Los 3 motivos básicos para no usar las pantallas como premio
A continuación, explicamos las principales razones del porqué los dispositivos tecnológicos no garantizan un refuerzo positivo para tus hijos.1. Riesgos en la salud física debido a la falta de movimiento
Los pequeños pueden estar quietos muchas horas mirando contenido digital. Esto puede afectar directamente a su salud, ya que aumenta su sedentarismo, lo que, a su vez, propicia un consumo desmedido de comida mientras están sentados. Estos hábitos incrementan el riesgo de padecer obesidad y diabetes infantil, enfermedades que en la edad adulta se asocian con patologías cardiovasculares e hipertensión como consecuencia de la falta de ejercicio y la mala alimentación. [caption id="attachment_574598" align="aligncenter" width="700"]
2. Pérdida de atención al entorno
Son tan llamativas las imágenes y los sonidos, que captan su atención casi completamente. Sabemos que mientras los niños están frente a alguna pantalla, la interacción con el entorno es muy escasa: casi no conversan, ni leen o escriben. Esto dificulta la adquisición del lenguaje, la escritura y la comprensión lectora, lo que puede implicar retrasos en su aprendizaje y en el rendimiento escolar. Por otro lado, el exceso de ruidos, luces o colores les provoca más estímulos de los que pueden manejar. A menudo esto genera en ellos irritabilidad, nerviosismo, ansiedad y, en algunos casos, problemas para conciliar el sueño. [caption id="attachment_574721" align="aligncenter" width="700"]
3. La dependencia extrema
La recomendación de no usar las pantallas como premio también se debe a que les puede generar dependencia a ese estímulo y hacerles buscar siempre la aprobación para actuar. Utilizarlas como estrategia para modificar la conducta de nuestros hijos resuelve el conflicto del aquí y ahora, muy a corto plazo, ya que no dejamos ningún aprendizaje para el futuro. Cuando les volvamos a llamar la atención, estarán esperando nuevamente una recompensa y no habrán entendido, por ejemplo, que asearse es importante para mantener la higiene personal y fundamental para prevenir diferentes enfermedades. Que puedan comprender esas razones, hará que lo hagan más allá del premio, sosteniéndolo a largo plazo.¿Cómo pueden actuar los padres?
La supervisión por parte de los adultos es clave para enseñar a los pequeños el consumo responsable de las pantallas. Pero, ¿qué podemos hacer? Llegar a acuerdos de antemano respecto al tiempo de utilización de los diferentes dispositivos digitales es esencial. Limitar previamente la cantidad de minutos de uso que permitiremos es mucho más fácil que acordarlo en el momento de quitarlos. Además, de esta manera ellos sabrán anticipadamente cuánto podrán disponer de esa tecnología y, llegado el momento, cuando nosotros les recordemos que lo pactado ya acabó, será mucho más fácil que lo cumplan. [caption id="attachment_574624" align="aligncenter" width="700"]

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