La crianza respetuosa está ganando mucho terreno últimamente, y no es de extrañar. Esta forma de entender la educación de los niños, basada en la empatía y el respeto entre padres e hijos, se enfoca en un desarrollo emocional sano y equilibrado. Pero a veces se malinterpreta y se piensa que en ella no hay límites ni normas. Nada más lejos de la realidad, porque también es imprescindible una sólida estructura en la crianza respetuosa. Son los fundamentos que no solo dan seguridad y estabilidad a los niños, sino que también facilitan la convivencia y ayudan a construir relaciones basadas en la confianza.

¿Por qué hace falta la estructura en la crianza?

No es sinónimo de un sistema autoritario, sino un marco que ayuda a dar orden y previsibilidad. Para los niños, el mundo es a menudo un lugar confuso y cambiante, y un buen sistema de reglas y principios les otorga una base desde la cual pueden entender cómo funcionan las cosas. Las rutinas y normas claras les permiten saber qué se espera de ellos, cómo comportarse en distintas situaciones y, sobre todo, les ofrecen un sentido de seguridad.

Beneficios de tener una estructura sólida en la familia

Tener un sistema de valores y reglas bien definido en la familia trae muchos beneficios, tanto para los niños como para los padres. Aquí van algunos:

1. Seguridad y confianza

Cuando un niño sabe cómo será su día, se siente más seguro y confiado. Las rutinas —como los horarios de comida, de sueño o de juego— ayudan a reducir la ansiedad, lo que es clave para un desarrollo emocional sano.

2. Mejora la autorregulación

Las estructuras permiten que los niños aprendan sobre límites y autocontrol. Si entienden que hay normas sobre el tiempo que pueden ver la televisión o cuándo es la hora de dormir, poco a poco aprenden a gestionar su tiempo y a entender los beneficios de la moderación.

3. Fomenta la responsabilidad

Las pequeñas obligaciones del día a día, como recoger los juguetes o lavarse los dientes antes de dormir, se convierten en hábitos y ayudan a los niños a asumir responsabilidades sin que los padres tengan que estar encima de ellos todo el tiempo.

4. Reduce los conflictos

Cuando las reglas son claras y consistentes, se reducen los conflictos. Los niños saben cuáles son , así como las consecuencias de no cumplirlas, lo que facilita la tarea de resolver los desacuerdos de manera respetuosa.

5. Favorece la libertad y la autonomía

Si el sistema está bien establecido, no limita, sino que da confianza a los niños para que exploren y tomen decisiones. Con el tiempo, ganan independencia y desarrollan un sentido de responsabilidad.

Cómo construir estructuras sólidas de forma respetuosa

Para que un sistema de normas y valores funcione, debe ser claro, coherente y adecuado a la edad del niño. Aquí tienes algunas claves para crear una estructura sólida desde la crianza respetuosa:

1. Establece rutinas diarias

Las rutinas son esenciales. Establecer horarios consistentes para las comidas, el baño o la hora de dormir ayuda a los niños a organizarse y a reducir la ansiedad. Deben ser flexibles, pero a la vez constantes. [caption id="attachment_246028" align="aligncenter" width="1200"] Establecer unas rutinas, como las de la hora de dormir, da estabilidad | Fuente: Canva[/caption]

2. Usa un lenguaje adecuado a su edad

Para niños pequeños, es mucho más eficaz decir: “ahora vamos a la calle y nos ponemos los pies de andar despacio”, que decir: “¡no corras!”.

3. Sé consistente con las normas

Si un día se permite algo y al siguiente se prohíbe, los niños pueden sentirse confundidos. La consistencia en la aplicación de las reglas refuerza su efectividad.

4. Sé flexible cuando sea necesario

Aunque la estructura es importante, también hay que adaptarse cuando la situación lo requiere. Esto enseña que, aunque las normas existen, hay momentos en los que podemos adaptarlas. Eso sí, si todos los días haces excepciones, entonces tienes que cambiar tu estructura. Una excepción es algo que ocurre un par de veces al mes como mucho.

5. Escucha al niño

Una ordenación respetuosa se basa en la comunicación abierta. Presta atención a lo que tus hijos sienten o dicen con respecto a vuestras pautas. Es posible que haya un exceso de control en la familia, o mucha rigidez. Ellos lo van a detectar y tú podrás modificar las bases para que os funcionen bien a todos.

6. Estructura y amor: el equilibrio en la crianza respetuosa

La estructura no está peleada con el amor; al contrario, una crianza respetuosa equilibra ambos, mostrando al niño que puede confiar en sus padres tanto para el afecto como para la orientación. Los límites, cuando se establecen con empatía, no solo educan, sino que refuerzan el vínculo entre padres e hijos, y crean un ambiente donde el niño se siente seguro y amado. [caption id="attachment_246056" align="aligncenter" width="1200"] Las normas nos son incompatibles con el amor | Fuente: Canva[/caption] Así, el conjunto de normas y principios constituye un aliado para darle al niño seguridad, estabilidad y una base sólida desde la que pueda desarrollar su autonomía. Al combinar estructura y amor, los padres enseñan a sus hijos a navegar por el mundo con confianza, responsabilidad y respeto hacia los demás.

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