A las puertas de la segunda década del siglo XXI, la educación pide cambios. Proyectos como Samsung Smart School apuntan a que, de la mano de la tecnología, desaparezcan las clases magistrales y el profesor se convierta en un guía para unos alumnos que adquieren cada vez más protagonismo. Pero esta incorporación de las nuevas tecnologías en el aula y en el aprendizaje de los alumnos requería sobre todo, una adecuada formación del profesorado. Para ello, ha sido necesario llevar a cabo una reflexión profunda sobre el uso que se le da a los diferentes espacios de los centros educativos públicos, la motivación de los maestros para estos grandes cambios y la reconversión de las metodologías para adaptar estas nuevas herramientas a los contenidos que es necesario transmitir a nuestros hijos. En este sentido, el objetivo de Samsung Smart School era, precisamente, unir dos motores de gran potencia, Educación y Tecnología, para transformar la enseñanza, para cambiar la sociedad, para reducir la brecha digital y para construir el aula del futuro. Este ambicioso objetivo pasó por incorporar dispositivos móviles en el método de aprendizaje, transformar los espacios de los centros educativos y, por supuesto, formar a los profesores para poder llevar a cabo el proyecto con los conocimientos adecuados. Para ello, desde su puesta en marcha en 2014, esta iniciativa de Samsung, apoyada por el anterior Ministerio de Educación, Cultura y Deporte (MECD), ha formado a más de 600 profesores y beneficiado a un total de 4.000 alumnos de primaria en 108 aulas de 34 centros educativos públicos ubicados en 16 comunidades autónomas y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. https://www.youtube.com/watch?v=HutXhIqteKY&t=528s

Un esfuerzo recompensado

Aunque los propios profesores reconocen que al ponerse en marcha el proyecto partían de una cierta inseguridad al ser todo nuevo para ellos y que no sabían si serían capaces de llevar a cabo una labor tan grande, muy pronto comprobaron que todo el proceso se desarrollaba con mucha facilidad. Todo este esfuerzo y esta nueva forma de utilizar la tecnología de manera didáctica se vieron muy pronto recompensados con una mayor motivación de los alumnos en el aula. Desde Samsung aseguran que "ha mejorado el aprendizaje y ha contribuido a mejorar las competencias lingüísticas, digitales y las competencias de aprender a aprender, con lo cual consideramos que es un proyecto bastante completo”. Para los profesores del CEIP Gumersindo de Azcárate en Armunia (León) y para Francisco Hortigüela, director de Ciudadanía Corporativa y Relaciones Institucionales de Samsung, esta iniciativa  ha cambiado “la forma de enseñar y la forma de aprender, ahora se aprende haciendo”. Los 30 centros participantes han publicado en Internet sus programas, donde explican los cambios realizados y califican de forma unánime el trabajo como muy positivo para la consecución de sus respectivos objetivos, los cuales van desde la mejora de la disciplina en las horas de patio, a la participación en el aula o la motivación del conjunto del alumnado y profesorado, así como la implicación de las familias e incluso de los responsables municipales. Asimismo, todos han resaltado el logro de fomentar, gracias a esta iniciativa, algunas o todas las competencias de los alumnos, tanto las lingüísticas como las matemáticas, sociales y digitales. “El proyecto ha contribuido muchísimo a transformar muchas realidades de los niños y niñas que han participado, de los centros y también de las familias y el entorno”, concluye Mar Camacho, Doctora en Tecnología Educativa y actualmente directora general de Educación Infantil y Primaria de la Generalitat.

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