encanta tener un momento exclusivo con sus padres. Podemos dar un paseo o ir al cine a solas con nuestro hijo, sin sus hermanos u otros familiares. También tenemos la posibilidad de apuntarnos juntos a clase de tenis, mindfulness o zumba y dedicar ese rato para compartir aficiones.
6. Salta los límites
Nuestros hijos viven en un mundo lleno de normas y límites. Seguro que les encantará que alguna vez les dejemos saltarse alguna de las normas familiares. Por ejemplo podemos dejarle que salga al jardín y se meta en los charcos en un día de lluvia aunque se moje y luego le tengamos que cambiar de ropa.
7. Un día sin orden
El orden excesivo también es uno de los grandes problemas de todas las familias. A veces nuestra casa se convierte en un campo de batalla y tenemos que dedicar todo el día a arreglarlo. Como excepción podemos dejar el orden por un día y dejar el orden a un lado y pasar todo el día juntos.
8. Muestra tu cariño
Nuestros hijos tienen que sentir nuestro cariño diariamente. Les ayudará a fomentar su autoestima. No tenemos que estar todo el día dándole besos o abrazos pero si podemos dárselo de vez en cuando o ponerles una mano en el hombro para animarles. Debemos recordar que los adolescentes sienten muchas veces vergüenza con las muestras de afecto en público. En ese caso podemos decirles unas palabras de apoyo todos los días al despedirnos antes de que vayan al Instituto.
9. Crea vuestras tradiciones
Cada familia tiene al menos una tradición o una costumbre familiar. Por ejemplo cenar el viernes pizza o el desayunar el domingo churros con chocolate. Tenemos que intentar mantener esas tradiciones que refuerzan el vínculo familiar y con la que nuestros disfrutan tanto.
10. Sonríe siempre
Una sonrisa puede ser lo mejor que le ocurre a nuestros hijos en todo el día. Sin duda, una de las pequeñas cosas que te agradecerán. Se pueden pelear con los amigos o hacer mal un examen, pero si al salir de casa o dejarles en el colegio les hemos mostrado nuestra mejor sonrisa les acompañará todo el día. Tenemos que sonreír a nuestros hijos cuando lleguen a casa, cuando entremos en su habitación o cuando se vayan a jugar a casa de un amigo. ¡Será su talismán!
