Aunque la Teoría de las inteligencias múltiples nació hace casi cuarenta años, puede que aún haya quien no la conozca bien y que, por tanto, no sea plenamente consciente de los beneficios que aporta en el desarrollo de los niños desde las primeras etapas educativas. Por eso queremos hablar aquí sobre ellas y explicar por qué en la actualidad cada vez son más los centros que apuestan por aplicar la Teoría de las inteligencias múltiples en la primera infancia.

Beneficios de educar en las inteligencias múltiples

Apostar por este modelo de entendimiento de la mente es, sin duda, sinónimo de innovación educativa, de querer avanzar, de potenciar lo mejor de cada alumno y fomentar sus capacidades de una forma totalmente individualizada.

El padre de la teoría

Pero empecemos por el principio, es decir, hablemos del psicólogo y experto en ciencias de la educación Howard Gardner. Él fue quien desarrolló esta teoría en el año 1983. Mientras trabajaba con niños, se dio cuenta de que algunos podían ser muy buenos en algo y no tanto en otras cosas. Por ejemplo, vio que unos eran excelentes en matemáticas, pero no en música, o lo eran en ciencias, pero no en lengua o literatura. Entonces se preguntó: ¿por qué seguir con una educación tradicional intentando hacer bien todo en vez de fortalecer las habilidades de cada uno? Gardner concluyó que el término ‘inteligencia’ no concretaba lo suficiente y que ni se puede medir ni existe una sola manera de ser inteligente. Él defendía que hay ocho tipos distintos que se encuentran relacionados entre sí, aunque se desarrollan de forma individual. Por eso en unos niños se ven potenciadas con más fuerza unas que otras. La educación individualizada juega un papel esencial en la correcta aplicación de esta teoría. Porque lo que se consigue con ella es que cada alumno pueda centrarse en sus habilidades. Esto se logra mediante métodos y actividades distintas que potencian la motivación y la atención en clase. Los resultados, tanto a nivel académico como personal, son mucho más positivos.

Las ocho inteligencias múltiples

Para ahondar en el concepto, es necesario que conozcamos cuáles son estas ocho inteligencias que defiende Gardner y cuáles son sus principios.

1. Verbal o lingüística

Se refiere a la capacidad de dominar el lenguaje y comunicarnos con los demás.

2. Lógico-matemática

Es la habilidad de conceptualizar las relaciones lógicas entre acciones o símbolos.

3. Visual-espacial

La aptitud para reconocer los objetos y sus características.

4. Musical-auditiva

Se refiere a la capacidad para distinguir y apreciar los caracteres del sonido.

5. Kinestésico-corporal

Hace referencia a la habilidad para coordinar los movimientos corporales.

6. Intrapersonal

Alude a las dotes para conocerse a uno mismo y controlar las propias emociones.

7. Interpersonal

Permite una mejor interpretación del comportamiento de los demás e implica un sentimiento de empatía más desarrollado, lo que facilita las relaciones.

8. Naturalista

Es la que aporta una especial sensibilidad hacia el entorno, hacia los diversos aspectos vinculados con el mundo natural.

Los principios en los que se basa este modelo

• Cada persona posee las ocho inteligencias, pero cada una funciona de modo diferente en cada uno de nosotros.
• La mayoría de la gente es capaz de adquirir cada una de ellas hasta un nivel adecuado de competencia. Por tanto, siempre que se reciba la estimulación y la instrucción apropiada, se pueden desarrollar las ocho.
• Las inteligencias, por lo general, trabajan juntas de manera compleja. No es posible separarlas del contexto general, ya que interactúan entre sí.
• Hay muchas maneras de ser inteligente dentro de cada categoría. Esta teoría subraya la diversidad de las formas con las que las personas muestran sus destrezas dentro de cada una.

Su importancia en la etapa infantil

Todos estos principios están ligados a la educación infantil, puesto que el objetivo final de esta etapa es el desarrollo integral del niño. Lo que se pretende es otorgar oportunidades de aprendizaje a todos los alumnos y fomentar sus diferentes capacidades. Aplicar las inteligencias múltiples en la primera infancia es de suma importancia. Con este sistema se consigue que los alumnos aprendan un contenido por diversos medios. Por ejemplo, asociando un concepto a una imagen, a una canción, a un gesto o un baile, con la ayuda de un compañero, a través de un cuento o utilizando una retahíla, entre muchas otras opciones. En este modelo educativo, sin duda, lo más importante es que cada niño tenga la oportunidad de aprender no de una única manera, sino aplicando diferentes métodos de enseñanza. Cada uno lo adquirirá de forma distinta, en función de las habilidades que tenga más potenciadas. Los profesionales que trabajan de acuerdo a este modelo educativo lo hacen desde varios frentes —por proyectos, con aprendizaje cooperativo y otros muchos recursos y estímulos— precisamente para estimular el uso de las diferentes inteligencias. El resultado es un claro aumento de la participación, la motivación, la creatividad, el desarrollo emocional y la autonomía de los niños. Es así como de verdad aprenden a aprender, a convivir y a ser. Potenciando sus habilidades más destacadas se consigue que crezcan más felices y seguros. Y eso, sin duda, merece la pena.

Susana Pozo Maestra de Educación Infantil en Escuela Infantil BEBIN Centro de Educación Infantil asociado a ACADE

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