Establecer un diálogo fluido con los niños no es una tarea fácil. Sería sencillo atribuirlo inequívocamente a una cerrazón más o menos pasajera por su parte, aunque, para ser justos, los padres somos muchas veces la causa del fracaso. Nuestra impaciencia y falta de atención nos hacen caer, con frecuencia, en errores que interfieren en ese proceso comunicativo. Sin embargo, el método de 'La rosa y la espina', en el que más adelante nos detendremos, acompañado por determinadas actitudes y pequeños hábitos, contribuye a dar rienda suelta a los sentimientos de nuestros hijos, aspecto de suma importancia para los expertos. El pediatra y presidente de la Sociedad Española de Pediatría Social (SEPS), el Dr. Jesús García Pérez, sostiene que "debemos estimularlos para que opinen y para que participen, del mismo modo que debemos enseñarles a aceptar lo que no les guste. Al igual que sucede en una sociedad en democracia, sucederán cosas que gusten y otras que no, pero hay que aceptarlas y respetarlas".

Método de 'La rosa y la espina': En qué consiste y cuáles son sus beneficios

Teniendo presente el impacto positivo de este tipo de prácticas en la familia, resulta más sencillo intuir los beneficios que encierra el método de 'La rosa y la espina'. Básicamente, se trata de no predeterminar (o directamente bloquear) las respuestas del niño con preguntas cerradas. En su lugar, se le otorga un espacio libre de expresión en el que él mismo decide sobre qué hablar. Elegid, al final de cada día, un momento en el que vuestro hijo esté tranquilo y preguntadle cuál ha sido la 'rosa' y cuál la 'espina' de su día. Tras explicarle que cada concepto se corresponde con el mejor y el peor instante de la jornada, respectivamente, dejadle que él mismo los elija y los verbalice. Normalmente se tratará de acontecimientos irrelevantes que, sin embargo, nos pueden arrojar información muy valiosa sobre sus gustos e inquietudes. [caption id="attachment_349111" align="aligncenter" width="700"] Fuente: Canva[/caption] Si necesitamos un incentivo adicional al principio, podemos contarle cuál ha sido nuestro buen momento del día y cuál no lo ha sido tanto. Sincerarnos con él confesándole lo que sentimos puede hacer que se sientan más cómodos. Y, precisamente, ese estado de relajación es el ideal para que se involucre y se exprese. Pero, además de ayudarnos a conocer a nuestro hijo, prolongar cotidianamente este hábito puede ser determinante a la hora de detectar cualquier problema más serio con antelación. De esta manera, seremos capaces de orientarlo o asistirlo en caso de necesidad. El efecto a largo plazo del método de 'La rosa y la espina' no hará sino estrechar los vínculos paternofiliales y consolidar una relación de confianza duradera. Esta noche, cuando estéis frente a frente, no os lo penséis y preguntadle: ¿cuáles han sido tu 'rosa' y tu 'espina' de hoy?

Los juegos, una gran herramienta para favorecer la comunicación con los niños

Algo tan vital para formar nuevos ciudadanos comprometidos, participativos y tolerantes debe ser tomado muy en cuenta. Y la manera más seria y responsable de hacerlo es, por paradójico que parezca, el juego. En la línea de muchos de los docentes más reconocidos de nuestro país, la ONG Oxfam Intermón otorga a las técnicas lúdicas de aprendizaje una serie de efectos provechosos que se reflejarán en el individuo adulto:

• Interiorizan nuevas formas de comunicación verbales y no verbales.
• Rompen con el flujo unidireccional de información en el que solo le hablamos nosotros a él y comienzan a expresarse libremente.
• Aprenden a tener una actitud más abierta, tolerante y solidaria con sus semejantes.
• Y, además, en el transcurso del juego, siempre encontrarán elementos novedosos que aumentarán sus conocimientos.

• Psicología positiva