Un aprendizaje de suma importancia
Tradicionalmente, la educación era entendida como la adquisición de conocimientos a partir de la memorización, y pasaban por alto la influencia de las emociones. Hoy sabemos que sin ellas no seríamos capaces de conectar con otras personas, recordar lo que aprendemos o gestionar nuestra forma de actuar. La educación emocional favorece el desarrollo de las habilidades cognitivas, es decir, todos aquellos procesos que van desde el procesamiento de la información hasta la resolución de problemas. Tiene una gran influencia, asimismo, en la formación de la personalidad de los más pequeños y les enseña a establecer distintas relaciones sociales. También llamada ‘educación sentimental’, surge como término psicológico y como aplicación pedagógica en el año 1966. Desde entonces, numerosos autores empiezan a publicar estudios que demuestran su importancia y que hablan de la riqueza educativa que se consigue al integrarla en las aulas. Además, aportan materiales y recursos que favorecen su asimilación.¿Es posible educar las emociones en la primera infancia?
Las emociones están presentes desde el nacimiento e intervienen en todos los procesos evolutivos. Por suerte, en la actualidad, muchos centros han ido integrando este aspecto en sus proyectos. Está demostrado que resulta metodológicamente enriquecedor ayudar al niño a reconocer sentimientos desde edades tempranas y sentar las bases del autocontrol, la empatía o la automotivación, aspectos tan necesarios para un desarrollo y crecimiento saludable. Y lo son tanto en la infancia como en el resto de las etapas de la vida. Quizá esta sea una de las tareas pendientes en nuestra sociedad y, desde luego, el personal docente de los centros al completo debería formarse en este tipo de enseñanza. Todos recordamos a ese profesor emocionalmente competente que llenó nuestra aula de contenidos repletos de valores y puso a nuestra disposición herramientas que, sin darnos cuenta, tanto nos han ayudado en nuestro desarrollo y en nuestro camino hacia la vida adulta.El gran potencial educativo de los cuentos
Durante los primeros años, los cuentos son la primera herramienta educativa presente en las aulas de los más pequeños. A ellos les atraen mucho y a los docentes les ayudan a trabajar cualquier competencia, entre las que se incluyen las emociones. Son recursos lúdicos que permiten adentrarles en otros mundos y con los que se consigue que se vean identificados a través de los personajes. De este modo, pueden adquirir aprendizajes indirectos ante situaciones conflictivas y problemas cotidianos. En esta etapa predominan las emociones primarias o básicas tales como la tristeza, la felicidad, el miedo o la ira. La elección correcta del cuento permitirá llegar a la identificación de tal o cual sentimiento con ayuda, siempre, de nuestra expresión corporal, entonación y narración. Los cuentos actúan como espejos y les sirven para ver las consecuencias ocasionadas. Sin olvidar que toda lectura tiene también implícita una función educativa paralela, como es la adquisición del lenguaje o el desarrollo de la capacidad de atención y concentración.Educación emocional a través de los cuentos: libros que enseñan
Existen numerosos autores que, con sus libros, nos han permitido trabajar en el aula esas primeras emociones. También están los cuentos que reflejan la ansiedad de separación que se vive en la escolarización temprana y que ayudan a gestionar este sentimiento. Esta es nuestra selección:Cuando estoy enfadado

¡NO!

Así es mi corazón

Emocióname

Un beso en mi mano

El hilo invisible

Mama ya viene

Una ayuda para todos
Todos estos son cuentos en los que el amor incondicional de los padres acompaña a sus hijos e hijas, incluso sin estar presentes físicamente, y orientan en el manejo de los sentimientos. También hay que mencionar que, a través de su lectura, nos ayudan a nosotros, como padres, madres o educadores, a forjar nuestro propio bagaje emocional, a gestionar nuestros sentimientos para mostrárselos a ellos de manera sana y natural. La educación emocional supone un trabajo constante. Un proceso que evoluciona con el niño y que requerirá de la adaptación de la lectura a la etapa en la que se encuentre. Los sentimientos crecen y se modifican con ellos. Por eso es importante buscar cuentos que sigan captando su atención, su motivación y, por tanto, su aprendizaje. “La historia de nuestra vida está relatada por la voz de las emociones que fuimos sintiendo mientras la vivíamos” David Viscott (2000).Raquel Ugía Murillo Directora E. I. Oso baby Centro de Educación Infantil asociado a ACADE
