Claves para pacificar las gradas de fútbol infantil
Entonces, ¿cómo podemos convertir las gradas del fútbol infantil en lugares de aliento y positividad? Los padres y las madres nos tenemos que comprometer para contrarrestar las reacciones agresivas, fomentar la calma y el respeto, y garantizar que los partidos sean experiencias enriquecedoras y positivas para todos, ¡sin importar el marcador final! Estos consejos ayudarán a conseguirlo:1. No confundas a tu hijo, deja que se concentre
Tu niño o tu niña ya tiene un entrenador. Si los padres damos otras instrucciones, estamos confundiéndolo. En lugar de centrarse en el juego, su cerebro tendrá que decidir dónde pone su atención: en la grada, donde su padre le está dando instrucciones a voces, o en el campo.2. No desacredites al entrenador
Resulta esencial que los niños creen vínculos y tengan figuras de referencia fuera del estricto ámbito familiar. Muchas veces esto ocurre con un profesor o con una entrenadora. Cada vez que les das instrucciones desde la grada, estás desacreditando a su entrenador, le estás restando autoridad. Con esto no ayudas a nadie: ni a la niña o el niño, ni al equipo ni a su entrenador.3. Revisa tus expectativas
¿Qué esperas de tu hijo respecto al deporte que practica? ¿Quieres que sea el mejor jugador del año? ¿Por qué es tan importante para ti cada gol que marca su equipo? A lo mejor estás proyectando anhelos y deseos que tienen que ver con partes de ti, pero no de él. [caption id="attachment_622396" align="aligncenter" width="700"]
4. Rebaja la presión
Tu pasión es genial porque seguramente sea contagiosa y puede constituir un elemento de motivación e ilusión para tu hija o hijo. Pero, ¿no crees que este deseo tan intenso de que gane puede resultar contraproducente? Tal vez tenemos que empezar a pensar en el deporte como un espacio de superación personal, de colaboración y de enriquecimiento. Y no necesariamente como una actividad en la que solo vale ganar.5. Piensa en el equipo contrario
¡Solo son niños! Cada vez que aplaudes los errores de un contrincante estás atacando a un niño. ¿Te has parado a pensar cómo se sienten cuando pierden, al ver esas expresiones de victoria tan intensas por parte de un grupo numeroso de adultos? Aplaude al equipo contrario cuando lo haga bien y contente un poco en las expresiones de alegría por las acciones del vuestro.6. Recuerda que este partido no es la final de la Champions
Te emocionas tanto que podría parecer que se trata de un encuentro importantísimo, pero ¡no lo es! No va a definir la vida del niño. Lo que sí la puede definir es aprender el deporte como un espacio de disfrute, de salud física y mental, de compañerismo, de crecimiento. Y todo esto se consigue tanto cuando se gana como cuando se pierde.7. Conecta con tus valores
El exceso de pasión en la grada durante un partido infantil puede tener a veces componentes muy agresivos. ¿Son esos los valores que quieres transmitir a tus hijos e hijas? ¿O les enseñas cordialidad, educación y respeto? Si estos son tus valores, aplícalos también en su partido del sábado o el domingo.8. Acompáñalo en cualquier deporte que haga
¿Por qué a menudo los padres se encargan del fútbol y las madres de la gimnasia rítmica? Sea cual sea el deporte que hagan, y sea cual sea tu género, acompáñalos con entusiasmo, implícate en la actividad y comparte esperas, penas y alegrías con ellos. Tanto si te encanta ver esa disciplina en concreto como si no. Crea una conexión con tus hijos y hazles sentir que estás ahí para ellos.
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